La captura en mayo del 2021 de Elmer Gamarra Briceño, el exsuboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP) que fue entrenado como agente antidrogas por la DEA, destapó una red de corrupción y narcotráfico que involucra a varios agentes de la Dirandro con colombianos y brasileños dedicados al tráfico ilícito de la cocaína peruana.
Según información policial, Gamarra Briceño fue capturado en Brasil por el secuestro y violación sexual de la colombiana Deisy Daniela Ramos, así como por los asesinatos de su pareja, Jhojan Rosero Gómez, y de su padre, Gustavo Rosero Pérez, también colombianos. El expolicía habría cometido estos delitos junto a otros peruanos por un tema de dinero relativo a la venta de una finca en Atacuari, en Loreto (Perú), lugar que se usaba como laboratorio para procesar droga.
Sin embargo, Ramos, cuyo paradero sigue siendo desconocido, no volvió a presentarse ante las autoridades brasileras. La falta del testimonio de la denunciante y el hecho de que los asesinatos de los que se le acusa a Gamarra ocurrieron en tierras peruanas permitieron que el exsuboficial sea puesto en libertad meses después de su captura.
No obstante, la Policía de Brasil logró extraer y entregar a sus pares peruanos valiosa información del celular de Gamarra, a quien también llaman ‘Joao’ o ‘Patón’. Los chats de WhatsApp encontrados en el dispositivo, que se produjeron cuando este aún era agente antinarcóticos, revelaron la implicación de almenos seis policías de la Dirandro de Perú que le cobraban una tajada de las ganancias ilícitas que obtenía Gamarra junto a su clan familiar por la producción y tráfico de cocaína que realizaban en colaboración con narcos extranjeros en la triple frontera entre el Perú, Brasil y Colombia.
Los chats WhatsApp
Un diálogo de febrero del 2021, que fue obtenido por El Comercio, revela que el mayor PNP Ralph Ángeles Fiestas, entonces jefe del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (Depotad) de Caballococha, sabía de las actividades ilícitas de Gamarra y lo presionaba para recibir depósitos de dinero a cambio de mantenerlo en su puesto.
Ángeles, cercano a narcotraficantes de la zona, incluso le proporcionó su cuenta bancaria. Posteriormente, fue transferido a la comisaría de Mazán y finalmente detenido en Lima en diciembre del 2022 por violencia familiar. Actualmente, enfrenta un proceso judicial por integrar una presunta red criminal dedicada al tráfico de madera en la Amazonía y en enero fue pasado al retiro por renovación.
En otro diálogo con el suboficial PNP Deivis Culantres Recinas, apodado ‘Culey’, Gamarra expresa su preocupación por las represalias de narcotraficantes colombianos hacia él y su jefe, el mayor Ángeles, debido a la pérdida de un alijo de más de 500 kilos de cocaína en un operativo sorpresa en febrero del 2021.
Culantres, quien laboró con el mayor Ángeles en la Depotad de Caballococha, fue transferido en enero del 2021 al Destacamento Antidrogas de Sinchicuy, por lo que alega no haber sabido de ese operativo. Según menciona Gamarra, los narcos colombianos solo estaban molestos con el “mayor”, en referencia a Ángeles.
Gamarra también le confesó a ‘Culey’ en mayo del 2021 que planeaba eliminar a un socio que le hizo perder dinero relacionado con una finca en Atacuari usada para procesar droga. ‘Culey’ le responde con un frío “Dale vuelta, para qué sirve”. Días después, los colombianos Jhojan y Gustavo Rosero fueron asesinados en esa finca. Culantres sigue en actividad.
En un chat del 13 de febrero del 2021, Gamarra coordina con el suboficial PNP Roy Pérez Vásquez sobre una transferencia de dinero y le confiesa que debe cobrar US$25.000 en un poblado cercano a Caballococha, pero teme ser asesinado por un colombiano para evitar la cobranza. Además, menciona que policías del puesto fronterizo de Santa Rosa intentaron detenerlo por poseer municiones no autorizadas. Pérez sigue en actividad.
Para realizar sus negocios ilícitos en la frontera con Brasil y Colombia, Gamarra pagó S/10.000 al personal de Recursos Humanos de la Dirandro PNP, a través del suboficial Danny Ventura Aguilar, para permanecer en el Depotad de Caballococha bajo la jefatura de Ángeles. El acuerdo también incluyó el cambio de colocación de su socio, el suboficial PNP Jhonny Aguinaga Muñoz. Los recibos de las transferencias fueron encontrados en el celular de Gamarra.
En una conversación, un efectivo no identificado advirtió a Gamarra sobre un operativo antinarcóticos en Bellavista, donde opera su tío Carlín Bemol Gamarra Soria. Gamarra alertó a su familiar, diciéndole que no saliera de Brasil ni viniera a Perú, y avisara a sus amigos y demás familiares. Su tío respondió: “Ok ‘sobri’”. Cabe mencionar que Juan y Viane Gamarra Soria, también tíos de Elmer Gamarra, tienen antecedentes por tráfico ilícito de drogas.
El mencionado medio también indicó que intentó contactar a los policías mencionados. Solo Roy Pérez respondió negando haber tenido alguna conversación con Gamarra en ese año, no obstante el número al que se le contactó es el mismo que aparece en los chats de WhatsApp.
El fiscal antidrogas de Iquitos, Luis Alberto Paz de la Cruz, investiga el Caso Fariña, relacionado con el clan de los Gamarra. El caso, inicialmente a cargo de un equipo de la Dirandro que colabora con sus pares de Brasil bajo un convenio antidrogas, se mantiene en reserva por más de un año. Los investigados incluyen narcotraficantes colombianos y brasileños, así como efectivos antidrogas que trabajaron con Gamarra en Loreto entre 2020 y 2021.
El comandante PNP Miguel Palma, oficial de inteligencia de la Dirandro, informó que Gamarra abandonó su cargo en febrero del 2021 y posteriormente fue retirado por motivos disciplinarios. En cuanto a los efectivos mencionados en los chats, aclaró que no trabajan en la Dirección Antidrogas y que están fuera de la Dirandro.
Palma también afirmó que, al igual que esos suboficiales, hay muchos miembros del personal policial que siempre están bajo la vigilancia para identificar infiltrados en la Dirandro. Añadió que hay almenos 12 clanes familiares dedicados al narcotráfico que tienen carpetas de investigación en el Ministerio Público.
Más policías implicados
Según información obtenida por Cuarto Poder, el celular de Gamarra ayudó a la PNP a conocer la implicancia de otros policías de la región Loreto que facilitaban la operación de narcos que llevaban la droga desde Loreto a Brasil.
- Christian Valera Salas: Comisario de la localidad de Santa Rosa de Yavarí, provincia de Mariscal Ramón Castilla, Loreto. Con 30 años de servicio en la Policía Nacional, Valera fue detenido el 7 de junio en un operativo dirigido por la Fiscalía Especializada en Tráfico Ilícito de Drogas de Iquitos, acusado de ser “topo” de los narcotraficantes del Trapecio Amazónico. Valera cobraba sobornos a cambio de información sobre operativos policiales, permitiendo a los narcotraficantes eludir la justicia.
- José Ríos Dávila: Suboficial técnico de primera en el Departamento de Operaciones Antidrogas (Depotad) de Caballococha. Originario de Maynas y con 42 años, Ríos también fue detenido en el mismo operativo. Se le acusa de recibir sobornos para alertar a los narcos de los operativos antidrogas y facilitar el transporte de cocaína. Además, mantenía comunicación directa con el narco Delmar García Cruz, el Nene, líder de la organización criminal ‘Los Nenes de la Triple Frontera’.
Por orden judicial, se logró realizar la intervención de las líneas telefónicas de Valera y Ríos. Fue así que se descubrieron comunicaciones que revelaron cómo ambos agentes coordinaban con el narco Delmar García Cruz, alias El Nene, alertándolo acerca de operativos antidrogas y asegurando rutas seguras para el transporte de cocaína.
Además, las autoridades confirmaron que la organización ‘Los Nenes de la Triple Frontera’ no solo se dedicaba al tráfico de cocaína, sino que también mantenía vínculos con figuras públicas, incluyendo funcionarios del Ministerio Público y del Poder Judicial en Iquitos.
Diálogo entre el narco el Nene y la policía antidrogas
- Ríos: Eh, primo.
- El Nene: Dígame.
- Ríos: Oye, escúchame. ¡Escúchame, marica! Hay un hijo de puta que no sé si trabaja contigo, de la Marina, que te está echando mierda… Incluso hay fotos tuyas en las que estás en el puerto donde venden coco, con un coco en tu mano. Hermano, no sé, pero aquí la Fiscalía te tiene fichado Tiene tu foto, tiene tu nombre. Te están incluso…
- El Nene: ¿Qué está pasando?
- Ríos: Mira, si es posible ese teléfono de mierda que tienes, mañana me lo cambias, huevón, porque te están triangulando a ti, a Macano (narco), a Jota (narco).
- El Nene: No creo que sean de la Marina. Deben ser los colombianos que paran ahí, porque ellos me han intervenido.
- Ríos: El primero empieza una fiestaza (operativo) con pajaritos (helicópteros). Primito, te digo algo: si es posible salte antes, marica, y dile a Coco (narco) que se vaya de vacaciones porque Jota (narco) va a hacer lo mismo. Límpiate todito porque a Bellavista (Callaru) van a entrar sí o sí. Deja el techo (laboratorio). Allí debajo del techo mete carneros que se caguen los carneros. Al final se puede limpiar. Para que vean que es un potrero, viejo. Yo le he hecho ver a Jota (narco)”.