Arquitectura barroca, un estilo implantado por los españoles pero que no les pertenecía: este arte se usó en el virreinato para demostrar poder

Durante esta etapa de la historia del Perú, se construyeron numerosas iglesias que destacan por sus fachadas profusamente decoradas y sus interiores ornamentados. Las estructuras suelen incluir columnas salomónicas, cúpulas y campanarios de gran impacto visual

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La arquitectura barroca en el
La arquitectura barroca en el Perú se distingue por su ornamentación. (Composición Infobae: PromPerú / Difusión)

Con el establecimiento del Virreinato del Perú en 1542, se produjo una transformación cultural en la región. La capital, Lima, se convirtió rápidamente en un núcleo de difusión cultural europea, donde se levantaron iglesias, palacios y monasterios que reflejaban el poder y la visión del nuevo orden colonial. Simultáneamente, la imposición del idioma español y la religión católica alteraron las prácticas y creencias tradicionales de las poblaciones indígenas, quienes adoptaron y adaptaron elementos de la cultura europea a sus propias costumbres.

Surgió un sincretismo cultural visible en festejos, arte y lenguaje, donde se mezclaban iconografías indígenas y cristianas, conformando una identidad mestiza que caracterizó al virreinato. La interacción constante entre los colonos y los pueblos originarios dio lugar a una fusión que definió los componentes culturales, sociales y religiosos del Perú colonial.

En las primeras décadas de la colonia, la región experimentó una reorganización dramática marcada por el despliegue del poder español. Lima se consolidó rápidamente como centro administrativo y religioso, desde donde se gestionaban las numerosas riquezas que llegaban a España, especialmente de las minas de plata en Potosí. La introducción del sistema de encomiendas sometió a la población indígena a duros trabajos forzados y tributos, provocando un colapso demográfico debido a enfermedades, explotación y cambios en sus modos de vida.

Habitantes de Lima en el
Habitantes de Lima en el virreinato. (Panamericana TV)

Mientras en el Virreinato del Perú se construían ciudades, se explotaban recursos naturales en un contexto de rígidos sistemas de trabajo forzado y conversión religiosa, entre otros acontecimientos, en España surgía el barroco, un movimiento artístico caracterizado por su dinamismo, emocionalidad y ornamentación exuberante. Como es sabido, el barroco apareció en el siglo XVII como una respuesta a los cambios sociales y económicos de la época, incluyendo la Contrarreforma, que buscaba reafirmar el poder y la influencia de la Iglesia Católica a través del arte.

Pero el barroco no surgió en España, sino en Italia a finales del siglo XVI. Este movimiento nació como una respuesta a la Reforma Protestante y buscaba revitalizar la fe católica mediante el arte y la arquitectura exuberantes y emotivos. Desde este país europeo, este estilo de arte se extendió muy rápido por otras naciones europeas como Francia, Alemania y España; este último país difundió su influencia barroca en sus colonias, llevándola a América y transformando el paisaje cultural de territorios como el Perú.

Arquitectura barroca en el Perú

En el Perú, los vestigios del barroco se manifiestan con esplendor, especialmente en su arquitectura colonial. La Catedral del Cusco, con su majestuosa fachada y detallado interior, es un claro ejemplo de este estilo, que fusiona elementos indígenas y europeos. Del mismo modo, la Iglesia de la Compañía de Jesús de Arequipa es un icono del barroco mestizo, con su ornamento exuberante y detalles en piedra volcánica que narran historias a través de cada curva y relieve.

Retablo de la Basílica de
Retablo de la Basílica de San Francisco, Catedral de Ayacucho y fachada de la iglesia San Juan Bautista. (Composición Infobae: Pinterest Iglesias del Perú)

Tanto la fachada como las instalaciones de estos centros religiosos presentan elementos barrocos. Sobre este tema, el arquitecto Luis Villacorta Santamato, en diálogo con L’Italia Per Te, señaló algunos de los detalles que se encuentran dentro de los centros religiosos y destacó la influencia que ejerció Italia sobre España, y, a su vez, cómo esta última la transmitió al Perú.

“Uno de los arquitectos más importantes del barroco italiano es Gian Lorenzo Bernini, quien trabajó para siete papas y para el rey de Francia. (...) Una de las obras más importantes y de las primeras que realizó en cuanto a arquitectura es el baldaquino de la Basílica de San Pedro. Se trata de una estructura de cuatro columnas que se coloca sobre el lugar donde está el altar principal y la tumba de San Pedro. Estas columnas se llaman salomónicas y están cubiertas por una especie de techo hecho de bronce en cuyos lados vamos a ver flecos y pompones, todo hecho de bronce”, sostuvo.

Según un investigador, el baldaquino interior de la iglesia —es decir, una estructura ornamental localizada dentro de una iglesia, generalmente sobre el altar mayor— presenta una representación del Espíritu Santo en forma de paloma con rayos a los lados, un conjunto que ha influido en la arquitectura barroca del mundo occidental. En Perú, estos elementos, sobre todo las columnas salomónicas, se pueden apreciar en templos ubicados, por ejemplo, en centros religiosos de Ayacucho, Arequipa, Cusco y Trujillo. Los púlpitos de numerosas iglesias en todo el país muestran, en la parte alta llamada tornavoz, la imagen del Espíritu Santo como una paloma rodeada de rayos, reflejando la directa influencia de Bernini.

Cúpula de la basílica de
Cúpula de la basílica de San Pedro. (getyourguide.es)

El objetivo de la arquitectura barroca en el Perú

La arquitectura barroca en el Perú se distingue por su ornamentación y detalles elaborados que combinan influencias europeas con adaptaciones locales. Durante los siglos XVII y XVIII, se construyeron numerosas iglesias y conventos que destacan por sus fachadas profusamente decoradas y el uso creativo de la luz y el espacio. Las estructuras suelen presentar columnas salomónicas, cúpulas y campanarios de gran impacto visual.

Ahora bien, ¿qué llevó a los españoles a implantar el arte barroco en nuestro país y cuáles eran las intenciones detrás de esta decisión?, ¿buscaban tal vez mostrar el poder y la influencia de la Iglesia católica a través de monumentales estructuras religiosas?, ¿o era una manera de integrar y quizás imponer su cultura y estética en un territorio nuevo y diverso? Estas interrogantes invitan a explorar las complejas motivaciones políticas, religiosas y culturales que guiaron la adopción de este estilo artístico en el período colonial.

Sobre estas cuestiones, es pertinente dar a conocer las respuestas de los investigadores. Por ejemplo, Alejandro Miro Quesada, en su artículo “La arquitectura barroca en el Perú”, señaló lo siguiente: “Otra de las características del barroco es su exagerada ornamentación, que si en los templos se debió a la tendencia de expresar plásticamente el arrebatado sentido católico, en la arquitectura civil representó la plasmación del absolutismo imperante en aquel entonces. (...) Cuando le faltan medios económicos y se ve obligado a utilizar materiales pobres, busca la compensación recurriendo a la exuberancia ornamental”.
El Virreinato del Perú fue
El Virreinato del Perú fue instaurado por los españoles en 1542. (Difusión)

“El dualismo, tan esencial en la creación artística barroca, se presenta en la vida real entre el oficialismo renacentista impositivo y la inquietud ardiente y retorcida del espíritu español. Tremenda lucha que, creo yo, solo ha de culminar en las vírgenes tierras americanas”, agregó el intelectual.

Los investigadores José Enrique López, Myriam Marcano Torres, José Enrique López Salazar, Yolanda López Salazar y Humberto Fasanella, quienes publicaron un artículo en Gaceta Médica de Caracas, señalaron lo siguiente: “El arte será utilizado como argumento convincente del poder católico. El arte se dirigirá antes a la imaginación y a la sensación que a la razón”. Por su parte, National Geographic señaló que “cuando la Iglesia se vio en la coyuntura peligrosa de quedarse sin fieles, decidió invertir gran parte de la fortuna que había generado en el arte; sobre todo, para comunicar grandeza, opulencia y poder”.

Finalmente, la arquitecta Gabriela Díaz, graduada por la Universidad Nacional Autónoma de México, indicó que “el barroco surgió bajo tres variantes: el religioso, el absolutista y el burgués”. “La arquitectura se apropió del ámbito religioso y absolutista, y pronto se convirtió en una vía para demostrar poder; el primero mediante iglesias, y el segundo a través de palacios”, añadió. Cabe señalar que esta declaración apareció en el portal web AD.

Al margen de los objetivos relacionados con el poder y dominio religioso de los españoles a través de la arquitectura barroca, esta también tenía como propósito intensificar la experiencia espiritual y fomentar la devoción entre los fieles. A través del uso de elementos ornamentales exuberantes y detallados, como altares dorados, columnas salomónicas y techos decorados con frescos, se buscaba crear un ambiente que reflejara la grandeza y el misterio de la fe católica.

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