Discapacidad e inclusión laboral: ¿IA para la autonomía?

En el mundo, 1,000 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad, de acuerdo a cifras del Banco Mundial

Guardar
Imagen de archivo de un cartel de una exposición sobre Inteligencia Artificial. EFE/EPA/Robert Ghement
Imagen de archivo de un cartel de una exposición sobre Inteligencia Artificial. EFE/EPA/Robert Ghement

En el Perú, más de 3 millones de personas padecen algún tipo de discapacidad (Conadis, 2023). En otras palabras, más del 10% de la población total tiene mayores probabilidades de sufrir resultados socioeconómicos adversos. Apenas cuatro de cada diez personas con discapacidad en edad de trabajar tienen empleo (Enaho, 2022). No obstante, el problema es global. En el mundo, 1,000 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad (Banco Mundial, 2023).

Ante este escenario, surge la inteligencia artificial (IA) como tecnología transformadora de industrias. Entonces, cabe reflexionar: ¿es la IA un aliado o peligro para las personas con discapacidad en el ámbito laboral?, ¿deberían las empresas apostar en propiciar entornos tecnológicos en beneficio de este capital humano?, ¿qué herramientas de IA se encuentran actualmente disponibles para mejorar la accesibilidad en el trabajo?

Según el informe “Tecnología y Discapacidad” de la Fundación Adecco (2023), en colaboración con la compañía Keysight Technologies Sales Spain SLU, la IA mejora la accesibilidad con tecnologías como el reconocimiento de voz y soluciones de navegación. Asimismo, el teletrabajo o trabajo híbrido se presentan como formas de flexibilidad laboral.

Sin embargo, también plantea ciertos riesgos. El estudio destaca que los sistemas de IA utilizados en los procesos de selección de personal pueden presentar sesgos, si estos sistemas no están entrenados sobre la base de criterios inclusivos. La brecha digital y la automatización también serían grandes amenazas.

De la vulnerabilidad a la competitividad

Un estudio publicado por Harvard Business Review (2023), titulado “Disability as a Source of Competitive Advantage”, sostiene que las discapacidades suelen conferir talentos únicos que hacen que las personas sean mejores en determinados trabajos. Asimismo, eleva la cultura corporativa, pues otros trabajadores podrían inspirarse en la admirable labor que realizan sus colegas con discapacidad. Además, la reputación de inclusión mejora la propuesta de valor entre los clientes. Adicionalmente, ser reconocido como socialmente responsable brinda a la empresa una ventaja en la competencia por el capital y el talento.

Por lo tanto, este enfoque estratégico trasciende a la mirada tradicional expresada en la obligatoriedad de la cuota de empleo o la caridad de la filantropía empresarial. Bajo esta perspectiva, se busca un ganar-ganar.

IA al servicio de la inclusión laboral

Entre múltiples aplicaciones, la IA contribuye en la traducción y subtitulados automáticos en tiempo real. De esta manera, Google Meet y Microsoft Teams, por ejemplo, ayudan a empleados con discapacidad auditiva en reuniones y conferencias. En esa línea, para una persona con baja visión, ChatGPT facilita el resumen de textos complejos y en el caso de una persona con autismo, que podría sentirse intimidada por la interacción social, Copilot puede ayudar transcribiendo reuniones en vivo y sugiriendo momentos óptimos para intervenir.

Semanas atrás, OpenAI presentó  GPT-4o, nueva versión de su chatbot de IA. Entre las nuevas funcionalidades exhibidas, se observó que, mediante la cámara de un smartphone, ChatGPT fue capaz de describir a un usuario en tiempo real el panorama que estaba alrededor de él. Esta función ha sido construida en colaboración con la aplicación “Be My Eyes”, y diseñada para ayudar al público con discapacidad visual.

Nuevas tecnologías de asistencia

Durante el CES 2024, Consumer Electronics Show, el mayor evento de tecnología del mundo, se presentaron nuevas tecnologías de asistencia. Es fundamental que, por lo menos, las empresas informen a dicho público sobre las últimas tecnologías en torno a su condición y así fomentar una cultura de pertenencia, inclusión y empoderamiento. Si bien, muchas de ellas aún son experimentales o costosas, son avances significativos y vale la pena conocerlas:

  • GyroGlove: guante para las personas con Parkinson o temblores esenciales, tecnología para contrarrestar los temblores de la mano.
  • Transcribe Glass: gafas para personas con problemas de audición. Subtitulan conversaciones en tiempo real.
  • eSight Go: gafas para personas con diversas afecciones oculares. Incluye una cámara para capturar el entorno, luego utiliza un software para mejorarlo y lo proyecta en pantallas OLED frente a cada ojo.
  • Whispp: diseñada para quienes han perdido la voz o tienen una discapacidad vocal grave. Utiliza IA para convertir el habla susurrada en tonos claros y naturales.

Entre otras innovaciones presentadas, cabe mencionar un avatar hiperrealista de IA, dirigido a una mujer de 24 años diagnosticada con ELA, el cual permite preservar la voz, la personalidad y los gestos físicos afectados por dicha enfermedad.

En conclusión, para una implementación exitosa de la IA en el trabajo, las empresas deben considerar las necesidades particulares de sus empleados con discapacidad. Asimismo, identificar y elegir las tecnologías más adecuadas, así como entrenarlos en su uso.

Paralelamente, capacitar a los jefes y/o personal a cargo, quienes, en determinadas situaciones, por desconocimiento, falta de actualización o, incluso, mala voluntad, desaprovechan las oportunidades tecnológicas presentes, así como el potencial competitivo de este capital humano.

Asimismo, las recompensas de fomentar la accesibilidad en el trabajo son significativas. Para quienes sufren de alguna discapacidad, herramientas multimodales como ChatGPT y afines son valiosas para comunicarse de manera efectiva, acceder a la información eficientemente y, por ende, ser más productivos e independientes. Así, este grupo mejora su bienestar general a pesar de los desafíos propios de su condición y contribuye, a su vez, con los logros corporativos.

Por lo tanto, reemplacemos la compasión por el respeto. La obligación por la convicción. Lo vistoso por lo accesible. La filantropía por la autonomía. El prejuicio por la estrategia. La vulnerabilidad por la competitividad. El favor por el valor. Más sostenible que dar por dar es ganar-ganar.

Walter Vasquez Lamadrid.
Walter Vasquez Lamadrid.
Guardar