Farid Ode denuncia a profesor de vóley por acoso a su hija de trece años: “Le escribía hasta de madrugada”

En la reciente edición de ‘Magaly TV La Firme’ este 27 de mayo, su conductora Magaly Medina compartió un informe sobre Farid Ode, quien ha denunciado a Julio Rubén Torres Silva, de 31 años, exprofesor de vóley de su hija por el delito de acoso contra menores.

La hija de Ode y Sandra Mathews, de solo 13 años, contó que su exprofesor le había pedido su número de teléfono y, sin imaginar lo que vendría, se lo dio. Luego, el profesor la invitó a salir y a celebrar el Día de la Mujer, según informó Farid en una entrevista con la prensa de ATV. Posteriormente, la niña dejó de asistir a clases.

El caso adquirió mayor relevancia cuando el empresario mostró mensajes que Rubén Torres enviaba a su hija en abril pasado. En dichos mensajes, el profesor buscaba seducir a la menor con frases como: “Permíteme decirte que te ves maravillosa, te ves cautivadora... ¿qué planes para hoy? ¿o estás full para mañana?”.

Ode, visiblemente indignado, expresó: “Uno de los profesores de vóley comenzaba a escribirle, a seducirla, mensajes a las 2 de la mañana, diciéndole ‘cómo estás’, ‘qué bonita estás’... pensé en descuart... a este hombre” y procedió a realizar la denuncia al pervertido en la comisaría de Sagitario.

Un reportero del programa Magaly TV La Firme acudió a la casa de Julio Torres, pero su familia lo encubrió afirmando que la denuncia es falsa, pese a la evidencia presentada. Lograron comunicarse con el extrabajador de Innova Schools Chorrillos por teléfono, pero este se negó a dar declaraciones, limitándose a decir: “Bueno, por el momento ahorita no puedo hablar, no voy a hablar de eso. Discúlpame y muchas gracias por la llamada”.

Por su parte, la periodista Magaly Medina afirmó que el colegio Innova Schools separó a Julio Torres de la institución, aunque no se han presentado denuncias formales contra él.

A través de un comunicado, la institución educativa expuso su versión. En un inicio, rechazó tajantemente a todo los actos que vulneren la seguridad de los menores de edad que están dentro de sus instalaciones.

“Lamentamos profundamente la situación por la que atravesó nuestra estudiante y expresamos nuestro más enérgico rechazo a todo acto que intente vulnerar la integridad física, psicológica o emocional de cualquiera de nuestros alumnos. La seguridad y el bienestar de nuestros estudiantes son nuestra prioridad”, se lee al inicio.

Tras ello, explican cuál era el vínculo de Julio Torres, denunciado por acoso a menores, con el colegio. Dejaron en claro que no formaba parte del equipo de profesiones de Innova Schools, sino que era parte de una academia que alquilaba sus instalaciones.

Además, tomaron acción inmediata y pidieron al club que imparte clases en sus locales, que se desvincule al implicado. ”Ni bien tomamos conocimiento de lo ocurrido, exigimos al Club Campeones Lima la inmediata desvinculación del señor Torres y la formalización de la denuncia respectiva ante las autoridades competentes. Asimismo, hemos decidido resolver el convenio que tenemos con el Club Campeones Lima de manera inmediata y definitiva”, menciona en una tercera parte.

Finalmente, recalcaron todo su apoyo y compromiso para los padres, alumnos y docentes que son parte de su institución, resaltando que su colegio siempre será un lugar seguro.

En Perú, el acoso a menores es un delito grave que está contemplado en el Código Penal. Recientemente, el caso de Farid Ode, quien denunció a un profesor por acosar a su hija de 13 años, ha puesto en el foco de atención la legislación peruana sobre este tipo de delitos. Según el artículo 183-A del Código Penal peruano establece que cualquier persona que acose sexualmente a un menor de edad será sancionada con pena privativa de libertad no menor de 5 ni mayor de 10 años.

Este delito incluye cualquier conducta de connotación sexual no deseada que genere en el menor intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo.

En casos más graves, como cuando el acoso se comete a través de medios electrónicos, o si el agresor tiene una relación de autoridad sobre la víctima (como es el caso de un profesor), la pena puede aumentar. Según el artículo 183-B, si el acoso se realiza mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación, la pena puede incrementarse en un tercio.