La guerra del Pacífico, además de la dura derrota militar que significó para el Perú, también nos dejó un sinnúmero de héroes que entregaron su vida por defender el suelo patrio del invasor chileno.
Entre los más conocidos están Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Miguel Grau, entre otros. Pero también hay de los otros, de los que han quedado olvidados con el paso del tiempo. Algunos ni siquiera figuran en los libros que cuentan la historia oficial de ese capítulo oscuro de nuestro país.
Uno de esos héroes olvidados es un joven ariqueño llamado Alfredo Maldonado Arias, quien es recordado por un acto de heroísmo que, aunque poco conocido, dejó una huella indeleble en la historia de Perú. Estos fue lo que pasó.
Comprometido con su país
Alfredo Maldonado, nacido en 1864 en Arica, Perú, fue el hijo de Santiago Maldonado, un capataz, y Micaela Arias. Su sacrificio en la Batalla de Arica lo convirtió en un emblema de valentía y resistencia.
Desde temprana edad, Alfredo se sintió atraído por el patriotismo y la defensa de su país. A los 15 años, se enlistó como voluntario en el Ejército del Sur, donde se desempeñó como cabo de artillería.
Para el momento del choque con los chilenos, formó parte de la guarnición del fuerte Ciudadela de Arica, al lado de su tío, el sargento Nicanor Arias Campo Hermoso. A pesar de su juventud, su compromiso y determinación lo llevaron a participar en una de las confrontaciones más intensas del conflicto: la batalla por el Morro de Arica el 7 de junio de 1880.
El acto heroico
En los momentos finales del combate, cuando las tropas chilenas ya habían tomado el fuerte, el subteniente José Miguel Poblete del 3.º de Línea, intentó reemplazar la bandera peruana por la chilena.
Fue en este crucial momento en que Maldonado tomó una decisión que marcaría su legado. Con determinación, se dirigió hacia la “santabárbara”, el polvorín de las baterías de cañones, y lo incendió. La explosión resultante causó su propia muerte, la de varios combatientes peruanos heridos, y la de numerosos soldados chilenos, incluido Poblete.
El coronel Marcelino Varela, primer jefe del batallón “Artesanos de Tacna”, relató en su informe cómo la explosión se produjo de manera repentina, sepultando a casi todos los combatientes en una nube de fuego y humo. Varela atribuyó este acto al joven de 16 años, Alfredo Maldonado, destacando su valentía y sacrificio en medio de una situación desesperada.
Testimonios y reconocimiento
Los historiadores chilenos Nicanor Molinare y Benjamín Vicuña Mackenna también reconocieron el acto de Maldonado, aunque lo nombraron erróneamente como Alfredo Cadenas. Sin embargo, coincidieron en que fue él quien prendió fuego al polvorín, causando una explosión que se escuchó a varios kilómetros a la redonda.
Tras la batalla, las autoridades chilenas permitieron a los familiares recoger los restos de sus seres queridos. Lo que quedó del cuerpo de Maldonado —parte del tronco con la cabeza y un brazo— fue enterrado por su madre en la parte más honda del fuerte, junto a otros combatientes peruanos.
Durante la ocupación, este lugar se convirtió en un santuario donde los escolares peruanos de Arica, acompañados por sus maestros, realizaban una romería cada 7 de junio, como lo recordaba la educadora ariqueña Matilde Rello en una carta al historiador Gerardo Vargas Hurtado en 1918.
Posteriormente, los restos de Maldonado fueron trasladados a la Cripta de los Héroes en el cementerio Presbítero Maestro en Lima, donde descansan junto a otros héroes de la nación.
Un héroe poco reconocido
A pesar de su heroica muerte, la historia de Alfredo Maldonado no ha recibido la atención que merece en la historia oficial. Su valentía y sacrificio lo colocan entre los niños héroes peruanos de la Guerra del Pacífico; sin embargo, su nombre no es tan conocido como el de otros combatientes.
Los testimonios de combatientes peruanos y chilenos coinciden en lo esencial: Maldonado, al ver que la batalla se inclinaba a favor de los invasores, decidió inmolarse para infligir el mayor daño posible al enemigo y preservar el honor de su patria.
La figura de Alfredo Maldonado Arias permanece como un símbolo de resistencia y patriotismo. Su acto heroico durante la Batalla de Arica es un recordatorio del espíritu indomable que caracteriza a quienes luchan por su país.