Al transitar por las calles del Centro Histórico de Lima, uno se sorprende ante la majestuosidad de sus monumentos. Estas estructuras no solo embellecen la ciudad, sino que también cuentan historias de un pasado lleno de grandeza y acontecimientos memorables. La estatua ecuestre del General José de San Martín ubicada en la plaza del mismo nombre y el monumento a Simón Bolívar frente al Congreso de la República nos recuerdan la lucha por la independencia y la formación de la nación peruana.
Construcciones como la Iglesia y Convento de San Francisco y la Basílica y Convento de Santo Domingo; así como la Casa de Osambela, conocida por su arquitectura virreinal y su amplio balcón, y la Casa Riva-Agüero, que alberga el Instituto Riva-Agüero y conserva su encanto colonial, se han mantenido en pie a pesar de diversas adversidades y han sido testigos de numerosos hechos históricos.
En la ‘Ciudad de los Reyes’ existen numerosos monumentos históricos adicionales a los ya mencionados. Además, en las diversas regiones de Perú, encontramos una multitud de edificaciones igualmente importantes y lugares con un pasado milenario. No obstante, detallar todos estos tesoros nos desviaría del tema central que deseamos desarrollar en esta nota.
Pues bien, el eje central de este texto es la emblemática pileta de la Plaza de Armas de Lima, reconocida como la más antigua de la capital. Esta fuente de agua, que adorna el corazón del escenario histórico, ha sido testigo silencioso de numerosos eventos que han marcado la historia del Perú. Entre estos acontecimientos destaca la solemne proclamación de la independencia política del Perú, ocurrida el 28 de julio de 1821.
Lima y su pileta más antigua
Cuando los turistas peruanos y extranjeros se instalan en la Plaza de Armas de Lima, se sienten atraídos por las diversas construcciones que la rodean. Entre estas destacan el Palacio de Gobierno, la Catedral de Lima, y el histórico Palacio Arzobispal. Sin embargo, hay una estructura que capta particularmente la atención de la mayoría de los visitantes: la pileta central.
Según un video difundido por la Municipalidad de Lima, la pileta de la Plaza Mayor de la ‘Ciudad de los Reyes’ es la más antigua de la capital. “Continuamos el recorrido y conocemos el primer claustro (del Convento de Santo Domingo) que lleva al medio la segunda pileta más antigua de lima; la primera es la que se encuentra en la Plaza Mayor”, indica el material audiovisual.
Por su parte, el portal de historia Lima la Única destacó que el monumento más antiguo de la capital es la fuente de agua ubicada en la Plaza de Armas de Lima. Con este dato en mente, surge, naturalmente, la siguiente pregunta: ¿cuándo se instaló en este icónico escenario histórico?
Para responder a esta pregunta, es pertinente consultar el libro “Las viejas calles de Lima” de Juan Bromley. En esta obra se encuentra registrada la fecha de instalación de la pileta, junto a los acontecimientos que ocurrieron antes y después de este hecho. “Esta fuente de Toledo fue sustituida por la que mandó hacer el virrey conde de Salvatierra, que se inauguró el 8 de septiembre de 1651, y que fue realizada por el fundidor limeño Antonio de Rivas”, se lee en el material impreso.
Cabe señalar que la pileta que realizó De Rivas es la que todavía se mantiene en pie. Respecto a la primera que se instaló en la Plaza de Armas, el investigador dijo lo siguiente: “(...) Se inauguró el 21 de octubre de 1578, acto que se celebró con corridas de toros, salvas de arcabucería, música de trompetas y chirimías y arrojo de monedas al pueblo. Era un balaustre y una sobretaza, y en ella ocho mascarones con sus caños por donde caía el agua en la taza mayor”.
“Encima de la sobretaza tenía una bola, la cual despedía toda el agua para caer sobre la taza. Sobre la bola había una figura con un escudo a un lado con las armas de la ciudad. En la mano tenía una bandera y en ella esculpidas las armas del virrey don Francisco de Toledo”, se lee en otro apartado del texto.
La vez que más de mil litros de pisco brotaron de la pileta
En julio de 2009, la pileta de la Plaza de Armas de Lima se convirtió en el principal atractivo para los visitantes del Centro Histórico de la capital peruana. Con motivo del aniversario patrio y el Día Nacional del Pisco, cerca de 1.300 litros del licor emblemático del Perú fluyeron desde la emblemática fuente, deleitando a miles de personas.
Durante tres horas, los asistentes pudieron degustar pisco, en su variedad Quebranta. Desde temprano en la mañana, se formó una larga fila humana alrededor de la plaza, mientras esperaban el inicio de la celebración, organizada por la comuna limeña. A las 11:30 a. m., el evento dio inicio y se extendió hasta las 3:00 p. m., permitiendo tanto a limeños como a turistas disfrutar de esta emblemática bebida.
La pileta contó con cuatro surtidores especialmente acondicionados, cada uno conectado mediante varillas de cobre, a las figuras que normalmente vierten agua. Este sistema permitió que el pisco reemplazara el flujo de agua habitual.
Conforme avanzaba la jornada, la Plaza de Armas se llenó de personas de todas las edades y de diversos distritos de Lima. La iniciativa no solo celebró la identidad nacional, sino que también promovió el pisco, considerado una bebida de gran importancia cultural y económica para el país.