De acuerdo con el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima, el 55,3% de la clase media en Perú trabajó en condiciones de informalidad durante el 2023. Esta situación afecta a aproximadamente 3,6 millones de personas, lo que representa un incremento de 186 mil trabajadores informales más, con respecto al año anterior. Las cifras fueron obtenidas a partir de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) 2023.
La clase media en Perú constituye el 37 % de la población activa, que en total suma 17,7 millones de trabajadores. Por esta situación, Óscar Chávez, jefe del IEDEP, expresó su preocupación por este fenómeno.
“La clase media es fundamental para sostener el consumo privado y la reactivación económica, por lo que resultan preocupantes las cifras de informalidad laboral y de negocios, pues eso conlleva efectos negativos en la productividad y la competitividad del país”, detalló.
¿Cómo vive la clase media?
La informalidad laboral no es el único aspecto analizado por el IEDEP. En el ámbito de la vivienda, se descubrió que el 71,6% de la clase media reside en una vivienda propia, y el 65,1% de estos inmuebles están completamente pagados. La clase media considera la casa propia como un bien aspiracional, destacando así un importante rasgo socioeconómico. En contraste, el 13,3% alquila su vivienda y el 15% comparte una vivienda con otras personas.
Así, la distribución del estos no es homogénea en todo el país. Aproximadamente la mitad de la clase media se concentra en Lima (50 %), seguida de La Libertad (20,6 %). Otros departamentos como Moquegua, Ica y Arequipa también presentan porcentajes significativos de clase media, superiores al 40 % de su población. Estas disparidades subrayan las diferentes condiciones de vida entre la capital y otras regiones del país.
El análisis revela que los principales sectores laborales para la clase media son Servicios (42,4 %) y Comercio (20,7 %). Otros sectores incluyen Manufactura (10,9 %), Transportes y Comunicaciones (9,1 %) y Agropecuarias (8,3 %). Además, el 62,1 % de la fuerza laboral de clase media son trabajadores dependientes, frente al 27,2 % que son independientes. Solo un 5,7 % se identifica como empleadores y el 5 % como trabajadores del hogar o en otras ocupaciones.
La educación de la clase media
Un aspecto relevante del análisis es la educación de la clase media. Según los datos de la ENAHO 2023, el 27,8 % de las personas de clase media ha completado la educación secundaria, un 13,1 % tiene educación no universitaria completa y un 16,5 % ha culminado estudios universitarios. Esta segmentación educativa permite identificar mejor las necesidades formativas y laborales de esta población.
Además de estos factores, la salud también juega un papel crucial. Alrededor del 49,5 % de la clase media padece de enfermedades crónicas como artritis, hipertensión, asma, reumatismo o diabetes. Oscar Chávez destacó la importancia de abordar estos problemas: “Esta población cuenta con al menos un tipo de seguro privado o público”, lo que resalta la necesidad de políticas de salud adecuadas para esta segmentación.
El rango de ingresos para definir a una familia de clase media está establecido entre S/3.125 y S/18.079 al mes. Este rango de ingresos permite una mejor comprensión de las capacidades y limitaciones económicas de este segmento. Chávez añadió que “tener una vivienda propia completamente pagada permite tomar decisiones financieras donde el inmueble puede usarse como garantía”, un factor crucial para la estabilidad económica.
Finalmente, los datos presentados por el IEDEP de la Cámara de Comercio de Lima arrojan luz sobre la urgencia de afrontar los desafíos que enfrenta la clase media peruana. La alta informalidad laboral, las disparidades regionales, las necesidades educativas y los problemas de salud son aspectos que deben ser trabajados para asegurar el crecimiento y la contribución de este grupo a la economía del país. Así también, a la luz de la reforma de pensiones, deben buscarse también opciones de su protección al futuro.