Hoy, en el Día Nacional de la Papa, el país se destaca no solo por ser el mayor productor de América Latina, con un volumen de producción de 6 millones de toneladas métricas en 2023, sino también por mantener una diversidad genética de más de 3 mil variedades de papa autóctonas.
Según recoge una nota de Servindi, el Ministerio de Agricultura y Riego reporta que el Perú ocupa el puesto 14 entre los productores mundiales de papa, a pesar de los desafíos climáticos como lluvias y heladas.
Además, con una superficie cosechada de 330 mil 790 hectáreas, el territorio nacional cubre la demanda interna para casi 33 millones de habitantes.
90% de la producción viene de la sierra
El cultivo de la papa se distribuye en 19 regiones del país y es fundamental para la economía nacional, especialmente en las zonas altoandinas. Sobre ello, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), dependiente del Midagri, precisa que ha desarrollado 41 variedades de papa con alta genética, nutrición y rendimiento comercial.
Por otro lado, el Midagri detalla que el 90% de la producción se lleva a cabo en la sierra, destacando las variedades nativas que son cultivadas a altitudes entre 3.000 y 4.200 metros sobre el nivel del mar, que, hoy, se exportan y transforman en productos de valor agregado como chips de pulpa de colores, papas trozadas, vodkas, y purés, entre otros. Estas actividades agrícolas han generado más de 27 millones de jornales de trabajo y la creación de más de 110 mil puestos permanentes.
Otro dato que resalta sobre las variedades nativas de papa en el Perú es que no solo son un pilar de la dieta nacional, sino también una fuente importante de empleo y sustento para más de 700 mil familias.
Además, estas variedades tienen un rendimiento promedio de 17.2 toneladas por hectárea, lo que contribuye significativamente a la economía regional y nacional.
¿De dónde viene la papa?
De acuerdo a investigaciones del científico David Spooner del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, las primeras variedades de papa provienen del sur de Perú, específicamente entre las regiones del Cusco y Puno, hace unos diez mil años.
Adicionalmente, un informe publicado por este medio indica que científicos de la Universidad de California, Merced, identificaron microrestos de papa en herramientas de molienda del sitio arqueológico Jiskairumoko, en la cuenca del Titicaca, datados en el año 3.400 a.C. Este hallazgo proporciona la prueba más antigua del cultivo de la papa en los Andes centrales.
El estudio, publicado en 2016 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, empleó técnicas de análisis de granos de almidón incrustados en herramientas de piedra para confirmar que estas tierras del sur de Perú y el noroeste de Bolivia fueron epicentros de la domesticación de este tubérculo.
Así lo afirman los arqueólogos Mark Aldenderfer y Claudia Rumold, quienes llevaron a cabo meticulosas investigaciones para liberar y examinar estos microrestos. Según Aldenderfer, los análisis de laboratorio compararon los granos recuperados con muestras de referencia, confirmando que 50 de las 141 muestras eran consistentes con papas cultivadas.
El Día Internacional de la Papa, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y celebrado por primera vez el 30 de mayo, busca destacar la importancia global de este alimento en la seguridad alimentaria y la nutrición mundial. La celebración es adelantada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura —ONUAA, o más conocida como FAO—, que apoya el desarrollo de cadenas de valor sostenibles para los cultivos de papa.