Huaycán de Cieneguilla, el enigmático complejo que guarda los secretos ancestrales del valle de Lurín

Exploraciones en este sitio arqueológico han revelado frisos decorativos, cerámicas y herramientas que ofrecen un vistazo inquietante a un pasado perdido, donde las culturas Ychsma e Inca dejaron su huella imborrable

Descubre los secretos de este impresionante sitio arqueológico, donde cada estructura de adobe y piedra cuenta una historia olvidada. Encuentra frisos, tumbas y más en un fascinante recorrido por épocas prehispánicas. (Composición Infobae Perú)

En las profundidades del valle de Lurín, un enigmático sitio arqueológico revela los secretos de antiguas civilizaciones que alguna vez dominaron esta región de Perú. La zona arqueológica Huaycán de Cieneguilla, con sus imponentes muros de piedra y misteriosos frisos decorativos, se erige como un testimonio silencioso de las culturas Ychsma e Inca. Sus patios amurallados y rampas ascendentes conforman un laberinto de historia, en el que cada estructura cuenta una parte olvidada de un antiguo rompecabezas.

Detrás de sus construcciones de adobe y piedra se encuentran pistas sobre la vida cotidiana, las prácticas agrícolas y las creencias religiosas de sus antiguos habitantes. Los descubrimientos de cerámicas, herramientas y tumbas ofrecen un vistazo inquietante a un mundo perdido, una ventana a las dinámicas sociales y económicas de una época prehispánica.

A medida que avanzan los estudios y excavaciones, Huaycán de Cieneguilla no solo nos informa, sino que también nos invita a explorar los misterios que aún permanecen ocultos bajo su suelo milenario.

¿Qué características distinguen la arquitectura de Huaycán de Cieneguilla?

El sitio arqueológico se localiza en los límites de la Comunidad Campesina de Collanac en el distrito de Cieneguilla en la provincia y el departamento de Lima, cerca de los centros poblados Huaycán de Cieneguilla y Las Terrazas.
Huaycán de Cieneguilla: El Enigmático Templo de Piedra del Valle de Lurín Foto: Gobierno del Perú

Huaycán de Cieneguilla es un complejo urbano y ceremonial que destaca por su arquitectura elaborada y bien organizada. Los muros del sitio están construidos principalmente de piedra y adobe, materiales comunes en la región, los cuales rodean múltiples recintos, formando espacios que habrían servido para diversas funciones, desde residencias hasta áreas administrativas.

Según la información proporcionada por el Ministerio de Cultura, las rampas son una característica arquitectónica distintiva del sitio, utilizadas en lugar de escaleras para conectar diferentes niveles. Esta particularidad no solo facilitaba el movimiento, sino que también refleja la adaptación de la planificación incaica. Los patios, por su parte, son áreas abiertas y amuralladas que habrían sido utilizadas para actividades comunitarias, ceremonias y como puntos de reunión. Algunos de estos patios tienen paredes decoradas con frisos geométricos y figuras antropomorfas, proporcionando pistas sobre las creencias y prácticas religiosas de sus habitantes.

¿Qué culturas habitaron la región del valle de Lurín?

La zona arqueológica de Huaycán de Cieneguilla ofrece una ventana a dos culturas que habitaron la región del valle de Lurín: los Ychsma y los Incas. Antes de la llegada de los incas, la zona estaba ocupada por el señorío Ychsma, que se extendía por los valles de los ríos Lima y Lurín.

Según el portal Qhapaq Ñan, esta cultura, que floreció entre los siglos X y XV, es conocida por haber desarrollado sofisticados sistemas de irrigación y una arquitectura caracterizada por construcciones de adobe y piedra.

La sociedad estaba organizada en señoríos y era reconocida por su habilidad agrícola, lo que les permitió establecerse en diversas áreas al sur de Lima. Era uno de los edificios más grandes y complejos de la zona, y los arqueólogos creen que fue un centro ceremonial con características rurales entre las capitales provinciales de Pachacamac y Hatun-Xauxa (Junín).
La Zona Arqueológica de Huaycán de Cieneguilla funcionó como un centro administrativo y ceremonial erigido por las poblaciones locales, y fue la capital del curacazgo de Huaycán. Más tarde, se integró al señorío Ychsma (1000 - 1470 d.C.). Foto: Qhapaq Ñan

Aproximadamente en el siglo XV, los Incas comenzaron a expandirse hacia la costa, incluyendo la región habitada por los Ychsma, incorporándola a su vasto imperio mediante una combinación de conquista y asimilación cultural. Esta influencia incaica se evidencia en cambios arquitectónicos y en la reorganización socio-política del territorio.

Las técnicas de construcción inca se integraron en las estructuras existentes, y Huaycán de Cieneguilla se adaptó para servir tanto funciones administrativas como ceremoniales dentro del Tahuantinsuyo (o Tawantinsuyo), el imperio de los Incas. La presencia de rampas en lugar de escaleras, por ejemplo, es una característica distintiva de la planificación incaica dentro del sitio.

Luego, el sitio se convirtió en un punto de control de los caminantes que viajaban desde el altiplano hacia la costa o viceversa. Este contexto histórico ubica a este lugar como un testimonio viviente de la coexistencia y transición entre dos culturas prominentes, revelando tanto la continuidad como el cambio cultural que ocurrió en la región central del Perú.

¿Qué hallazgos arqueológicos se encontraron?

En la zona arqueológica de Huaycán de Cieneguilla se han descubierto diversos elementos que ofrecen un valioso entendimiento de las culturas Ychsma e Inca. Uno de los hallazgos más distintivos son los frisos decorados, típicos de la cultura Ychsma, asociados con espacios ceremoniales o funerarios. Estos frisos incluyen diseños circulares en bajorrelieve que, según los arqueólogos, podrían interpretarse como un calendario lunar o estar relacionados con observaciones astronómicas, evidenciando un conocimiento avanzado de astronomía por parte de los Ychsma.

El descubrimiento más significativo en Huaycán de Cieneguilla es la tumba de un miembro de la élite inca conocido como quipukamayok, especialistas en el uso de quipus, dispositivos de grabación hechos de cuerdas y nudos, utilizados para llevar registros administrativos y contables. Dentro de la tumba, se encontró un kero de madera, un recipiente ceremonial para beber y símbolo de poder, junto con un caparazón de spondylus, uno de los materiales más valiosos durante el imperio inca, y un grupo de quipus encuadernados que demuestran el estatus del individuo. Estos objetos, hallados junto a los restos óseos, proporcionan una visión detallada de las prácticas funerarias y el alto estatus social de los individuos dentro del Tahuantinsuyo.

Algunos quipus no siguen los patrones de numeración decimal y son considerados un misterio. (Peru Travel)

Además de estos hallazgos, se descubrieron herramientas de piedra y cerámica decorada que muestran la habilidad artesanal de los antiguos habitantes. Las herramientas encontradas sugieren una sociedad muy avanzada en sus métodos de trabajo y producción. Los restos de sistemas de irrigación y terrazas agrícolas reflejan un sofisticado conocimiento en ingeniería hidráulica por parte de las culturas que habitaron la zona, lo que les permitió transformar y aprovechar el terreno para la agricultura.

La vida en Huaycán de Cieneguilla

La zona arqueológica de Huaycán de Cieneguilla fue habitada por comunidades que fueron parte de las culturas Lima e Ychsma, además de recibir una marcada influencia incaica en periodos posteriores. Estas comunidades eran conocidas por su organización social bien estructurada y su capacidad para adaptarse a las condiciones del desierto costero.

Las principales actividades económicas incluían la agricultura intensiva, aprovechando las fértiles tierras del valle del río Lurín. La construcción de terrazas y canales de irrigación permitió el cultivo de diversos productos agrícolas como maíz, papa, camote y calabaza. La cerámica era otra actividad significativa, destacándose por sus formas utilitarias y decorativas, con motivos geométricos y zoomorfos. Los talleres de cerámica y tejidos producían bienes tanto para el uso cotidiano como para el intercambio comercial.
Huaca de Cieneguilla es cuidada por la comunidad. Foto: El Peruano

La producción textil también era prominente, utilizando algodón y lana de camélidos. Los tejidos elaborados eran reconocidos tanto por su calidad como por sus complejos diseños, que a menudo incorporaban símbolos religiosos y sociales.

La ubicación de Huaycán de Cieneguilla, en una zona de tránsito y convergencia cultural, facilitó el intercambio con otras culturas preincaicas, como la cultura Lima y la Wari. Estas influencias se reflejan en la cerámica, la arquitectura y las técnicas agrícolas.

Con la expansión del Imperio Inca, este enigmático complejo se integró al Tahuantinsuyo, adoptando aspectos culturales y administrativos de los incas. Se evidencian elementos incaicos en la planificación urbana y en la presencia de estructuras típicas como los kallankas y los caminos del Qhapaq Ñan. Esta mezcla de influencias hizo de Huaycán de Cieneguilla un espacio de diversidad y riqueza cultural.