El retiro de la CTS es una realidad. El pasado 17 de mayo, el diario El Peruano oficializó la Ley n.° 32027, la cual dispone la liberación del 100 % de los depósitos por compensación por tiempo de servicios hasta el 31 de diciembre del 2024. Esta noticia ha sido aplaudida por diversos sectores del aparato de producción nacional, pues los trabajadores atraviesan una complicada actualidad financiera producto, entre otras razones, de la drástica caída de la economía en el año 2023.
“Se autoriza, por única vez y hasta el 31 de diciembre del 2024, a los trabajadores comprendidos dentro de los alcances del Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo 650, Ley de Compensación por Tiempo de Servicios, aprobado por el Decreto Supremo 001-97-TR, a disponer libremente del 100 % de los depósitos por compensación por tiempo de servicios (CTS) efectuados en las entidades financieras y que tengan acumulados a la fecha de disposición”, señala la norma.
Ante tal panorama, Infobae Perú contactó con José Luis Almerco Palomino, quien se desempeña como coordinador de las carreras de Economía en la Universidad San Ignacio de Loyola (Usil), con la intención de ahondar en las causas que originaron la solicitud por el retiro y las consecuencias previstas para el corto, el mediano y el largo plazo.
A la espera del cobro
Más de 5 millones de peruanos se encuentran expectantes ante la posibilidad de cobrar sus fondos de la CTS. Vale aclarar que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), aprobó el reglamento para dicha acción el pasado 26 de mayo, por lo que desde hoy, 27 de mayo, los trabajadores en planilla pueden efectuar el retiro de sus respectivos depósitos.
La decisión gubernamental por liberar la CTS es una respuesta directa al escenario actual, que encuentra a las familias peruanas dependientes de acudir a las instituciones bancarias para tolerar los gastos. Así lo explicó Palomino, quien además enfatizó en la necesidad de oxigenar las deudas de los peruanos.
“La disponibilidad del 100 % de la CTS es muy relevante desde el punto de vista técnico-económico, dado que mitiga las presiones inflacionarias a nivel macroeconómico. Es decir, le da un respiro a las familias peruanas que en el último año han acudido a créditos para sobrellevar sus necesidades. Esto se confirma con uno de los últimos reportes del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el cual registra que de febrero del año pasado al febrero del año en curso hubo un incremento del 5,7 % en cuanto a la solicitud de créditos por personas naturales”, detalló el especialista.
Efectos a corto, mediano y largo plazo
La liberación del 100 % de la CTS tendrá un impacto significativo en el nivel de consumo de las familias. Según el profesional de la Universidad San Ignacio de Loyola, el acceso inmediato a los fondos incrementará la capacidad de compra, permitiendo de esta forma que las familias adquieran bienes y servicios. Este aumento en el consumo no solo mejorará la calidad de vida de las personas, sino que también impulsará la demanda interna y la actividad económica.
Según Almerco, el incremento en el consumo impactará inmediatamente en la recaudación fiscal a través del impuesto general a las ventas (IGV). “Con más recursos a su disposición, las familias comprarán más, lo que debería traducirse en un aumento en la recaudación del IGV, beneficiando así a las arcas del Estado. Este efecto está directamente relacionado con la propensión al consumo y la capacidad de ahorro de las familias; es decir, si una gran parte de los fondos de la CTS se destina al consumo en lugar del ahorro, el impacto fiscal será más inmediato pero tendrá una menor duración. Ahora bien, si las familias deciden comprar bienes inmuebles (como propiedades y terrenos), el efecto en el largo plazo podría ser más provechoso aún para las propias familias y la economía en general”, precisó.
En cuanto al mediano y largo plazo, el especialista repitió que dependerá de cómo decidan las familias utilizar estos recursos. Si optan por consumir todos los fondos de inmediato tendrán, muy probablemente, inestabilidad financiera en el futuro, por lo que el trabajador de la Usil aconseja guardar una parte del monto para afrontar imprevistos económicos. Como comentó, la clave para maximizar el impacto positivo de esta medida radica en un balance adecuado entre consumo, ahorro e inversión.
Respecto a ese punto, Almerco señaló que la decisión de retirar o no los fondos debe ser analizada con extrema agudeza y teniendo en consideración a otras políticas complementarias que el Gobierno aplicó para mitigar la afectada salud financiera de los peruanos, como lo es por ejemplo la séptima liberación de hasta 4 unidades impositivas tributarias (UIT) de los aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Posibilidades y efectividad
El especialista es bastante concreto en que este “paliativo” debe ser entendido como eso, un simple pero más que necesario atenuante ante la situación actual que afronta el país. No obstante, señaló que se requiere mesura en su análisis, ya que está lejos de ser una solución efectiva para la población.
“Definitivamente es una medida que aporta, pues ayuda a mejorar la situación económica del país en la actualidad, con algunos remanentes de la pandemia, como el alza de precios a nivel generalizado en el país. Sin embargo, está lejos de ser una solución efectiva, ya que se requieren cambios estructurales desde varios vértices (social, político, económico) que permitan al Perú tener una oferta productiva diversificada y no solo basada en los precios internacionales de los metales y de nuestra producción minera, la cual está más que acostumbrada a tener que sobrellevar el rumbo de nuestra nación”, remarcó.
Recomendaciones
Por último, Almerco enlistó una serie de consejos para aquellas familias que decidan retirar sus fondos.
1. Identificar entidades financieras donde puedan cobrar más por su dinero. Algunas opciones de productos financieros son los depósitos a plazo fijo o una cuenta de ahorros. Pueden verificar qué entidad paga más y con qué condiciones en el portal Comparabien.
2. Invertir en activos inmuebles que proyecten un aumento de valor considerable, tratando de asegurar de tal manera un retorno de inversión mayor.
3. Pagar por completo las deudas que tengan altas tasas de interés, eliminando así futuras acumulaciones.
“Es recomendable que las personas que aún gozan de empleo no retiren dichos fondos hasta cuando sea necesario. Recuerden que tienen la posibilidad de retiro hasta fin de año. Proyecten sus gastos dándole prioridad a sus necesidades reales”, finalizó Almerco.