Los problemas en la educación peruana continúan, a pesar de que en la víspera la presidenta de la República, Dina Boluarte, inauguró una nueva Escuela del Bicentenario en el distrito de La Molina. La misma suerte no corren los colegios alejados de la capital, como es el caso del departamento de Piura, en la provincia de Sechura.
La comunidad educativa de la Institución Educativa ‘Cristo nos Valga’ se encuentra en pie de lucha. Desde hace cinco días, padres de familia y profesores iniciaron una huelga de hambre frente al colegio, demandando respuestas del Ministerio de Educación respecto a las obras inconclusas que, tras tres años, permanecen paralizadas.
Las obras de remodelación y ampliación del colegio comenzaron en 2021 con un presupuesto de 17 millones de soles. Sin embargo, actualmente el costo escaló a 80 millones de soles y los trabajos están detenidos. Esta situación generó una profunda indignación entre los padres, quienes cuestionan la gestión y ejecución del proyecto.
Un padre de familia expresó a Exitosa su frustración: “La obra inició en 2021 con una inversión de 17 millones de soles. Hoy, en 2024, nos sorprende ver que el monto ha subido a 80 millones de soles. Las paralizaciones han sido constantes desde el inicio. Exigimos que se incremente el personal adecuado, ya que los obreros actuales no están capacitados para llevar a cabo todos los trabajos necesarios”.
Alumnos estudian en casa de los vecinos
La comunidad de Sechura no solo enfrenta problemas de gestión y ejecución de las obras. Los más de 700 alumnos de la institución estudian en aulas prefabricadas e incluso en casas de vecinos, una situación que empeora con las condiciones climáticas adversas. “Llevamos cinco días aquí, con la olla común, apoyándonos entre nosotros. Queremos la solución sobre la construcción del colegio, que beneficiará a todos nuestros niños. Están estudiando en aulas prefabricadas, que no están en las mejores condiciones, especialmente con este frío”, comentó una madre de familia.
El ministro de Educación, Morgan Quero, visitó la obra, pero las respuestas han sido insuficientes. Mientras que, la Contraloría también intervino, observando varias deficiencias en el proyecto. La empresa a cargo de la construcción, SIP, subcontrató a otras empresas, y algunas de las estructuras ya construidas están siendo demolidas por problemas en su ejecución. “Cada 15 o 20 días recibimos visitas, pero hemos constatado que están demoliendo pisos, veredas y techos”, agregó el mismo padre de familia.
Este caso es solo un ejemplo de la situación que enfrentan muchas otras escuelas en el país, donde las obras están abandonadas o paralizadas, y los presupuestos se disparan sin una justificación clara.
“No vamos a levantar esta huelga de hambre hasta que no haya un pronunciamiento claro del Ministerio de Educación. Queremos que terminen la obra y nos den una solución pronta. Nuestros niños merecen estudiar en un ambiente adecuado y seguro”, concluyó una madre de familia.
No es la única institución en malas condiciones
En el distrito piurano de Veintiséis de Octubre, 104 niños del Colegio 20899, en el asentamiento humano Las Dalias, sufren la falta de agua y energía eléctrica. La directora, Maritza Vicente Ruesta, manifestó su preocupación por la indiferencia de las autoridades educativas, especialmente la Dirección Regional de Educación dirigida por María Victoria Madrid Mendoza. A pesar de los constantes reclamos, no se ha conseguido una solución.
Ante esta situación, un vecino brindó su baño a los estudiantes y permite la conexión del desagüe y la electricidad de su hogar para cubrir las necesidades básicas del colegio. “Un buen vecino nos presta un baño y electricidad. No es justo que los niños estudien en estas condiciones”, expresó Vicente a Noticias Piura.
El problema se agrava con la falta de infraestructura adecuada, como la ausencia de un cerco perimétrico, exponiendo a los estudiantes a peligros. La directora alertó sobre robos de ventiladores y otros objetos debido a esta vulnerabilidad.