Carla Arce, la joven astrofísica peruana, conocida en redes sociales como @astrocarlaa, ha logrado inspirar a miles con su pasión por los secretos del universo. La profesional reveló a Infobae Perú cómo su amor por el espacio nació en la infancia y cómo superó los prejuicios de género en una carrera tradicionalmente dominada por hombres. También resaltó la importancia de mantener la motivación y aprovechar las oportunidades que actualmente ofrecen las redes sociales.
Durante la entrevista, la profesional peruana también destacó la necesidad de visibilizar a las científicas latinoamericanas y explicó cómo su experiencia en España y Chile la motivó a empezar a compartir contenido científico en plataformas digitales.
“Aprovechen el momento en el que estamos viviendo, no pierdan la motivación”, aconsejó a los jóvenes interesados en la ciencia. Con miles de seguidores en Instagram y TikTok, no solo divulga conocimiento, sino que también se convierte en un faro de representación para futuras generaciones que sueñan con alcanzar las estrellas.
¿Cómo nació la pasión por el universo?
Desde que era apenas una niña, Carla Arce miraba al cielo con una curiosidad insaciable. Sus padres, como ella recuerda con cariño, solían contar historias sobre cómo su pequeña hija preguntaba acerca de los planetas, las estrellas y los misterios del universo que veía en la televisión y en los libros ilustrados.
“Desde pequeña siempre estuve súper interesada por todo lo relacionado al espacio”, contó.
Aunque en ese entonces no lo veía como una futura carrera, el interés genuino y profundo por desentrañar los secretos del cosmos ya estaba arraigando en su joven mente.
Al crecer, esa pasión fue tomando forma, aunque inicialmente soñaba con ser astronauta. “Quería salir al espacio yo misma”, recordó. Sin embargo, con el tiempo y la orientación correcta, decidió que su misión no sería explorar el espacio directamente, sino entenderlo y comunicar sus maravillas al mundo. Así, poco a poco, la idea de convertirse en astrofísica comenzó a tomar forma en su mente.
“La mayoría eran mujeres”
Es así como la reconocida investigadora del cosmos trabajó arduamente para desentrañar los enigmas del cosmos. En 2005, Carla ingresó a la carrera de Física en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde sus clases se impartían en un pequeño salón con solo cuatro estudiantes. No obstante, su pasión por el universo la impulsó a buscar más allá de las fronteras peruanas.
Ansiosa por ampliar sus conocimientos, la astrofísica viajó a España para realizar su maestría.
Fue un choque ver la cantidad de personas interesadas en astrofísica, y más increíble aún, la mayoría eran mujeres”, relató Carla, destacando el notable contraste con su experiencia inicial en Perú.
Tras esta enriquecedora etapa en Europa, continuó su viaje académico en Chile, un país conocido por su avanzada infraestructura en astronomía. En el desierto de Atacama, hogar de algunos de los telescopios más potentes del mundo, realizó su doctorado. “Chile es una potencia mundial en astronomía, y estar allí me permitió ver de cerca cómo se puede potenciar el conocimiento científico a través de la inversión y la voluntad política”, explicó.
Desde esos días iniciales en los que sus padres le contaban sobre las estrellas hasta convertirse en una prominente astrofísica con seguidores en redes sociales, la trayectoria de Carla Arce es un testimonio de perseverancia, pasión y compromiso con la ciencia.
El desafío de romper estereotipos
Ser mujer en el mundo de la astrofísica no fue un camino fácil. A pesar de vivir en una época en la que, en teoría, no se negaban oportunidades académicas por razones de género, la realidad era distinta.
“Todavía existen ciertos prejuicios en torno a las supuestas habilidades académicas de una mujer”, comentó.
Aunque nunca tuvo restricciones en cuanto al acceso a la educación, sí tuvo que sortear una serie de estereotipos profundamente arraigados.
Durante sus estudios en Perú, la científica recordó momentos en los que sus capacidades eran cuestionadas simplemente por ser mujer. Eran tiempos en los que los estereotipos de género y los roles tradicionales pesaban sobre los avances académicos de las mujeres. “Nos estereotipan bastante”, dijo Carla, refiriéndose a cómo se ponía en duda su desempeño académico y profesional por no encajar en el “molde” del científico típico. Estos prejuicios llegaron a afectar su autoestima y seguridad, haciéndola dudar en ocasiones de si realmente pertenecía al mundo de la ciencia.
“Mujeres y hombres tienen la capacidad de triunfar en la ciencia”
Sin embargo, Carla no permitió que estos prejuicios la detuvieran. A medida que avanzaba en su carrera, se fue armando de resiliencia y determinación. “Estos prejuicios no tienen ningún fundamento”, reflexionó, reafirmándose en que tanto mujeres como hombres tienen la capacidad de desempeñarse exitosamente en el ámbito científico. Al crear una identidad más sólida y segura, logró superar las barreras mentales y sociales que se le presentaban.
El impacto de su superación no solo se limitó a su vida personal, también influyó positivamente en quienes la rodeaban. Al ganar visibilidad y compartir su experiencia, se convirtió en un ejemplo a seguir para muchas jóvenes interesadas en la ciencia. “Pienso que la representación es crucial”, subrayó, enfatizando cómo su presencia en el ámbito científico ayudó a desmitificar los roles de género y a inspirar confianza en las nuevas generaciones.
Así, enfrentando y desafiando los estereotipos, la creadora de contenidos no solo construyó una carrera estelar como astrofísica, sino que también abrió camino para que otras mujeres pudieran seguir sus pasos y mirar al cielo con la misma pasión y determinación que ella tuvo desde niña.
El confinamiento, una oportunidad para la divulgación científica
Para la profesional, la pandemia no solo trajo aislamiento, sino también una oportunidad inesperada para conectar con el mundo. Fue en pleno confinamiento cuando decidió abrir su cuenta de Instagram, un espacio que rápidamente se transformó en un canal de divulgación científica.
“Todo empezó oficialmente durante la pandemia”, recordó Arce. La idea surgió tras su estancia en España y Chile, donde se sorprendió al ver la cantidad de actividades de difusión científica, no solo a nivel universitario, sino también municipal y gubernamental. En esos países, la ciencia se acercaba al público de una manera que la astrofísica nunca había visto en Perú.
Inspirada por la efervescencia científica y motivada por la falta de referentes locales en redes sociales, la astrofísica decidió lanzarse al vacío y experimentar con la divulgación digital. “Fue como lanzarse a la piscina”, comentó, aludiendo a su inexperiencia en la creación y edición de videos y guiones para redes sociales. Sin embargo, su pasión por compartir el conocimiento la llevó a aprender sobre la marcha y a descubrir en el proceso un nuevo talento: el de comunicadora científica.
La respuesta fue inmediata. En pocas semanas, Carla se había convertido en una referencia de la ciencia en redes sociales, acumulando seguidores en Instagram y TikTok, plataformas donde su carisma y su dominio del tema cautivaron a una audiencia ávida de conocimiento. “No conocía a nadie difundiendo contenido científico en Perú, menos aún en el ámbito de la física astrofísica”, explicó, recordando esos primeros días de incertidumbre y entusiasmo.
El impacto de su trabajo no se limitó a la virtualidad. Carla se convirtió en una mentora para muchos jóvenes que, inspirados por su ejemplo, empezaron a considerar carreras científicas. Las redes sociales le permitieron tener una comunicación directa con sus seguidores, muchos de los cuales son adolescentes y universitarios que buscan orientación y consejo. “Puedo aconsejarlos acerca de las carreras, currículas, universidades, becas y oportunidades de financiamiento”, argumentó la astrofísica para Infobae Perú.
Más allá de los números, el verdadero alcance de su trabajo se mide en los mensajes de gratitud y en las historias de jóvenes que, gracias a su divulgación, han encontrado un camino y una guía en el mundo de la ciencia. “Pienso que puedo aportar de alguna manera en distintos ámbitos”, dijo Carla, consciente de que su labor no solo es educativa sino también inspiracional.
“La ciencia no es solo una curiosidad intelectual”
Para Carla Arce, la importancia de la ciencia va más allá de la curiosidad intelectual; es una necesidad vital para la sociedad.
“Es crucial comprender por qué es importante invertir en ciencia y en la investigación científica”, subrayó.
Utiliza la pandemia como un ejemplo contundente: países que ya habían invertido en investigaciones científicas lograron desarrollar vacunas en tiempo récord. “No es porque mágicamente sacaron la vacuna, sino porque ya habían invertido en investigación con muchos años de anticipación”, explicó, demostrando cómo la ciencia puede prevenir y enfrentar desafíos globales.
Además, la joven también enfatiza la necesidad de una mayor colaboración y apoyo por parte de los gobiernos. Para ello, es fundamental que quienes toman decisiones comprendan la importancia de la ciencia y escuchen a los profesionales en diferentes áreas del conocimiento.
“No todos tienen que ser científicos, pero deben comprender la importancia de invertir en estudios que puedan ayudar a prevenir situaciones futuras”, añadió, destacando la necesidad de una visión a mediano y largo plazo para el desarrollo sostenible del país.
“Aprovechen el momento y no pierdan la motivación”
Carla Arce tiene un mensaje claro y poderoso para los jóvenes que sueñan con seguir una carrera científica: “No pierdan la motivación. Estudiar el universo es una de las cosas más gratificantes e interesantes que existen”.
Con su calidez y pasión, animándolos a mantener vivo su interés y a aprovechar las oportunidades que brindan las redes sociales para conectarse y aprender, Carla se convierte en un faro de esperanza y una fuente de inspiración.
En un mundo donde la información se encuentra al alcance de un clic, Carla urge a los jóvenes a buscar activamente recursos y oportunidades. “Actualmente tenemos más acceso a la información y la difusión es mucho más amplia”, señaló la joven, recordando que las redes sociales pueden ser una herramienta invaluable para contactar a profesionales que estén dispuestos a ofrecer orientación y resolver dudas. “Aprovechen el momento en el que estamos viviendo y no pierdan la motivación”, complementó Carla, dejando un legado de determinación y confianza.
Su historia es un testimonio vivo de que la perseverancia y la pasión no solo iluminan los caminos personales, sino que también tienen el poder de cambiar el mundo.