Las malas condiciones en las escuelas de todo el país siguen siendo un problema, a pesar de que las clases comenzaron hace tres meses, en marzo. Incluso en la capital, en el distrito de Comas, la situación es especialmente crítica en el centro educativo Luis Alberto Sánchez, que enfrenta un cierre indefinido decretado por las autoridades educativas. Esta medida se tomó debido a las graves filtraciones de agua en los techos de las aulas, lo que pone en riesgo la seguridad de los estudiantes y del personal docente.
La decisión generó una profunda preocupación entre los padres de familia, quienes temen que sus hijos pierdan el año escolar. Las autoridades de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) y el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) realizaron una inspección y determinaron el cierre inmediato del colegio hasta nuevo aviso.
Las instalaciones construidas sobre un terreno con desniveles y rellenos inestables, se han deteriorado con el tiempo. Los padres denuncian que las fisuras en los patios y la inclinación de las estructuras se encuentran peor, al punto de que un movimiento telúrico podría provocar un colapso. La situación se agrava con las lluvias, que provocan inundaciones en las aulas y exponen a los niños a condiciones insalubres y peligrosas.
“Cada vez que llueve, el agua entra en las aulas y el patio se convierte en un charco. Es inaceptable que nuestros hijos tengan que estudiar en estas condiciones”, declaró un padre de familia a Exitosa. Además, enfatizó la preocupación por la estabilidad del terreno, que podría ceder en cualquier momento.
Clases virtuales y brechas tecnológicas
Ante el cierre del colegio, las autoridades del colegio dieron la orden de implementar clases virtuales como una solución temporal. Sin embargo, esta medida enfrenta serias limitaciones debido a la falta de acceso a la tecnología entre los estudiantes. Muchos de ellos no cuentan con dispositivos adecuados ni con conexión a internet, lo que dificulta la continuidad de su educación.
“En nuestra comunidad, la señal de internet es muy mala y no todos tenemos celulares o computadoras. No es justo que por la falta de infraestructura, nuestros hijos pierdan el año escolar”, comentó una de las madres afectadas.
Módulos temporales y soluciones a largo plazo
Las autoridades han prometido la instalación de módulos temporales en una losa deportiva cercana al colegio, una medida que se estima tomará alrededor de cuatro meses. Mientras tanto, los padres demandan una solución más rápida y eficiente, ya que consideran inaceptable que sus hijos pierdan tanto tiempo sin clases presenciales.
Además de la interrupción del aprendizaje, las malas condiciones del colegio han afectado la salud de los estudiantes. Las filtraciones de agua y la humedad han provocado enfermedades respiratorias entre los niños.
Apoyo municipal y respuesta oficial
La municipalidad de Comas había ofrecido apoyo logístico al Ministerio de Educación desde enero, cuando se reportó el riesgo que representaba la infraestructura del colegio. Sin embargo, la propuesta no fue acogida a tiempo, lo que ha generado críticas por parte de los padres y la comunidad local.
Evelyn Vicente, subgerente de gestión de riegos de desastres - Comas, indicó que “estamos dispuestos a colaborar en todo lo necesario para solucionar este problema. La educación de nuestros niños es una prioridad y no podemos permitir que sigan estudiando en estas condiciones”.
Mientras las autoridades buscan soluciones, los estudiantes y sus familias enfrentan un futuro incierto. Algunos padres han considerado la posibilidad de transferir a sus hijos a otros colegios, pero la saturación de las escuelas cercanas y la falta de plazas disponibles complican esta opción. “No sabemos qué hacer. No hay cupos en otros colegios y no podemos permitir que nuestros hijos pierdan el año escolar. Necesitamos una solución urgente”, declaró una madre de familia.