En el mundo de la gastronomía peruana, el caldo de gallina ocupa un lugar privilegiado, a la par con el ceviche, el chifa y el pollo a la brasa. Este plato, profundamente arraigado en la cultura popular, es conocido por sus propiedades revitalizantes, tanto físicas como emocionales.
Y es que los peruanos valoran las sopas y caldos por sus beneficios nutritivos, y el caldo de gallina, en particular, es un verdadero tesoro culinario lleno de secretos por descubrir.
Orígenes
Aunque los inicios del caldo de gallina son inciertos, como tantos otros platos tradicionales de nuestro país, lo cierto es que se menciona su popularidad ya a mediados del siglo XIX en las obras del escritor Manuel Ascencio Segura.
Hacia el siglo XX, el caldo había ganado un lugar en las cercanías del Mercado Central y La Parada, donde bohemios y trabajadores acudían en la madrugada para recobrar energías.
El caldo de gallina tiene sus raíces en la época colonial, cuando la mezcla de ingredientes y técnicas de cocina indígenas, europeas y africanas dio lugar a la variada gastronomía peruana que conocemos hoy.
Influencias Culturales
Para empezar, antes de la llegada de los españoles, las culturas precolombinas ya preparaban caldos con ingredientes locales como granos, tubérculos y carnes.
Pero durante la colonización, los españoles introdujeron aves de corral como la gallina, que se convirtió en una fuente importante de alimento. Las técnicas de cocción y sazonado europeas también se incorporaron en la preparación de estos platillos.
Por último, la llegada de esclavos africanos trajo nuevas técnicas y sabores, que se fusionaron con las tradiciones culinarias locales, enriqueciendo aún más la cocina peruana.
Con el tiempo, el caldo de gallina se popularizó como una sopa reconfortante, utilizando ingredientes locales como gallina de corral, papas, zanahorias, arroz y fideos. Aunque la receta varía según la región y los gustos personales, el proceso de cocinar la gallina en un caldo aromático durante varias horas hasta que la carne esté tierna es una constante.
Beneficios para la Salud
Además de ser un plato delicioso, el caldo de gallina ofrece numerosos beneficios para la salud. La carne de gallina es una fuente magra de proteínas y minerales como hierro y zinc.
La papa amarilla no solo aporta una textura agradable, sino también nutrientes esenciales como vitamina B6 y potasio. El huevo es otra fuente de proteínas y minerales, fundamentales para el bienestar.
El kion (jengibre), un ingrediente clave, no solo añade sabor, sino que también tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antihiperglicémicas. La cebolla china no solo enriquece el sabor del caldo, sino que también ayuda a reducir el colesterol y prevenir enfermedades respiratorias.
Receta
Ingredientes:
- ½ gallina criolla (4 presas medianas)
- ¼ de cucharadita de ajo
- 3 litros de agua
- 1 trozo de kion (jengibre)
- 1 tallo de apio
- 3 cucharadas de aceite vegetal
- 4 papas amarillas pequeñas
- 4 huevos cocidos
- 2 cebollas chinas picadas (parte verde)
- 2 limones cortados en 4
- 100 gramos de fideos espagueti
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
Preparación:
Para empezar, adereza las piezas de gallina con sal y pimienta, y ponlas a un lado. Luego, en una cacerola grande, vierte agua, coloca las piezas de gallina, añade el kion y el apio, y lleva a ebullición.
Una vez que el agua comience a hervir, incorpora el ajo, ajusta la sal y la pimienta a tu preferencia, y mezcla todo con cuidado. Deja que todo hierva durante al menos 35 minutos, hasta que la carne de la gallina esté casi tierna.
Posteriormente, añade las papas amarillas y los fideos. Cocina hasta que los fideos estén al dente, lo que tomará entre 8 y 10 minutos. Si prefieres, puedes añadir los fideos ya cocidos al momento de servir.
Sirve el caldo bien caliente en un bol hondo, adornándolo con cebolla china picada. Acompaña el plato con limones cortados, para que cada persona pueda ajustar el sabor a su gusto.