Un estudio realizado por la ESAN en el año 2018 concluyó que el Perú es el quinto país con mayor espíritu emprendedor en el mundo y el primero en América Latina. Si bien las iniciativas sobran, los emprendedores no siempre cuentan con las herramientas ni los conocimientos necesarios para hacer de su negocio personal una empresa rentable y próspera. Es por ello que en Circum Experiencia 2024, evento realizado recientemente sobre inversiones, emprendimiento y crecimiento del país, distintos expositores compartieron importantes estrategias para tomar en cuenta al momento de establecer algunos hábitos que impulsen la sostenibilidad empresarial.
Entre los principales consejos expuestos en el evento se encuentran los siguientes:
Mantener estabilidad financiera en la vida privada
Establecer una base financiera sólida es vital para cualquier negocio. Antes de invertir en una empresa, es indispensable que los emprendedores se aseguren de tener sus finanzas personales en orden. Esto abarca la creación de un presupuesto personal, la gestión de deudas y la acumulación de ahorros para situaciones de emergencia. Manteniendo unas finanzas personales saludables se logra que las finanzas del negocio sean también estables, lo que facilita la rentabilidad y permite tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo reinvertir en la empresa.
Identificar un problema, compararlo y generar una necesidad real
Para desarrollar un negocio de manera efectiva, es clave identificar un problema específico en el país y examinar cómo ha sido resuelto en otros lugares. Este análisis comparativo permite adaptar soluciones exitosas a contextos locales, creando una necesidad real. El estudio de casos de éxito en el extranjero ofrece lecciones importantes y un punto de partida sólido para introducir innovaciones en el mercado doméstico.
Estudiar cómo otros han abordado problemas similares proporciona una base sólida para la innovación. Por ejemplo, si en otro país han implementado una tecnología o un modelo de negocio que ha dado buenos resultados, esa experiencia se puede adaptar y ajustar a las circunstancias del mercado local. De esta manera, no se parte de cero, sino que se aprovechan conocimientos y prácticas ya existentes, reduciendo así el riesgo de fracaso.
Tener un buen círculo de influencia
Para un emprendedor, identificar y conectar con aliados estratégicos es crucial. Estos aliados pueden incluir mentores, socios comerciales, proveedores o incluso clientes iniciales. El establecimiento de conexiones significativas facilita el acceso a recursos, conocimientos y oportunidades que, de otro modo, serían difíciles de alcanzar. Los eventos de networking y las conferencias de la industria son espacios ideales para crear estas relaciones. Además, plataformas en línea como LinkedIn son herramientas esenciales para mantener y expandir la red de contactos.
Tener mentores proporciona orientación y experiencia, mientras que socios comerciales y proveedores pueden ofrecer apoyo logístico y financiero. Los clientes iniciales, por su parte, pueden brindar retroalimentación valiosa para mejorar el producto o servicio. Al cultivar estas relaciones, los emprendedores pueden construir una base sólida que les permita superar desafíos y aprovechar nuevas oportunidades, incrementando así sus probabilidades de éxito en el mercado.
Evaluar la forma de financiamiento
Uno de los retos más grandes para los emprendedores es asegurar financiamiento. Es crucial investigar distintas fuentes, desde capital de riesgo y préstamos bancarios hasta crowdfunding. Cada opción ofrece diferentes beneficios e inconvenientes, por lo que es importante determinar cuál se alinea mejor con las necesidades y metas específicas del negocio. Adicionalmente, tener un plan financiero claro y bien organizado puede incrementar las oportunidades de atraer inversores.