En gran parte de Lima Metropolitana, las principales calles suelen llevar nombres de personas que, debido a sus acciones, supieran dejar una huella en la historia de la sociedad peruana y merecen ser recordados.
Uno de ellos es Tomás Marsano, quien le da su nombre a una de las principales avenidas de la capital al recorrer varios distritos. Sin embargo, y a pesar del tiempo recorrido, son muchas las personas que siguen sin saber el origen de esta situación o de quién se trata. Esta es su historia.
Empresario todo terreno
Nacido en Lima en 1867, Tomás Marsano Gutiérrez fue un prominente hacendado y empresario peruano de origen italiano que consolidó su fortuna y su influencia a través de diversas iniciativas en los sectores agrícola, minero e inmobiliario.
Hijo de Andrés Marsano y Lucía Gutiérrez, Tomás realizó sus estudios en Italia antes de regresar a Perú. En diciembre de 1894, contrajo matrimonio con Clotilde Campodonico Crovetto, con quien tuvo once hijos: María Inés, Delia Fortunata, María Rosa, María Clotilde, Manuela María, José Alberto, Andrés Carlos, Tomás José, Carmen María, Atilio Enrique y Carmela María Marsano Campodónico.
Marsano fue el motor detrás de la Compañía Urbanizadora Surquillo, una entidad que poseía extensas tierras en esa parte de la capital, incluyendo las haciendas La Calera de La Merced y Primavera. A través de esta empresa, Marsano jugó un papel crucial en el desarrollo urbano de Lima, transformando áreas rurales en zonas residenciales y comerciales.
Además de sus emprendimientos inmobiliarios, Marsano se aventuró en la agricultura con la Compañía Agrícola Lima, consolidando su presencia con las haciendas Venegas en el Valle de Surco y Copacabana en Puente Piedra. Estas propiedades no solo ampliaron su fortuna, sino que también contribuyeron significativamente al desarrollo agrícola de la región.
El sector minero también fue testigo de la influencia de Marsano. Fue propietario de la Compañía Minera Santa Inés de Morococha, con la cual expandió su imperio empresarial. La minería, en esa época, era un sector clave para la economía peruana, y la participación de Marsano en este campo subraya su visión para diversificar sus inversiones y fortalecer su legado.
La Casa Marsano
La construcción de la majestuosa Casa Marsano en la cuadra 50 de la avenida Arequipa es quizás una de sus contribuciones más emblemáticas.
Esta residencia, ordenada por el propio Marsano, fue inaugurada en 1941 y rápidamente se convirtió en un símbolo de lujo y poder en Lima. En su momento, la revista Caretas la elogió como “el más reciente palacio construido en Lima”, destacando su importancia en la arquitectura y la sociedad limeña de la época.
Sin embargo, la Casa Marsano no recibió el reconocimiento oficial como patrimonio material del Estado. En el año 2002, debido a disputas familiares, la propiedad fue vendida y posteriormente demolida. En su lugar, se encuentra hoy la Residencial Miranda, una representación del constante cambio y evolución de la ciudad.
La avenida que va por varios distritos
El impacto de Marsano en Lima no se limita a sus propiedades y negocios. La avenida Tomás Marsano, que recorre los distritos de Santiago de Surco, Surquillo y Miraflores, lleva su nombre en honor a sus contribuciones al desarrollo urbano de la capital.
La avenida, que se inicia en la avenida República de Panamá, es testigo de la vida diaria y el crecimiento de la ciudad. En su recorrido, se encuentran instituciones educativas como la Universidad de San Martín de Porres, y centros comerciales como el Open Plaza y el supermercado Plaza Vea.
Esta arteria urbana es vital para el transporte público, incluyendo el paso elevado de la línea 1 del Metro de Lima y Callao, que se sitúa sobre el separador central de la avenida.
El legado de Tomás Marsano se extiende también a sus descendientes. Entre sus nietos se destacan figuras como la abogada Delia Revoredo Marsano (exmiembro del Tribunal Constitucional) y el empresario minero Andrés Marsano Porras.
Tomás Marsano Gutiérrez falleció el 20 de septiembre de 1949, dejando tras de sí una trayectoria de éxito y transformación. Su vida y obra son testimonio de la capacidad de una sola persona para impactar significativamente en múltiples sectores y contribuir al desarrollo de una nación.