Pese a que el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, y otras autoridades de la Policía Nacional del Perú han señalado que no están interviniendo en las negociaciones con los secuestradores para la liberación de la empresaria Jackeline Janina Salazar Flores, efectivos allanaron un búnker en Comas a pocos metros del gimnasio de la joven raptada hace nueve días.
La tarde del martes, alrededor de 40 agentes de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) ingresaron a una vivienda donde halló un chaleco policial, similares a los que tenían puesto el grupo de secuestradores al momento del rapto de la empresaria.
La Policía presume que ese espacio sería la base de operaciones de secuestradores y extorsionadores. En el lugar también se encontró dos armas de fuego verdaderas y dos réplicas, además de 40 municiones de nueve milímetros, un chaleco policial identificatorio, cascos, máscaras, cuchillos, celulares y droga.
El inmueble allanado y ubicado en la cuadra tres del jirón José Olaya, en Comas, era una construcción de tres pisos donde, por fuera, funcionaba un centro de acopio de chatarra para no levantar sospechas. En el lugar también se encontraron hojas con un registro de nombres y supuestos pagos. El manuscrito será sometido a pericias.
En el lugar se detuvo a Jorge Alberto Quispe Chumbe, alias ‘Payaso’, un hombre de 41 años que aseguraba dedicarse a animar shows infantiles.
Policía se aleja de las negociaciones
También el martes, el titular del Interior, informó que la familia de Jackeline Salazar les ha pedido respetar la decisión de no participar en las negociaciones de liberación, sobre todo, luego de que se dieran a conocer audios desgarradores en la que la víctima de secuestro pide entre llantos que consigan el dinero para su rescate y que la PNP no intervenga.
“La empresaria se encuentra lamentablemente retenida, hemos recibido instrucciones expresas de la familia para no vincularnos porque ellos se encuentran en comunicación directa. Estamos respetando esa posición porque nuestra principal preocupación es la integridad de la persona secuestrada. No obstante, la Policía está cumpliendo su rol de oficio”, indicó Juan José Santiváñez en conferencia de prensa desde una comisaría en Barranco.
Además añadió que el padre se mantiene en conversación directa con los secuestradores, por lo que no tienen más detalles sobre la situación de la joven.
“No tenemos (mayor información). La familia está manejando todo esto de manera muy hermética. Nosotros lo respetamos como autoridad porque nuestra principal preocupación, lo sostengo, es la integridad de la persona retenida”, dijo.
Empresaria estaría siendo torturada
La empresaria Jackeline Salazar fue secuestrada el pasado 13 de mayo por sujetos con chalecos de policías. Sus raptores enviaron una imagen de la joven con un dedo aparentemente amputado a su padre para exigir un rescate de dos millones de soles. La fotografía de la mujer tras la amputación y una grabación de audio donde los secuestradores amenazan con realizar nuevas amputaciones si no se paga el rescate, han sido difundidas el lunes.
Los secuestradores, según la grabación, indicaron que continuarían con las mutilaciones si no se entregaba el dinero solicitado. “Ahí te mando una pequeña prueba de lo que puedo llegar a hacer con tu hija. A más tiempo que des a los soplones... menos tiempo le queda de vida a tu hija. A la próxima será un dedo menos”, menciona un hombre en el audio. El padre de Jackeline ha pedido clemencia argumentando que no dispone de esa cantidad de dinero.
La víctima ha suplicado en mensajes que sus padres paguen el rescate y que no informen a la Policía. “Por favor, me van a pasar electricidad, me van a cortar el dedo, por favor. Solo consigue el dinero, nada más”, expresó Salazar en una grabación previa. El secuestro de Jackeline fue registrado por cámaras de seguridad de Los Olivos de Lima mientras la mujer se desplazaba en su vehículo.