El sueño frustrado de Virgilio Martínez: aspiraba ser skater profesional, pero una lesión lo cambió todo, hasta que la cocina le brindó la oportunidad de volar

Al hablar de gastronomía peruana, uno de los referentes que vienen a la mente es Virgilio Martínez. Reconocido chef peruano y propietario del prestigioso Central Restaurante junto a su esposa Pía León, Martínez es una figura fundamental en el panorama culinario mundial.

Central Restaurante fue galardonado como el mejor restaurante del mundo en la edición 2023 de The World’s 50 Best Restaurants, un honor que refleja la excelencia y creatividad de su cocina. Sin embargo, pocos conocen el pasado de Martínez, un hombre que en su juventud soñaba con ser un skater profesional. Esta pasión, que tuvo que abandonar debido a lesiones, lo llevó a encontrar en la cocina una nueva forma de vivir al máximo.

El día de hoy, 10 de junio, Martínez estuvo presente en la Gran Final de Masterchef en España. En este evento, habló no solo de Central y la importancia de la geografía y el ecosistema peruano para su cocina, sino también compartió una anécdota personal que nos da a conocer más sobre sus inicios en la gastronomía. Durante la conversación, uno de los jurados del programa español le preguntó sobre su pasado como skater profesional y su transición a la cocina, una pregunta que llevó al chef a reflexionar sobre su trayectoria.

Cuando era más pequeño, el amor por el skate lo había capturado por completo, marcando el fin de su camino en el deporte rey. Esta decisión, aunque desconcertante para muchos en ese momento, fue el inicio de una nueva etapa en su vida. Dejando el fútbol atrás, Virgilio se sumergió en el mundo del skateboarding, una disciplina que le ofrecía la libertad y la emoción que buscaba. Sin embargo, las lesiones comenzaron a acumularse, forzándolo a reconsiderar su futuro. Fue entonces cuando la cocina apareció como una nueva pasión.

En la gastronomía, el chef peruano encontró un terreno fértil para canalizar su energía y creatividad. La cocina no solo le ofrecía la oportunidad de viajar, sino que también le brindaba la adrenalina y el desafío que tanto valoraba. En Central Restaurante, aplicó la misma dedicación y pasión que alguna vez mostró en sus hobbies. Su enfoque en los ingredientes peruanos y su compromiso con la sostenibilidad resonaron en el mundo culinario. Haciendo que su establecimiento no solo se destacó por su comida innovadora, sino por su capacidad de contar historias a través de cada plato, reflejando la geografía y biodiversidad del Perú.

Martínez y su equipo transformaron Central en un laboratorio culinario, explorando los diferentes ecosistemas del país, desde la Amazonía hasta los Andes. Este enfoque le permitió crear un menú que no solo deleitaba los paladares, sino que también educaba a los comensales sobre la riqueza cultural y natural del Perú. La creatividad y el rigor con el que Virgilio aborda su trabajo en la cocina son un testimonio de su carácter y determinación.

El chef peruano Virgilio Martínez hizo su entrada durante la etapa decisiva de la preparación de los platos finales, siendo recibido con entusiasmo por los asistentes. Consultado sobre la responsabilidad de liderar el mejor restaurante del mundo, expresó: “Es una responsabilidad tremenda no solamente con Perú, sino con Latinoamérica. También es un crecimiento puro, más libertad para hacer lo que nos gusta y afrontar un futuro con inspiración y una audiencia más mundial y más grande”.

Además, comentó que la gastronomía peruana está profundamente influenciada por la geografía, la multiculturalidad y los diversos ecosistemas del país.

El chef evaluó los platos finales con un enfoque crítico, elogiando las historias, sabores y estructuras presentadas por las participantes. Tras degustar los platillos, Virgilio tuvo el honor de entregar el trofeo a la ganadora, Angélica, quien se alzó como la mejor chef del programa.