Este miércoles 5 de junio una interna del penal Virgen de Fátima falleció por una aparente falta de atención inmediata. De acuerdo a la queja de otra reclusa, la muerte de la mujer podría haber sido evitada de tener personal de salud al interior del penal; sin embargo, se encuentran sin doctores y enfermeros desde hace varios meses.
En el documento al que accedió Infobae Perú, Wanda Vargas Narvaez, de nacionalidad colombiana, detenida desde el 2018 por el delito de tráfico ilícito de drogas, advierte que ha solicitado el nombramiento de un médico para el penal que alberga a más de 200 mujeres y que la Institución Nacional Penitenciaria (INPE), liderada por Federico Javier Llaque Moya, no le ha dado respuesta “aun cuando es urgente”.
En diálogo con este medio, la abogada de Vargas Narvaez, Carmen Huidobro, detalló que la mujer que falleció estuvo varias horas sin ser atendida ante la falta de personal médico: “Hubo un retiro espiritual de tres días de un grupo llamado Emaús en el Pabellón 1. Al final del evento, la interna comenzó a sentirse mal, pero no tenían quién la atienda. Se puso mucho peor, advirtieron de su estado, pero no hicieron nada después de 3 horas. En el camino parece que se ha muerto”, mencionó.
Agregó que no es la primera vez que solicitan la designación de un médico dado que “la gente al interior está padeciendo diversas enfermedades”, pero que “no hay respuesta desde hace más o menos cuatro meses”.
Reclusas con graves diagnósticos
Una de las mujeres que teme por su vida es justo Vargas Narvaez, quien brinda alarmantes detalles sobre su estado de salud. En el documento menciona que se encuentra “muy delicada desde agosto de 2019”. Tan es así que, en una de las atenciones que recibió por el Hospital María Auxiliadora se le derivó al gastroenterólogo, quien consideró necesaria una cirugía de emergencia, la cual “hasta la fecha no se ha programado por negligencia del área de salud del penal y falta de médico”.
Además de dar detalle sobre su grave diagnóstico, la reclusa advierte que “muchas internas tienen diferentes padecimientos. Entre ellos, tumores en diversas partes del cuerpo que requieren atención médica previa para ir a un hospital especializado y la respectiva junta médica”.
Ante el deterioro de su salud, la reclusa también remitió un escrito al Consulado de Colombia el pasado 3 de junio en el que destacó que presenta “hemorragias continuas y que el dolor es insoportable” y pide que se oficie al director del centro de salud para que se le dé prioridad a su intervención.
“El artículo 1 y 7 de la Constitución señalan que la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Además, que este debe garantizar el acceso universal a la salud de calidad, pues todos tienen derecho a la protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad; así como el deber de contribuir a su promoción y defensa”, recordó la afectada ante el INPE y despacho diplomático.
Infobae Perú solicitó el descargo del Instituto Nacional Penitenciario. Aunque indicaron en un primer momento que se pronunciarían, posteriormente dijeron que esperarán la necropsia de la fallecida previo a emitir un comunicado.
Al ser consultados sobre la falta de personal médico, descartaron referirse a ello hasta obtener los detalles de la muerte de la interna.