El mitin del pan grande y el pan chico: la primera manifestación populista en el Perú a favor del candidato Guillermo Billinghurst

Una importante manifestación popular alteró la política peruana en 1912, mostrando el poder del pueblo en apoyar a su candidato en su lucha electoral.

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Con el apoyo de sectores
Con el apoyo de sectores populares y un mitin histórico, Billinghurst desafió las barreras electorales e hizo historia en la presidencia peruana de 1912. (BNP)

En la historia de todos los presidentes que ha tenido el Perú, ha habido muchos que han pasado a la posteridad por diversas razones. De todos ellos, hay uno que comenzó con la ahora famosa tradición de dirigirse al pueblo en un mitín.

Se trata de Guillermo Billinghurst, quien a fuerza de voluntad se impuso ante lo que él creía que era una injusticia y, a la larga, terminó ganando la presidencia de la república en las elecciones generales de 1912.

Justamente el llamado mitin del ‘pan grande y el pan chico’ pasó a la historia por ser la primera manifestación popular de un candidato al lado de su gente. Esto ocurrió ese día.

¿Quién fue Billinghurst?

Inicio como alcalde de Lima
Inicio como alcalde de Lima y reformas urbanas destacadas, culminó con su elección como presidente del Perú, Guillermo Billinghurst marcó un hito en la historia del país.  (Museo del Jurado Nacional de las Elecciones)

Nacido en Arica el 27 de junio de 1851, Guillermo Enrique Billinghurst Angulo (1851-1915), fue un destacado político, empresario, escritor y periodista peruano que dejó una huella imborrable en la historia del Perú.

Hijo de Guillermo Eugenio Billinghurst Agrelo y Belisaria Angulo Tudela, Guillermo creció en un ambiente marcado por la influencia de su abuelo, el patriota inglés Roberto Billinghurst. Realizó sus primeros estudios en Arica y luego en Valparaíso, donde asistió al colegio inglés de Goldfinch y Blühm.

Posteriormente, se trasladó a Buenos Aires para estudiar ingeniería. Sin embargo, la trágica muerte de su padre durante el maremoto de Arica en 1868 lo obligó a regresar a Perú para hacerse cargo de los negocios familiares en la industria del salitre.

De la mano de Piérola

En su ingreso al mundo
En su ingreso al mundo de la política, Guillermo Billinghurst se alineó a las ideas de Nicolás de Piérola, entonces presidente del Perú. (Museo del Jurado Nacional de las Elecciones)

Desde muy joven, Billinghurst se alineó con Nicolás de Piérola, apoyando sus intentonas golpistas y acompañándolo en la expedición del Talismán en 1874 y la revuelta de Moquegua en 1876. Durante la Guerra del Pacífico, se unió al Ejército de Reserva y desempeñó un papel crucial en la defensa de Lima en el Morro Solar, donde fue herido y capturado por las fuerzas chilenas.

Tras la guerra, Billinghurst fungió como cónsul del Perú en Iquique. Se destacó en el periodismo, fundando y editando varios periódicos, incluido La Industria de Iquique.

En 1888, estableció el Ateneo de Iquique. Como miembro del Partido Demócrata fundado por Piérola, apoyó económicamente la revolución contra el gobierno de Andrés Avelino Cáceres, que culminó en 1895 con la instauración de una estabilidad política y económica en el país.

Elegido primer vicepresidente del gobierno de Piérola en 1895, Billinghurst también fue senador por Tacna y presidente del Senado en 1896. Su proyecto de ley para legalizar el matrimonio civil para cristianos no católicos sentó un precedente importante en la legislación peruana.

Para 1898, ya como ministro plenipotenciario en Chile, firmó el Protocolo Billinghurst-Latorre, que buscaba resolver el conflicto territorial sobre Tacna y Arica. Sin embargo, este protocolo no fue implementado debido a la falta de aprobación en el Congreso Chileno. Al llegar 1909, Billinghurst fue elegido alcalde de Lima, donde implementó reformas significativas en infraestructura y servicios públicos, favoreciendo a las clases populares.

Su administración se caracterizó por la demolición de estructuras insalubres, la pavimentación de calles, y la mejora de los servicios de agua potable. Estas acciones le granjearon un amplio apoyo popular, preparando el terreno para su candidatura presidencial.

Pan grande, pan chico

El mitin del pan grande
El mitin del pan grande y pan chico marcó el inicio de una nueva era en la política peruana, liderada por Guillermo Billinghurst y su visión de justicia social. (BNP)

En 1912, Billinghurst lanzó su candidatura a la presidencia con el respaldo de los sectores populares y obreros. El jurado de elecciones, controlado por el Partido Civil, intentó evitar su postulación cerrando las inscripciones para los comicios.

En respuesta, convocó a un mitin en la Alameda de los Descalzos el 19 de mayo de 1912, donde veinte mil personas se reunieron para apoyarlo. En este evento, Billinghurst fue apodado el “pan grande” por los panaderos anarcosindicalistas, que prometían pan más barato si llegaba a la presidencia.

Durante el evento, que inició a las tres de la tarde, el candidato presidencial dio un discurso que sus seguidores escucharon con atención. En él, Billinghurst puso especial énfasis en que solo la voluntad popular sacaría adelante al país. Al finalizar la reunión, el político se digirió, junto a sus seguidores, directo a la Plaza de la Exposición.

Sin embargo, a pesar de que las calles hablaron, las autoridades electorales igualmente decidieron seguir con el proceso, pero sin Billinghurst. Esto se traduciría en una serie de desmanes los días siguientes que obligaron al Congreso a anular las elecciones y elegirlo presidente.

A pesar de todo, esa fecha pasó a la historia por ser la primera vez en la que un político peruano convocó y llevó a cabo una manifestación de esa naturaleza durante la llamada república aristocrática.

No la tuvo fácil

Una manifestación popular y la
Una manifestación popular y la voluntad de una figura política destacada, Guillermo Billinghurst, marcaron un antes y un después en la historia electoral peruana en 1912. (Museo del Jurado Nacional de las Elecciones)

Durante su mandato, propuso una legislación social avanzada que encontró la oposición de los conservadores y una intensa pugna con el Congreso, dominado por civilistas y leguiístas. Intentó disolver el Congreso y convocar al pueblo para realizar reformas constitucionales, lo que llevó a los parlamentarios opositores a planear su vacancia por incapacidad moral y buscar el apoyo de los militares.

Esta oposición culminó en el levantamiento militar liderado por el coronel Óscar R. Benavides. Obligado a dimitir, Billinghurst fue exiliado y finalmente falleció en Iquique el 28 de junio de 1915.

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