Así como los mercados evolucionan, se abren al mundo y abrazan la tecnología, la abogacía —tradicional y fundamental práctica que lleva siglos en el Perú— busca no quedarse atrás. En palabras de Pierino Stucchi, abogado con experiencia en el sector público y privado, hay evidencia de transformación, pero hace la salvedad que debe existir un balance.
“El ejercicio de la profesión de abogados a veces parece que ya está determinada por lo tradicional. Pero más bien, ahora está sufriendo cambios. En el mercado peruano existen firmas tradicionales que aplican una mecánica antigua, que se ha visto superada por la necesidad actual. En la actividad empresarial existe mucha innovación y mucho componente digital para facilitar las actividades y hacerlas más eficientes y entregar valor. Un estudio de abogados necesita reflejar la dinámica del cliente, no se puede quedar atrás”, indica.
Sin embargo, apunta que es necesario tener un balance entre la innovación y flexibilidad, y mostrar mucha disciplina, porque finalmente un abogado es el consejero que debe estar disponible permanentemente para clientes de alto perfil, que tienen necesidades complejas y muchas veces urgentes, además de lo cotidiano.
Una parte importante para seguir este ritmo, es que los profesionales acompañen este progreso. Stucchi se refirió a los nuevos perfiles de abogados, resaltando que los que hoy tienen menos de 30 años, tienen en su ADN mucho entendimiento y aproximación a lo innovador, a lo flexible, adaptables al cambio naturalmente, y eso es valioso. A su vez, resalta: “El rol de quienes ya superamos los 40, es ayudarles a entender que el equilibrio te lo permite la determinación en los objetivos, la persistencia cotidiana en la prestación continua y la disponibilidad de lo que el cliente necesita”.
“Un abogado es como un médico, la salud de su negocio y de su actividad está en tus manos, entonces corresponde estar disponible y atento individualmente y también como equipo”, precisa.
Crisis institucional
El derecho no es ajeno a la crisis que vive el país, es más, muchas veces es protagonista, con los poderes del Estado inmersos en cuestionamientos. Stucchi reflexiona sobre el rol de los abogados en la lucha contra la corrupción.
“Claramente, estamos sufriendo. Frente a ello, para los abogados que quieren ejercer seriamente la profesión, la honestidad y el planteamiento anticorrupción no es una opción, es un deber, es una obligación que no se puede poner en duda. El abogado que está fuera de la legalidad o fuera de la honestidad, está fuera del mercado y fuera de cualquier radar posible para ser tomado como profesional”, refiere.
El experto agrega que la trampa ya debe llegar a su fin en el ejercicio de la abogacía. “Ese movimiento invisible e indebido de influencias tiene que concluir definitivamente en nuestro país, porque lo está afectando profundamente y quienes deben luchar contra eso en diferentes trincheras, pero en una muy particular, somos los abogados”, manifiesta.
Sostiene que los abogados defienden legítimos intereses, pero que esos intereses deben defenderse con armas legítimas, con mucha intensidad, pero bajo una maquinaria diseñada para actuar legalmente, una maquinaria legítima. “Nada por debajo de la mesa, nada indebido y oculto. Eso debe estar claramente fuera de cualquier ejercicio profesional en la actualidad. Debemos luchar contra eso”.
Nuevas especialidades
Pierino Stucchi ha pasado por diferentes instituciones en diferentes responsabilidades. Ha sido gerente legal de Indecopi, donde tuvo a cargo dirigir el equipo que logró que las nuevas leyes en defensa de la competencia se aprobaran por decreto legislativo en la época de la implementación del TLC con Estados Unidos en el año 2008. Fue funcionario internacional en la Comunidad Andina, y superintendente adjunto en la Superintendencia del Mercado de Valores. Luego de esa experiencia de más de 15 años, pasó al sector privado, donde está hace poco más de seis años, primero en un estudio importante, y luego en la firma que abrió hace dos años con sus actuales socios, Stucchi, Bezada, Rodas & Pelaez Abogados.
Por la experiencia de los miembros de la firma, ven asuntos de alta complejidad en sectores y actividades muy reguladas, desde banca, sector educativo, sector aeronáutico, alimentos y bebidas, y negocios digitales. Sin dejar de lado los sectores tradicionales, como la construcción o infraestructura.
Es en este contexto que se han abierto nuevas áreas, lo que evidencia la evolución del servicio legal para empresas. Es así como el estudio cuenta con especialización en Protección de Datos Personales, Derecho Deportivo y Derecho de Negocios Digitales. Como afirma Stucchi, las tres reflejan que el servicio legal tiene que estar aparejado de la innovación de la actividad empresarial; en el fondo, son nuevas necesidades.
“El área de protección de datos personales tiene una legislación nueva hace algunos años. Tiene un área de derecho digital, que si bien no cuenta con una legislación unificada, posee diferentes legislaciones que van impactando los negocios digitales, así como decisiones de autoridades que responden a los nuevos tiempos. Entonces, un estudio contemporáneo actual, necesita incorporarlas, visibilizarlas y profundizarlas”, indica.
En la firma ya trabajan más de 35 abogados, y manejan una cartera de más de 100 clientes. Además, se ha posicionado en diferentes rankings internacionales. Asimismo, el estudio tiene actividad internacional, ya que los clientes representan a inversiones extranjeras al menos en un 40%, y por las alianzas que tienen con estudios aliados de España, Chile, Colombia, Estados Unidos. Otra preocupación de la firma es la investigación académica y los socios tienen diversas publicaciones.
Entre sus planes para el tercer año está el tener un par de oficinas al interior del país, con Arequipa y La Libertad como regiones candidatas. Y una importante alianza con una firma de abogados española, con la finalidad de remarcar su capacidad de atender inversionistas extranjeros en el Perú, con procedencia europea y en particular española.