El despiste de una combi en el kilómetro 15 de la Carretera Central, a la altura de Horacio Zeballos, en el distrito limeño de Ate Vitarte, el pasado 30 de mayo, provocó que decenas de personas quedaran heridas.
Las primeras investigaciones sostenían que el chofer del vehículo, que acumula 17 papeletas sin pagar desde el 2013, perdió el control de su unidad ya que se le vaciaron los frenos. Sin embargo, esto aún no ha sido confirmado. Lo único cierto es que el conductor se dio a la fuga tras el accidente.
-“Fue de película. Pasó a toda velocidad, voló por los aires, cruzó la vía férrea y se fue hasta la vía alterna, terminando empotrado contra los módulos de las casas prefabricadas que están en venta aquí en la entrada”, comentó uno de los testigos para el medio local Mika Tv.
La combi terminó volteada mientras varias personas eran atendidas en la zona del impacto. Una de ellas era la joven Roció, quien, tras casi una semana del accidente, aún se encuentra gravemente afectada.
Perdió la memoria
La mañana del jueves 30, la menor se encontraba en el paradero esperando el bus correcto que la conduzca hacia su instituto para poder matricularse. Sin embargo, de un momento a otro, fue violentamente impactada por el mencionado vehículo.
Nada de lo ocurrido es recordado por Rocío, quien ha sufrido de vómitos, convulsiones y fuertes dolores de cabeza desde entonces. Con el pasar de los días, ha recobrado de a pocos la memoria, pero los últimos recuerdos aún se encuentran borrosos para ella.
“No se acuerda de nada. Se acuerda de que estuvo en casa, pero no sabe qué pasó. Cuando despertó en el hospital, me acerqué y no me reconocía. Recién al tercer día, como que ya sabía quién era yo, me dijo ‘eres mi mamá’ y se puso a llorar”, narró la madre de la muchacha a 24 Horas, noticiero de Panamericana Televisión.
“Ahora está en mi casa, en el alta le dicen que supuestamente está bien, pero yo no veo bien a mi hija. El accidente que ella ha tenido no es nada leve, es muy fuerte”, continuó narrando sobre el estado de su hija, quien no soporta la luz y se queja de varios dolores corporales.
Con 35 años de antigüedad
Un par de días luego de este siniestro, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) autorizó que vehículos destinados al transporte público —como combis, custers y ómnibus— con una antigüedad de hasta 35 años puedan transitar por las calles de Lima y Callao.
Esto es posible gracias a la Resolución 285-2024-MTC/01.02. En ella, el MTC extiende el tiempo de vida de estas unidades obsoletas, a pedido de la misma Autoridad de Transporte Urbano (ATU).
Según se lee en el documento, el objetivo es “garantizar la continuidad del servicio de transporte público terrestre de personas, en respuesta al desabastecimiento del parque automotor; sumado a un posible incremento de la informalidad que supone una desventaja competitiva para los servicios formales ante una sobreoferta de servicios de transporte prestado en vehículos que no cumplen con las condiciones técnicas y operacionales mínimas exigibles”.
De esta manera, se actualiza el “Cronograma del Régimen Extraordinario de Permanencia para los vehículos destinados al servicio de transporte terrestre regular de personas”, de manera que las combis fabricadas entre 1990 y 1992 puedan operar hasta el 31 de diciembre de 2025. Para las custers y ómnibus de esos años, el tiempo de vida irá hasta el 31 de mayo de 2026.
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