La Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno, una de las celebraciones más importantes y multitudinarias del Perú, se abre al mundo. La comisión organizadora de este evento anunció que la edición de 2025 se presentará internacionalmente, siendo un hecho innovador en la promoción de esta tradición cultural y religiosa.
En este sentido, la Municipalidad Provincial de Puno estableció la Comisión Festividad Virgen de la Candelaria 2025 mediante la Resolución de Gerencia Municipal N° 354-2024-MPP/GM. Esta comisión coordinará las acciones necesarias para el óptimo desarrollo de todas las actividades vinculadas a la festividad, destacando especialmente su lanzamiento oficial en agosto de este año en el Ayuntamiento de la Candelaria, España.
El lanzamiento internacional tendrá lugar durante las celebraciones de las Fiestas de Candelaria 2024 en honor a la Patrona de Canarias. Una delegación representativa de Puno, compuesta por miembros del Concejo Municipal, la Federación Regional de Folklore y Cultura, y otras instituciones locales, viajará a España para organizar y promover este evento.
Así se vive esta festividad en el Perú
Cada febrero, la Festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno atrae a decenas de miles de participantes. Este evento no solo es una expresión de fe católica, sino que también incorpora elementos de la cosmovisión andina, creando un sincretismo cultural único. La celebración incluye una serie de actividades religiosas, artísticas y culturales que reflejan la herencia de la región.
La festividad destaca por sus coloridos desfiles de danzas y trajes típicos. Los danzantes, cada uno con su estilo y carisma, ejecutan coreografías que van desde pasos enérgicos hasta movimientos suaves, dependiendo de la danza. El vestuario es fundamental; su correcta colocación no solo asegura elegancia, sino que también evita incomodidades durante las largas presentaciones.
Estructura de la comisión
La comisión está estructurada de la siguiente manera:
- Presidente: Gerencia de Desarrollo Humano y Participación Ciudadana.
- Vicepresidente: Subgerencia de Educación, Cultura y Deporte.
- Miembros: Subgerencia de Promoción Social y Participación Ciudadana, Gerencia de Asesoría Jurídica, Gerencia de Turismo y Desarrollo Económico, Subgerencia de Turismo y Comercio Exterior, Subgerencia de Actividades Económicas.
- Otros participantes: Gerencia de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Gerencia de Transporte y Seguridad Vial, Gerencia de Medio Ambiente, Saneamiento y Servicios, Subgerencia de Seguridad Ciudadana, Subgerencia de Defensa Civil, Gerencia de Ingeniería Municipal, Gerencia de Planificación y Presupuesto, Gerencia de Administración, Gerencia de Servicio de Administración Tributaria, y la Oficina de Imagen Institucional y Protocolo.
Aspectos destacados de la festividad
- Cada danzante, a pesar de ejecutar las danzas de manera grupal, debe reflejar carisma mediante la alegría y la fuerza de los pasos, o la suavidad según lo exija la coreografía.
- La festividad de la Virgen de la Candelaria es la celebración más grande de Perú, congregando a numerosos danzantes, músicos y espectadores. En el estadio Enrique Torres Belón de Puno, se realiza un concurso de danzas autóctonas.
- El traje que llevan los danzantes es crucial, ya que su correcta colocación no solo refleja elegancia, sino que también evita posibles molestias durante las prolongadas ejecuciones de las coreografías.
- La edad del danzante se refleja en la cantidad de su cuerpo cubierto por el traje; generalmente, mientras más cubierto esté, mayor es su edad.
- La calidad interpretativa de la banda que acompaña a los danzantes es esencial durante la puesta en escena. Un sonido débil podría opacar la danza o generar confusión.
- La festividad de la Virgen de la Candelaria tiene una conexión con la Pachamama (madre tierra).
- Existen varios mitos sobre la preparación de los tamales; uno sugiere que si no se cocinan completamente, puede ser indicativo de que la persona que los hizo estaba triste o llorando.
- La tradición de vestir a los niños Dios se remonta al virreinato, donde las monjas vestían a los niños para exhibirlos en la iglesia, siguiendo la práctica de vestir a la Virgen María.