Una niña de 13 años tuvo que ser operada de emergencia tras presentar una obstrucción estomacal causada por la formación de una masa de cientos de pelos en su estómago. Esta situación ha sido reportada por especialistas del Servicio de Cirugía General del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), quienes extirparon la masa y alertaron sobre la recurrencia de este problema, registrando más de quince casos en los últimos años, según informó el cirujano pediatra Harry Suárez.
La paciente, proveniente del distrito de Comas, fue ingresada al INSN con síntomas de dolor abdominal, cólicos, náuseas, vómitos e intolerancia a los alimentos. Estos dolores habían sido interpretados erróneamente durante meses como consecuencias de comidas pesadas.
“En realidad, estaba haciendo obstrucción en el estómago”, indicó el Dr. Suárez. Los síntomas persistentes también incluyeron pérdida de peso y anemia.
Tras realizar una radiografía, se descubrió una masa en el estómago identificada como tricobezoar, que es una acumulación de pelos ingeridos. Suárez explicó que esta masa “hace una cola y pasa por todo el duodeno e intestino delgado”, obstruyendo el tubo digestivo superior.
Tricotilomanía y tricofagia
El Dr. Suárez informó que los tricobezoares se forman en pacientes con tricotilomanía y tricofagia, trastornos que impulsan a las personas a arrancarse y comerse su cabello debido a un síndrome ansioso u obsesivo-compulsivo.
“Estos pacientes también se comen las uñas muchas veces”, añadió. Con el tiempo, el cabello ingerido se acumula en el estómago junto con los alimentos, formando una masa que eventualmente causa obstrucción.
En el caso de esta paciente, la masa pesaba cerca de un kilogramo y medía 22 centímetros de largo por 12 centímetros de ancho. La cirugía para extirpar la masa duró aproximadamente una hora. Su recuperación se está llevando a cabo de manera satisfactoria; actualmente es alimentada vía intravenosa y, según el Dr. Suárez, en unos cinco días podría empezar a ingerir alimentos por vía oral, dependiendo de su evolución.
Harry Suárez hizo un llamado a los padres para que estén atentos a los hábitos de sus hijos, especialmente si observan comportamientos como morder y comer cabello, ya que pueden ser síntomas de un problema mayor que afecta gravemente la salud.
“Ante cualquier síntoma de deterioro de la salud, deben llevar al niño al médico”, enfatizó el especialista. Asimismo, Suárez destacó la importancia de no subestimar síntomas como náuseas o vómitos persistentes.
El caso de esta niña no es aislado. En el 2023, se han registrado cinco casos similares, lo que resalta la necesidad de concienciar sobre estos trastornos y sus posibles consecuencias. El cirujano pidió a los padres a estar en alerta con sus hijas (os) para evitar que lleguen a este extremo y que ante algún síntoma de deterioro de la salud deben llevarlo al médico.
Realizan primera reconstrucción facial con hueso del omóplato
Una niña cusqueña de 14 años fue sometida a una compleja cirugía de reconstrucción facial en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, en la que se empleó hueso del omóplato de la paciente. Esta operación se realizó tras la extirpación de un tumor gigante en el lado izquierdo de la cara y se considera la primera en su tipo en el mundo.
El tumor, que medía 12 cm de largo, 10 cm de ancho y 10 cm de espesor, pesaba 330 gramos y comprometía diversas estructuras anatómicas, incluyendo la base de la órbita del ojo, la fosa nasal, el maxilar superior y el paladar. La cirugía, que duró un total de 22 horas y se llevó a cabo en tres fases, fue encabezada por Carlos Salazar Banda, jefe del Servicio de Cabeza, Cuello y Maxilofacial, y el cirujano Óscar Broggi Ángulo.
La intervención involucró a un equipo multidisciplinario compuesto por 25 profesionales de 11 servicios distintos. Óscar Broggi Ángulo señaló la importancia de esta intervención al afirmar que “por primera vez se hizo una reconstrucción facial usando escápula. Este caso es inédito en la cirugía pediátrica mundial. No hay reportes operatorios ni quirúrgicos de un caso similar y menos en pacientes de edad pediátrica”.