Han transcurrido nueve meses desde la muerte de una joven administradora de 28 años, que residía en el Cercado de Lima junto a su esposo, Rafael Urdaneta Álvarez, de nacionalidad extranjera. De acuerdo a las evidencias, él fue la última persona en verla con vida en octubre del 2023, cuando ocurrió su deceso.
Sin embargo, nuevas evidencias del caso alertarían que el hecho no habría sido un suicidio, como se supuso inicialmente, sino que las autoridades estarían frente a un nuevo caso de feminicidio.
Cámaras de seguridad del edificio
Un informe de Panamericana indicó que las cámaras de seguridad del edificio donde vivían captaron los últimos momentos de la mujer mientras subía al ascensor con el sujeto. La pareja residía en un departamento ubicado en la cuadra 14 de la avenida Arequipa, una zona concurrida de la ciudad.
Ese mismo día, el cuerpo sin vida de la víctima fue hallado luego de caer de una planta superior. En un primer momento, todo indicaba que se trataba de un suicidio; no obstante, las circunstancias del caso rápidamente despertaron sospechas entre los investigadores y familiares de la ciudadana, quienes no creían en la hipótesis presentada.
Detención del principal sospechoso
La situación cambió drásticamente cuando Rafael Urdaneta Álvarez fue citado a declarar en la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). Durante su comparecencia, fue detenido de forma preliminar durante siete días. La Fiscalía había reunido pruebas que lo señalaban como el presunto autor del feminicidio.
El caso ha generado una gran conmoción por el aumento de casos de violencia de género en el país. En estos nueve meses, la familia de la víctima ha exigido justicia y una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos, mientras que colectivos feministas han denunciado la violencia sistemática contra las mujeres.
Violencia contra la mujer en Perú
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha llevado a cabo un estudio con datos de mujeres de entre 15 y 49 años. Durante esta evaluación, se obtuvo una visión detallada de la magnitud del problema a nivel nacional: el 53,8% de mujeres fueron víctimas de algún tipo de violencia a lo largo del 2023. Las cifras indican una mayor incidencia en áreas urbanas, con un 54,2%, en comparación con el 52,2% en áreas rurales.
El estudio identificó varias formas de violencia, entre las que destaca la psicológica o verbal, que afectó al 49,3% de las mujeres entrevistadas. Este tipo de agresiones incluye agresiones a través de palabras, injurias, calumnias, gritos, insultos, desprecios, burlas, ironías, situaciones de control, humillaciones y amenazas.
La violencia física también es significativa, reportada por el 27,2% de las encuestadas. Este tipo se manifiesta a través de golpes, empujones, patadas y abofeteadas. Por último, la sexual fue reportada por el 6,5% de las mujeres, que se caracteriza por actos de coacción para realizar actos sexuales no consentidos.
Canales de ayuda
Si eres víctima de violencia contra la mujer e integrantes del núcleo familiar, puedes comunicarte de forma totalmente gratuita a la Línea 100, la cual “brinda información, orientación, consejería y soporte emocional en quechua, aimara y castellano para las personas afectadas”. De necesitarlo, puedes contactarte desde un teléfono fijo o un celular. El MIMP recuerda a la población que esta atención se otorga durante las 24 horas del día y los siete días de la semana.
También tienes la opción de acudir a uno de los Centros Emergencia Mujer (CEM), que se especializan en ofrecer “atención integral y multidisciplinaria” para sobrevivientes. Estos cuentan, además, con asesoría legal, contención emocional y apoyo social a nivel nacional. Atiende de lunes a viernes, en el horario de 8.00 a.m. a 4.15 p.m., mientras que los que se hallan en comisarías funcionan las 24 horas del día. Para más información, comunícate al (01) 419 7260.