Dina Boluarte y su 5% de aprobación la coloca como la presidenta del Perú con más baja aceptación de los últimos 44 años

Presidenta lidera la lista de los presidentes más impopulares, por encima de investigados y sentenciados por corrupción. Presidencia, PCM y Congreso se mantienen en números rojos

Presidencia del Consejo de Ministros demandó al Ministerio de Justicia por responder al pedido de transparencia de un periodista. ¿El motivo? El reporte de visitas al área residencial de la presidenta Dina Boluarte. Composición Infobae Perú.

A un año y medio de asumir la presidencia, Dina Boluarte ha alcanzado un nivel de desaprobación sin precedentes. Según la última encuesta de Datum para El Comercio, solo el 5% de la población la apoya, marcando la cifra más baja registrada por un jefe de Estado en el Perú desde 1980. Este histórico descenso en la aprobación popular de Boluarte refleja una crisis de legitimidad y liderazgo en el gobierno que supera a gestiones cuestionables como los que Alan García y Alejandro Toledo.

En el primer trimestre del año, Boluarte aún contaba con un 10% de aprobación, pero la tendencia negativa se acentuó tras el estallido del Caso Rolex en abril, cuando su respaldo cayó al 7%. Las encuestas muestran que la situación ha empeorado desde entonces, cuando se suscitaron una serie de investigaciones en contra de la mandataria y su hermano Nicanor Boluarte y cuyos intentos de evitar mayores pesquisas han propiciado el inicio de diligencias por parte de la Fiscalía por el presunto delito de encubrimiento.

La situación de Dina Boluarte refleja un clima de profunda crisis política y social en el Perú. Aunque la ciudadanía no ha salido masivamente a las calles, el descontento está en aumento. Con un apoyo del 5% y una desaprobación del 91%, Boluarte enfrenta uno de los desafíos más grandes en la historia reciente del país; incrementándose en prácticamente todas las regiones en comparación con la última medición de abril. En el sur del Perú, la situación es todavía más crítica: el apoyo a Boluarte se ha reducido del 7% al 3%, mientras que su desaprobación ha escalado hasta el 95%.

Dina Boluarte, la presidenta más impopular del Perú en el siglo XXI

Ambos candidatos del partido de Perú Libre comparten su mala relación con la prensa. | Fotocomposición: Infobae Perú (Camila Calderón) / Presidencia

Ahora bien, comparado con anteriores presidentes a lo largo de este siglo, como Alejandro Toledo, quien en su peor momento registró una aprobación del 7% en 2004, o incluso Pedro Castillo, Boluarte ha roto todos los récords negativos posicionándose como la mandataria con la peor evaluación en lo que va de los últimos 44 años.

La encuesta de Datum revela que, si de impopularidad se trata, la presidenta Boluarte encabeza la penosa lista, siendo la primera presidenta mujer, y a su vez, la que menos aprobación mantiene. Sobre ello, el analista Enrique Castillo consideró que “un gobernante con un 5% de aprobación, lo único que tiene es la legalidad como fundamento de su gobierno” y que, “aunque no hay movilizaciones, la presidenta está parada en una zona inflamable. Ese nivel de aprobación genera la posibilidad de que, ante cualquier tipo de estímulo, exista una reacción de la población”.

Congreso y PCM también con cifras mínimas

Por otro lado, el primer ministro Gustavo Adrianzén, también se mantiene con una popularidad de un solo dígito, con apenas tres puntos por encima de la mandataria, un 8%, cifra similar a la de la presidenta. Sin embargo, los ministros de Economía e Interior, aunque son desconocidos por una quinta parte de la población, casi triplican la aprobación de Boluarte.

José Arista, titular del Ministerio de Economía y Finanzas, con un 14% de aprobación; y el recientemente nombrado ministro del Interior, Juan José Santiváñez, con un 13%. De estas, la del titular del Mininter es observada de cerca, especialmente porque la inseguridad ciudadana es uno de los principales problemas del país.

Respecto al Congreso, su popularidad también es baja, y la última encuesta muestra un aumento de cinco puntos en la desaprobación del presidente del Congreso, respecto al mes de marzo, que registró un 70%; mientras que en junio arrjó un rechazo del 75%. Esto indica un deterioro en la imagen del Legislativo, lo cual aumenta la desconfianza hacia las reformas políticas en curso. De hecho, la población cuestiona la búsqueda de beneficios propios.