La gastronomía peruana siempre fue reconocida internacionalmente por su riqueza y diversidad de sabores. Desde cualquier región, los potajes conquistaron paladares de personas de diferentes países Entre todos, el ceviche, un delicioso plato de pescado marinado en cítricos, ha sido el favorito y se ganó aplausos en numerosos festivales y competencias culinarias globales.
Sin embargo, en esta ocasión, Tasting Table, una empresa de medios digitales especializada en alimentos y bebidas, centró su atención en otro icono de la cocina nacional: el pollo a la brasa.
A través de su sitio web, la compañía elogió al potaje por su jugosidad y el sabor único obtenido de su cocción en horno de carbón. “La piel se vuelve crujiente y fragante, mientras que la pulpa permanece tierna y absorbe todos los sabores de la marinada”, se lee.
Asimismo, señala que “la composición precisa de los aromas se mantiene en secreto”, por lo que hay distintos estilos en los restaurantes.
De acuerdo con el portal especializado, algunos optan por una preparación sencilla y añaden un condimento suave para resaltar el sabor de la presa, mientras que otros prefieren influencias asiáticas más intensas o condimentos vibrantes de estilo latinoamericano.
“Esta enigmática variabilidad, así como un precio a menudo accesible, lo convierte en uno de los platos nacionales más populares del país y en una exportación culinaria ampliamente disfrutada”, explica.
Tasting Table añade que la preparación del pollo a la brasa puede “contener diferentes tipos de pimientos peruanos como el ají amarillo y el ají panca, influencias más europeas como pimentón, orégano, comino y ajo, además de vinagre, salsa de soja y salsa de frijoles molidos”.
Asimismo, la página recalca que este sabroso platillo se combina usualmente con cremas ricas como la mayonesa, ketchup o el ají criollo.
De acuerdo con el citado portal, la popularidad de este plato es atribuida a Roger Schuler, un inmigrante suizo que abrió el restaurante La Granja Azul en la década de 1950. Además, menciona que él era propietario de una granja de pollos cerca de Lima, buscaba vender las aves rápidamente, por lo que las cocinaba en un asador sobre brasas y ofrecía un menú de todo lo que se pudiera comer.
Esta idea tuvo éxito, lo que llevó a la proliferación de tiendas de pollo a la brasa en toda la ciudad. Luego, la preparación de este potaje evolucionó hasta convertirse en una amplia gama de mezclas, que muestra el amplio campo de influencias del Perú. “Esta selección permite una amplia posibilidad de sabores, y cada pollería elabora su propio toque secreto en el plato”, señala.
Gastronomía nacional
El interés internacional también se centra en la repostería del país, especialmente tras un premio otorgado por Taste Atlas. Sorprendentemente, el dulce galardonado no fue la clásica mazamorra morada ni el reconocido suspiro a la limeña, sino el queso helado. Procedente de Arequipa, este postre destaca por su sabor y textura únicos, conquistando paladares tanto locales como internacionales.
Según el reconocido portal, la elaboración de este postre incluye “leche entera y leche evaporada, combinadas con canela, clavo de olor, coco rallado, azúcar y yemas de huevo. Estos ingredientes se cocinan lentamente junto con la canela, clavo, coco y azúcar”. Gracias a estas características, el portal le ha otorgado una calificación de 4,4.
En la sección de postres, los picarones ocupan el segundo lugar con una puntuación de 4,2. Según la guía culinaria, se consideran un alimento esencial de la comida callejera y también se les conoce como “rosquillas peruanas”.