Los viajeros que se internan en la selva quedan asombrados ante la biodiversidad y la sinfonía de sonidos naturales que los rodea. La visión de árboles gigantescos, algunos alcanzando alturas inimaginables, y el destello de colores vivos de aves crean una experiencia visual impactante. Al caminar entre el follaje denso y escuchar el constante murmullo de vida, muchos habrán pensado en la increíble riqueza y el frágil equilibrio de este ecosistema, preguntándose cómo es posible que tal maravilla exista tan apartada de la civilización.
Además de la exuberante vegetación y la riqueza de fauna, como aves multicolores y animales exóticos, la selva peruana sorprende con ríos caudalosos y misteriosas cuevas. También se pueden encontrar comunidades indígenas que conservan tradiciones ancestrales, contribuyendo a la riqueza cultural de la región. La variedad de ecosistemas, que incluye pantanos y valles, añade un nivel adicional de fascinación para los turistas.
Precisamente, los turistas, ávidos de conocer la historia de los lugares que visitan, han llegado a sentir una profunda tristeza al escuchar a las comunidades locales relatar cómo sus árboles longevos fueron talados sin contemplación. Estas historias de devastación, donde imponentes árboles milenarios cayeron para satisfacer los intereses de las empresas madereras y los intermediarios, conmueven a los visitantes.
Mientras los lugareños recordaban con desconsuelo la pérdida irreparable de su patrimonio natural, los turistas compartían su dolor y reflexionaban sobre las devastadoras consecuencias de la deforestación. En 2023, por ejemplo, la Agencia EFE divulgó imágenes de un árbol monumental al que le habían arrancado su tronco. Este acto provocó una ola de tristeza e indignación entre los peruanos.
El árbol talado era el shihuahuaco, nombre común para las especies forestales maderables del género Dipteryx presentes en la Amazonía peruana. Sobre este tema en cuestión, Tatiana Espinosa, ingeniera forestal que lidera Arbio ―organización sin fines de lucro que protege los bosques del Perú―, dijo lo siguiente al medio internacional citado: “Esta especie está muy demandada, sobre todo por el mercado internacional; por eso, se está talando de manera indiscriminada, poniendo en riesgo toda la población de esta especie y, además, el ecosistema”.
Justamente, esta defensora de los árboles estuvo cerca de un ejemplar muy longevo que fue cortado. En el material audiovisual se puede ver al ser vivo, cuyo diámetro supera el metro, una característica propia de los árboles de más de 700 años. “Es impresionante que justo los shihuahuacos más longevos y grandes son los que están cortando la industria maderera para convertirlos en suelos de parquet en Lima o para enviarlos a China”, expresó Espinosa a El País.
Los shihuahuacos, los árboles milenarios de la Amazonía peruana
A orillas del río Las Piedras, en Madre de Dios, se encuentran árboles longevos que empezaron a crecer antes de la formación del Imperio Inca. Esta información fue proporcionada por Tatiana Espinosa, directora de la ONG Arbio, en una entrevista para la Agencia EFE. “El 68 % de los shihuahuacos que estudiamos tiene más de 500 años y el 16 % tiene más de mil, son árboles que forman parte del patrimonio de la nación peruana”, señaló.
En 2022, la organización Arbio alertó a las autoridades competentes que la tala incontrolada de este ‘gigante del Amazonas’ por parte de la industria maderera está provocando que la especie esté en peligro. Cabe señalar que las especies que habitan en sus ramas y flores, como aves, mamíferos pequeños y una variedad de insectos, también se ven amenazadas por la destrucción de su hábitat natural.
Ante esta situación adversa, en ese mismo año, durante la decimonovena Conferencia de las Partes (CoP) de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), se aprobó la inclusión del shihuahuaco (Dipteryx) en el Apéndice II de la lista CITES.
Sin embargo, tras la decisión, Perú solicitó un plazo de dos años para que los países de la región adopten medidas reglamentarias que aseguren la gestión sostenible de las especies de este género forestal maderable.
Preservar los árboles milenarios de la selva peruana es importante tanto para el equilibrio ecológico como para la cultura de las comunidades locales. Estos árboles, que han perdurado a lo largo de los siglos, son símbolos espirituales y culturales para los pueblos amazónicos, custodios de historias y tradiciones que han conectado generaciones y nutrido el alma de toda una comunidad.