El grupo criminal conocido, como el ‘Tren de Aragua’, viene sembrado el terror en diversas ciudades de Perú, estableciendo un sistema de explotación sexual que fue descrito como “esclavitud del siglo XXI”, ´por el dominical Contracorriente. Este cártel, originado en Venezuela, logró extender su influencia a través de las fronteras, operando desde las cárceles de su país.
Este grupo llegó a Perú armado y con un propósito claro: controlar el negocio de la explotación sexual de mujeres. La violencia y el miedo son sus herramientas principales, con las que han sometido a comunidades enteras.
El 12 de enero de 2020, la brutalidad de esta organización criminal se hizo evidente con el asesinato de Isaac Hilario en el Centro Comercial Risso. El hombre era el proxeneta local que dominaba esa zona. Su muerte fue el inicio de una serie de asesinatos dirigidos a eliminar a cualquier competidor en el lucrativo negocio del proxenetismo.
El siguiente objetivo fueron las ‘Mamis’, mujeres que fueron trabajadoras sexuales y que ahora exigían pagos a otras jóvenes en su territorio. Estas mujeres fueron eliminadas sistemáticamente, consolidando así el control del ‘Tren de Aragua’ sobre varias áreas estratégicas en Lima, incluyendo Megaplaza en Independencia, Plaza Norte en San Martín de Porres y el mismo Centro Comercial Risso en Lince.
Los altos precios de este negocio
La magnitud del tráfico de personas en Perú se estima en 1,300 millones de dólares al año, ubicándose como la segunda economía criminal más grande después de la minería ilegal. Incluso supera al narcotráfico. Sin embargo, esta problemática continúa siendo invisibilizada por el Estado, lo que facilita la operación de mafias como el ‘Tren de Aragua’.
Una mujer contó cómo su amiga fue atacada brutalmente cuando enfermó y ya no era “útil” para sus explotadores. Fue apuñalada y su agresor la decapitó como advertencia para las demás. La violencia desmedida es una marca distintiva del ‘Tren de Aragua’, que utiliza el terror como método de control.
”Mi amiga estuvo enferma y el venezolano le dijo ‘yo no puedo llevarte a un hospital porque me delata. Tú a mí no me sirves,’ y comenzó a cuchillo, la degolló. En ese momento agarró la cabeza y se la tiró a la chica. Esto te va a pasar a ti y a todas tus amigas si no hacen caso”, declaró para el dominical.
Así opera esta organización
A diferencia de otros grupos criminales, el ‘Tren de Aragua’ no tiene una ideología política; su única motivación es el lucro, lo que los hace impredecibles y extremadamente peligrosos. Sus métodos de ejecución son brutales, disparando a sus víctimas docenas de veces para asegurar la muerte y enviar un mensaje claro a quienes se atrevan a desafiar su dominio.
Las órdenes para estos actos violentos provienen directamente de las cárceles en Venezuela, donde los líderes mantienen el control sobre sus operaciones en el extranjero. Este control se ejerce a través de células organizadas en diferentes países, cada una con un nivel de poder que depende del territorio y los negocios ilícitos que dominan.
En Perú, la célula del ‘Tren de Aragua’ se ha fortalecido significativamente desde su llegada en 2017. En esta organización las jóvenes en su mayoría son inmigrantes venezolanas.
“Ellos fueron creando células en otros países que las controlaban desde la prisión en Venezuela. Estas células tenían más o menos poder dependiendo del país donde estaban, de los negocios ilícitos en los que estaban involucrados y de los territorios que lograban controlar. Entonces, ¿qué ocurrió? Bueno, ciertamente algunos países donde estas células fueron más fuertes, uno de estos países es Perú”, declaró la periodista de investigación, Ronna Risquez .