El Instituto Nacional Penitenciario del Perú (INPE), en coordinación con la Policía Nacional, desarrolló un megaoperativo sorpresa al interior del penal El Milagro, ubicado en la ciudad de Trujillo, en la región La Libertad, informó Panorama. Sus agentes desplegaron una exhaustiva requisa en las celdas del pabellón de régimen cerrado especial, donde cumplen sus condenas los extorsionadores más peligrosos del país.
Alertados por la PNP que, desde el interior de este recinto carcelario de máxima seguridad, salen varias de las más sonadas extorsiones a nivel nacional, el personal penitenciario llegó de sorpresa, en horas de la madrugada, para retirar a los presos de sus celdas y revisar minuciosamente.
Lo más llamativo de la operación fue que se encontró una profunda caleta que serviría para esconder celulares y objetos punzocortantes, además de diversos papales con número telefónicos, presuntamente de las víctimas, en su mayoría empresarios, dueños de negocios y gente con poder adquisitivo.
Los Pulpos y el Tren de Aragua
El Milagro encierra en sus paredes a ranqueados delincuentes que formaron parte —o aún lo hacen— de peligrosas organizaciones criminales como La Jauría, Los Ochenta, Los Pulpos, La Gran Familia y el Tren de Aragua.
“Es el pabellón de régimen cerrado especial, donde hay internos de múltiples delitos, reincidentes y reaciones al tratamiento de resocialización”, dijo un alto mando policial al dominical.
La requisa se desarrolló con éxito, pero además se ordenaron una serie de traslados, entre ellos la del interno Víctor Tamayo Saliñas, alias La Rata, sentenciado a 30 años de cárcel por sus innumerables delitos cuando se encontraba en libertad.
Al ser abordado por un reportero del dominical, La Rata negó que ese sea su apelativo y que haya seguido extorsionando desde el penal El Milagro. “No tengo que ver nada. De eso ya se encarga la Fiscalía”, declaró. Según las investigaciones, este avezado delincuente es miembro principal de La Jauría Nueva Generación, organización criminal cuyo sello delictivo es la tortura y mutilación de las extremidades de sus víctimas.
“El mensaje a los privados de libertad es: los vamos a alejar de sus lugares de origen y aquellos que tengan mayor lesividad los vamos a llevar a penales en las alturas. Su familia no va a llegar hasta allá, sus amigos tampoco“, advirtió Javier Llaque, jefe del INPE.
Seguirán los operativos
En tanto, Juan Alcantará, viceministro de Justicia y Derechos Humanos, manifestó: “Estamos en una declaratoria de emergencia (en Trujillo) y esperemos que las cifras demuestren que esta medida ha dado efecto. Y con los estudios que se realizará posteriormente, entiendo que esto podría extenderse a otras regiones”.
El general Víctor Zanabria, comandante general de la PNP, indicó que este fue solo uno de los varios operativos que vienen realizando, en coordinación con el INPE y otras instituciones, para seguir combatiendo a la criminalidad en el Perú.
“Paralelamente se ha intervenido en Pataz, Virú, aquí en Trujillo y se va a seguir los operativos a diferentes expresiones criminales que tienen movimiento también de otras actividades, como el tráfico ilícito de drogas, la extorsión y el sicariato”, mencionó Zanabria.
Según datos del INPE, el penal El Milagro de Trujillo se encuentra en una situación crítica con un nivel de hacinamiento del 300 %. Fue diseñado para 1,800 internos, pero actualmente aloja a más de 5,400. Dentro de esta sobrepoblación, 288 reclusos son extranjeros (259 venezolanos, 26 colombianos y 3 ecuatorianos).
A inicios de mayo de este año, se conoció la noticia que un agente del INPE fue captado en video con droga en la mano y se observó a policías en aparente estado de ebriedad. En un comunicado, difundido en ese momento, la institución hizo un llamado a su personal para que rechacen todo tipo de corrupción.