Juan Manuel de Mar: por qué fue considerado el único político honesto del Perú

En tiempos complicados de corrupción, este personaje simbolizó la integridad y el compromiso, persiguiendo ideales de justicia y honradez en la política peruana.

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Juan Manuel del Mar destacó en la política por su lucha contra la corrupción y su compromiso con la justicia y la paz. (Museo Naval del Perú)
Juan Manuel del Mar destacó en la política por su lucha contra la corrupción y su compromiso con la justicia y la paz. (Museo Naval del Perú)

Cuando uno piensa en un político, sobre todo si es peruano, en lo primero que piensa es en una serie de actos que van reñidos contra la moral y las buenas costumbres. Es la dolorosa realidad a la que hemos llegado en los últimos tiempos.

Sin embargo, esto no fue siempre así, pues entre la multitud de figuras políticas que han pasado a lo largo de la historia del Perú, destaca un nombre que pasó a la posteridad por representar la integridad y el compromiso: Juan Manuel del Mar y esta es la historia de tan curioso personaje.

Trayectoria y contribuciones

Juan Manuel del Mar es recordado por su integridad y sus esfuerzos por mantener la paz durante épocas turbulentas en el Perú. (BNP)
Juan Manuel del Mar es recordado por su integridad y sus esfuerzos por mantener la paz durante épocas turbulentas en el Perú. (BNP)

Nacido en Cusco el 29 de diciembre de 1805, Del Mar es recordado no solo por su destacado papel en la política peruana, sino también por su dedicación a la justicia y su lucha por la paz en tiempos tumultuosos.

Juan Manuel del Mar Bernedo, hijo de Pablo del Mar y Margarita Bernedo, comenzó su formación académica en el Seminario de San Antonio Abad, donde llegó a impartir clases de Filosofía en 1825.

Posteriormente, se graduó de abogado en 1827 y obtuvo su doctorado en Jurisprudencia en la Universidad de San Antonio Abad en 1830. En 1832, se trasladó a Lima y se unió al Colegio de Abogados de la ciudad.

En 1859, Juan Manuel del Mar fue elegido vicepresidente junto con Ramón Castilla. Asumió la presidencia interina durante la campaña del Ecuador, manteniendo su reputación de integridad a pesar de los intentos de Castilla por desacreditarlo. (BNP)
En 1859, Juan Manuel del Mar fue elegido vicepresidente junto con Ramón Castilla. Asumió la presidencia interina durante la campaña del Ecuador, manteniendo su reputación de integridad a pesar de los intentos de Castilla por desacreditarlo. (BNP)

Ese mismo año, fue elegido diputado por Paucartambo y suplente por Cusco, participando activamente en la Convención Nacional de 1833-1834. En 1837, fue nombrado vocal de la Corte Superior de Lima, cargo que ocupó hasta 1855, cuando se convirtió en vocal de la Corte Suprema de Justicia. También fue subprefecto de la provincia de Quispicanchi en 1843.

El Congreso lo designó miembro del Consejo de Estado entre 1845 y 1851, periodo en el cual también fue secretario y segundo vicepresidente del Consejo.

Al final del primer gobierno de Ramón Castilla, Del Mar fue nombrado ministro de Gobierno (1850-1851), mediando en la reconciliación entre Castilla y el general Manuel Ignacio de Vivanco, dos antiguos rivales políticos.

Reformas y Gobierno Interino

En el siglo XIX, Juan Manuel del Mar medió en el conflicto entre Ramón Castilla y José Rufino Echenique, demostrando su capacidad como diplomático. (BNP)
En el siglo XIX, Juan Manuel del Mar medió en el conflicto entre Ramón Castilla y José Rufino Echenique, demostrando su capacidad como diplomático. (BNP)

En 1854, la revolución liberal liderada por Castilla contra el presidente José Rufino Echenique, desacreditado por el escándalo de la consolidación, llevó a Del Mar a ocupar el cargo de Ministro de Guerra y Marina en 1855.

Posteriormente, se convirtió en ministro de Gobierno, Justicia y Culto, y más tarde en Ministro de Gobierno, Culto y Obras Públicas en 1857, integrando el primer gabinete ministerial del Perú.

Al llegar 1859, Del Mar fue elegido vicepresidente junto con Castilla, y asumió la presidencia interina durante la campaña del Ecuador. A pesar de los esfuerzos de Castilla por desacreditarlo, Del Mar mantuvo su reputación de integridad.

Incluso cuando Castilla fue víctima de un atentado en 1860, Del Mar prefirió no asumir el poder aduciendo enfermedad, permitiendo que el Consejo de Ministros liderado por Juan Antonio Pezet se encargara del gobierno.

La larga agonía y su legado

La vida de Juan Manuel del Mar terminó en 1862 tras una larga lucha contra el cáncer. Aunque vivió en la pobreza, su legado de honestidad y dedicación a la justicia sigue vivo, simbolizado por el mausoleo erigido en su honor en el cementerio Presbítero Maestro.   (Presbítero Maestro)
La vida de Juan Manuel del Mar terminó en 1862 tras una larga lucha contra el cáncer. Aunque vivió en la pobreza, su legado de honestidad y dedicación a la justicia sigue vivo, simbolizado por el mausoleo erigido en su honor en el cementerio Presbítero Maestro.   (Presbítero Maestro)

Durante las elecciones presidenciales de 1862, Del Mar participó como candidato, pero una enfermedad lo obligó a retirarse. Falleció el 16 de junio de 1862, después de una larga lucha contra el cáncer, dejando un legado de servicio público y dedicación a la justicia.

El mausoleo erigido en su honor en el cementerio Presbítero Maestro es un testimonio de la estima en que fue tenido por sus contemporáneos. Más tarde, el Congreso otorgó una pensión a sus hijas, reconociendo así los sacrificios y contribuciones de Del Mar a la nación peruana.

La vida de Juan Manuel del Mar es un recordatorio de que la integridad y la dedicación pueden brillar incluso en tiempos de corrupción y conflicto. Su legado perdura como ejemplo de servicio y honestidad en la política peruana.

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