⁠Fernando Acevedo: peruano batió récord mundial en 100 metros planos, pero no lo reconocieron oficialmente

Fernando Acevedo, notable por su impresionante velocidad, fue un atleta que sorprendió a muchos en la década de los 70. No solo competía contra sus rivales, sino también contra las limitaciones estructurales del deporte de aquella época. En una competencia local, dejó una marca memorable al completar los 100 metros planos en un tiempo que merecía estar en los récords mundiales.

Sin embargo, la celebración fue breve. Los mayores obstáculos no fueron otros atletas, sino la falta de jueces certificados y la ausencia de un cronometraje electrónico homologado. Este episodio significó un momento crucial en la carrera de Acevedo, cuyos logros y contribuciones, tanto a nivel nacional como internacional, siguen inspirando y generando debate. ¿Cómo pudo quedar una hazaña tan destacada fuera de los registros oficiales del atletismo mundial? La explicación se encuentra en los detalles técnicos y en un sistema que, en ese entonces, no hizo justicia a su talento.

El destacado atleta ha sido poseedor de las mejores marcas a nivel nacional y, durante muchos años, a nivel sudamericano. Desde muy niño demostró destreza para el atletismo, destacándose especialmente en su etapa escolar. Durante estos años, ya participaba en competencias de 100 y 200 metros planos.

Al empezar a ganar en competiciones regionales, su entrenador solicitó apoyo a la capital para que Acevedo fuera reconocido. Ya en la ciudad de Lima, el velocista peruano se propuso ser el mejor. Fue en los Juegos Panamericanos de 1971 donde logró cambiar el récord nacional de atletismo con un tiempo de 10.2 segundos en los 100 metros planos; esta marca se mantuvo durante décadas. En los 200 metros, también superó el récord anterior, registrando un tiempo de 20 segundos con 64 centésimas en los Juegos Olímpicos de Múnich. Entre los numerosos logros de su carrera, Acevedo recuerda especialmente su participación en los Juegos Panamericanos de Cali en 1971, donde ganó una medalla de bronce, superando a muchos rivales de gran nivel.

El 30 de agosto de 1970, durante los VI Juegos Bolivarianos en Maracaibo, Venezuela, el atleta peruano Fernando Acevedo protagonizó un momento histórico que lamentablemente no fue oficialmente reconocido.

La razón detrás de la no validación del récord radica en un detalle técnico crucial: aunque existió un sistema electrónico de medición, este le adjudicó al atleta peruano un tiempo de 10,2 segundos, el cual se tomó como registro oficial.

Este tiempo, aunque extraordinario, no fue suficiente para superar la marca mundial, pese a que Acevedo venció al campeón sudamericano y panamericano, Arquímedes Herrera, cuyo mejor tiempo era precisamente 10,2 segundos. Acevedo y otros testigos estaban convencidos de que su verdadera marca había sido la medida por los cronometristas. Aunque se presentó un reclamo, este no obtuvo la fuerza necesaria para cambiar la decisión de la Comisión Técnica.

Esta situación refleja los desafíos técnicos y administrativos que afectaron a los atletas de la época. La ausencia de homologación de los métodos de cronometraje y la falta de un reclamo contundente impidieron que el asombroso logro de Acevedo fuera reconocido en las instancias internacionales. Como resultado, su proeza quedó en un limbo deportivo, admirada pero no oficializada, subrayando así la importancia de contar con estándares adecuados para garantizar que los esfuerzos de los deportistas sean justamente valorados y reconocidos.

Luego de dejar las pistas de carrera, el destacado velocista peruano se convirtió en preparador físico del Club Alianza Lima. En este rol, se dedicó a fortalecer individualmente las partes débiles de los jugadores, logrando así que la delantera del equipo fuera conocida como «Los Potrillos» debido a su velocidad y excelente condición física. Además, Acevedo ejerció como preparador físico en la Universidad de Lima y también trabajó en la Asociación Profesional de Árbitros, demostrando su versatilidad y compromiso con el deporte.

Lamentablemente, el 29 de enero de 2024, la noticia de su deceso a los 77 años consternó al mundo del deporte peruano. Su legado, sin embargo, perdurará por siempre, pues Acevedo fue y seguirá siendo un ícono único en la historia del atletismo y el entrenamiento físico. Su impacto y aportes al deporte nacional continúan siendo recordados y celebrados.

Hoy en día se sabe que el hombre que ha hecho el mejor tiempo en atletismo es Usain Bolt, el cual ostenta la marca personal de 9.58 segundos. Este personaje nació el 21 de agosto de 1986 en Jamaica y es considerado el mejor velocista de la historia. Ganó ocho medallas de oro olímpicas y rompió récords mundiales en los 100 y 200 metros lisos.

Su carrera despegó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, con repeticiones en Londres 2012 y Río 2016. Además de su éxito en la pista, Bolt es conocido por su carisma y su icónico gesto de “Rayo”. Tras retirarse en 2017, ha incursionado en el fútbol y negocios, y es un activo filántropo a través de su fundación enfocada en educación y deportes en Jamaica.

El atleta más rápido de Perú actualmente es Aron Patrick Earl Sáenz. Este joven velocista ha destacado en competencias internacionales, estableciendo un récord nacional en la categoría Sub-20 con un tiempo de 10.45 segundos en los 100 metros planos. Además, se ha colgado múltiples medallas en eventos como los Juegos Bolivarianos de la Juventud y el Sudamericano de Mayores.