El avance de la tecnología genera una constante evolución en los gustos y las exigencias del público consumidor. Un estudio realizado el año pasado por CB Insights concluyó en que las empresas recientemente creadas que innovan con frecuencia tienen una tasa de supervivencia del 3,5 % más alta que aquellas que mantienen sus dinámicas tradicionales. A la fecha, la innovación se ha constituido como una de las herramientas fundamentales que toda empresa debe tener en cuenta para acercarse al éxito.
Ante tal panorama, Claudia Olivares, especialista en la materia y directora académica en el Área de Negocios de la Escuela Superior Toulouse Lautrec, enlistó una serie de recomendaciones para llevar a cabo en caso uno desee modernizar su negocio, innovar en el perfil de su emprendimiento o simplemente renovar sus dinámicas con el objetivo de asegurar un público concreto y ampliar su sector objetivo.
“Para muchos emprendedores de negocios tradicionales, el hecho de innovar puede parecer una tarea verdaderamente compleja y, en algunos casos, desalentadora; no lo es en lo absoluto. La innovación no solo funciona para las grandes empresas, tampoco es exclusiva de las emergentes; cualquier negocio, sin importar su tamaño ni el sector en el cual opera, puede beneficiarse de un cambio y la clave es estar dispuesto a desafiar lo establecido y de buscar nuevas formas de hacer las cosas”, precisó la experta.
Vale aclarar que, según Olivares, confundir la innovación con la creación de nuevos productos o servicios es un error que puede traer significativas consecuencias. Si bien estas prácticas también forman parte de los cambios innovadores, estos deben de igual manera contar con la aplicación de nuevas formas de ejecutar los procesos, como puede ser, por ejemplo, usar nuevos modelos de negocio o integrar diferentes formas de acercarse a los clientes.
“Innocar un modelo tradicional no es para nada fácil, pero sus posibilidades de éxito pueden ser mayores siempre y cuando se realicen bajo un enfoque y una estrategia adecuados”, señaló.
Recomendaciones
Cuestionar el modelo actual
Para iniciar con una campaña de innovación, es necesario realizar un profundo análisis del modelo de negocio existente. Esto tiene como objetivo identificar las virtudes de la estructura de negocio, así como las falencias que mantiene. “Además de realizar un diagnóstico base con las oportunidades, amenazas y tendencias del mercado que podrían afectar el negocio; es importante revisar qué herramientas tecnológicas o mejoras de procesos se pueden implementar para agilizar la gestión”, detalló.
Identificar oportunidades
Una vez que la empresa ha comprendido claramente el funcionamiento actual de su negocio, es posible identificar oportunidades de innovación. Estas pueden ser resultado de diferentes técnicas como la lluvia de ideas, el análisis de la competencia o incluso reformular el estudio al cliente y sus necesidades.
Crear y evaluar nuevas ideas
Uno no debe lanzarse a realizar una idea sin antes juzgarla, pero tampoco debe negar la posibilidad de un cambio solo porque se está acostumbrado a lo tradicional. En este paso, la creatividad es fundamental. Asimismo, es necesario ser pragmático y tomar en cuenta factores como la viabilidad, el impacto, el potencial y el riesgo de cada idea.
Experimentar y aprender
La innovación es un proceso que exige consistencia. Es fundamental experimentar con diversas ideas y aprender de los resultados. No se debe temer al fracaso, ya que este ofrece oportunidades para aprender y mejorar.
Comunicar y motivar al grupo
Comunicar la estrategia de innovación a todo el equipo y motivarlos a participar en el proceso es esencial. Para ello, es necesario un trabajo colaborativo en el que todos los miembros de la organización estén informados sobre las nuevas acciones, estrategias y cambios en los procesos. Esto garantiza que las iniciativas se desarrollen sin obstáculos debido a la falta de conocimiento.