En la actualidad, los jóvenes están asumiendo un papel fundamental en la construcción activa del futuro a través de sus emprendimientos. Estas iniciativas no solo representan nuevas formas de emprender, también reflejan cómo las nuevas generaciones no son solamente el futuro del país, por el contrario, son el presente y ahora en términos de innovación y cambio social.
A diferencia de hace algunos años, cuando la necesidad de cumplir con ciertos parámetros de la sociedad se imponía, hoy los jóvenes son motivados por otros elementos como la flexibilidad, el sentido de propósito, el significado personal, el desarrollo en un ambiente libre, la conciencia ambiental y social.
Injustamente son tratados como “la generación de cristal” por los “antiguos” al no ver en ellos modelos más resistentes, similares o cercanos a los suyos; sin embargo, lo que no ven los “adultos” es que estos jóvenes no solo son más resilientes, sino antifrágiles: aprenden y cambian, entienden y pivotean, se atreven, corrigen y siguen y eso hace que a veces sean incomprendidos e, incluso, poco valorados.
No pretendo hacer una pugna entre generaciones, sino, más bien, poner en valor la oportunidad que estamos viviendo al coexistir diversos grupos etarios en espacios de colaboración y creación conjunta.
En años pasados, comúnmente, se tenía una aversión al error. El fracaso era sinónimo de mediocridad y burla. La resistencia al cambio por ello era la garantía de minimizar la incertidumbre y con ello preservar el statu quo. Hoy se abraza el error, se entiende que para salir de la zona de confort se debe convivir con la incertidumbre y se valora el modelo beta constante.
En el paso del tiempo, he podido a apreciar a jóvenes extraordinarios y con una empatía por la vida inconmensurable. Tienen un deseo sincero de hacer negocios disruptivos, generar riqueza de forma consciente; es decir, que el objetivo máximo no sea el flujo infinito de dinero, sino, la armonía ente su tiempo libre, su paz, su disfrute de los momentos y el modelo de negocio innovador que sacaron adelante.
Dentro del marco del programa “Protagonistas del Cambio UPC por los ODS”, colaboramos estrechamente con jóvenes emprendedores sociales. Desde nuestra posición académica, dedicamos esfuerzos a capacitar y guiar a estos emprendedores para que puedan expandir y fortalecer sus iniciativas de impacto en beneficio de la comunidad. Creemos firmemente que construir el país que anhelamos y merecemos es una responsabilidad colectiva que exige involucrarnos activamente en el desarrollo y apoyo de nuevas generaciones comprometidas con el cambio positivo.
Este cambio global, liderado por jóvenes, está en constante evolución gracias a su consciencia en torno a sus responsabilidades. Han comprendido que no solo son el futuro, sino también el presente, adoptando así una postura proactiva. En este contexto, los jóvenes no solo se responsabilizan de su propio desarrollo personal, sino también de los impactos que generan a través de sus acciones.