La vida de Lucianito cambió aquel 24 de abril luego de sufrir quemaduras en el cuerpo y rostro cuando acudió a su sesión de fotos para el anuario de su promoción de educación inicial en una playa de Lurín. Tras permanecer 34 días en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja del Ministerio de Salud (Minsa), el niño de 5 años fue dado de alta.
Con una sonrisa, saltando, caminando e interactuando con sus médicos y enfermeras, Lucianito regresó a casa y agradeció los cuidados de los especialistas. Durante este periodo de recuperación, permaneció 18 días en la Unidad de Cuidados Intensivos Quemados, donde recibió atención médica especializada las 24 horas. Además, tuvo terapias, nutrición especial e hidratación, y monitoreo constante.
Los especialistas tuvieron que emplear diversas estrategias, debido a que uno de los grandes desafíos era el dolor. El menor de 5 años tenía el 21% de su cuerpo comprometido, de los cuales incluyen zonas críticas como el rostro, cuello, miembro superior derecho y tórax.
No solo las quemaduras de segundo y tercer grado eran riesgosas, debido a que en el momento del accidente, el menor también inhaló humo. Es así como sus vías respiratorias resultaron comprometidas por los productos de la combustión.
La doctora Zulema Tomás Gonzales encabezó el equipo técnico y expresó su satisfacción por el resultado del tratamiento y destacó la importancia del trabajo conjunto del personal de salud. Asimismo, subrayó “la labor que hizo el equipo multidisciplinario de Quemados fue fundamental para que hoy le estemos dando esta despedida. Su vida es un milagro”, comentó a Andina.
Por su parte, Mónica Chávarry, madre del menor, se mostró agradecida por el trabajo médico. Además, cuenta que no puede creer la recuperación de su hijo luego de verlo ingresar con quemaduras de gravedad. “Es un milagro de Dios que ha puesto en las manos de los médicos”, añadió.
Familiares piden apoyo
La recuperación del escolar no finaliza aquí debido a que debe continuar con diversos tratamientos que pueden durar hasta tres años. Es así como su mamá pide ayuda a entidades para que el tiempo de su mejora pueda reducirse en un año.
“Necesita una rehabilitación física para que no pierda la movilidad y al momento en que se degenera la piel, esta no se contraiga, imposibilitando que pueda tener movimientos normales. Nosotros estamos comprando cremas que cubre el SIS,” señaló a Panamericana.
El menor tuvo que pasar por cuatro exitosas cirugías plásticas, que incluyeron un xenoinjerto con piel porcina y tres autoinjertos. Además, recibió seis intervenciones adicionales para limpieza quirúrgica. Estos procedimientos fueron esenciales para la regeneración de su piel y su recuperación total.
Si bien la hospitalización fue cubierta al 100% por el Seguro Integral de Salud (SIS), hoy la familia necesita que Lucianito se recupere lo más pronto posible para que vuelva a la escuela tras las diversas recomendaciones de los médicos de no exponer las heridas.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Los padres de familia contrataron a una empresa para una jornada de sesión de fotos en la playa, la cual incluía estar en medio de una fogata. Sin embargo, la desesperación llegó luego que el personal intentó avivar el fuego utilizando ron de quemar, lo cual provocó que el fuego se propagara rápidamente.
Las llamas alcanzaron a dos menores y a un miembro del equipo, quienes se encontraban sentados en la arena. Los menores sufrieron quemaduras en el rostro y cuerpo, mientras que el empleado presentó quemaduras en los brazos. La situación generó gran alarma entre las familias presentes, quienes nunca imaginaron que un evento escolar pudiera llegar a tal extremo.