Desde el 9 de mayo, seis sedes de una empresa denominada WorldCoin comenzó a operar en Lima y, a quienes se animen a ceder sus ojos, les dan 10 criptomonedas. Es decir, un promedio de 200 soles. Aunque para algunos parece ser una oferta tentadora, surgen dudas sobre la verdadera intención.
De acuerdo a Latina Noticias, la compañía suspendió sus operaciones en varios países debido a la falta de claridad sobre cómo protegerá y gestionará la información de los usuarios. Tal es el caso de Brasil, Alemania, Kenia, Francia y España. Por ejemplo, en Chile, el Servicio Nacional del Consumidor solicitó información sobre los mecanismos de protección de datos que usa.
Según la empresa, su objetivo es crear una red financiera accesible para todos en la era de la inteligencia artificial. Sin embargo, Jesús Veliz, periodista especializado en tecnología, advierte que la empresa aún no ha respondido claramente sobre las denuncias. “Ninguna entidad digital de resguardo de información es invulnerable. La información del iris puede ser usada para suplantar identidades”, declaró.
¿Por qué el iris?
Según expertos, el iris es similar a la huella digital, pero con la ventaja de ser inmutable con el tiempo, lo que lo convierte en una herramienta única para la identificación biométrica.
Amelia Cerrate, de la Sociedad de Oftalmólogos del Perú, explicó: “El iris no sufre cambios fisiológicos”. En ese sentido, Olga Escudero, de la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales, añadió en diálogo con el medio mencionado que “los patrones del iris, únicos desde el nacimiento, permiten identificar de manera inequívoca a una persona”.
Al respecto, la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital anunció una investigación sobre las actividades de WorldCoin, lo que podría tener importantes implicaciones para el futuro de esta práctica en Perú y en el mundo.
“Vamos a verificar por los canales respectivos y también ver si estas empresas están formalizadas en Perú”, sostuvo César Vilchez, secretario de la entidad mencionada.
¿Cuál es el proceso de escaneo de iris?
El proceso de WorldCoin se realiza con una esfera llamada Orb, la cual tiene tres sensores y un infrarrojo. La persona deberá mirar fijamente el sensor a una distancia que va entre los 20 y 30 centímetros, y el escaneo se completa en segundos. Previo a someterse al procedimiento, las personas deben registrarse en un aplicativo llamado World App, proporcionando datos personales como su número de teléfono y un correo electrónico para resguardar información.
¿Quién está detrás de WorldCoin?
Sam Altman, consejero delegado de OpenAI, está detrás del proyecto Worldcoin, el cual tiene el fin de crear un sistema de identificación biométrica global mediante el escaneo de iris humanos. Desde 2019, Altman ha conseguido que dos millones de personas participen, aunque su objetivo es alcanzar los dos mil millones. En este tiempo, el proyecto ha logrado más tracción recientemente en Madrid, donde han instalado varios puntos de escaneo en centros comerciales.
Worldcoin, gestionado por la empresa Tools for Humanity registrada como fundación, surgió casi en secreto mientras la atención pública se centraba en ChatGPT, según explicó El Confidencial. La idea inicial era captar usuarios en países con menos recursos, como Kenia, antes de expandirse a Europa y Estados Unidos. En algunos lugares, la participación se incentivó con regalos, dinero en efectivo o tokens digitales de Worldcoin.
El proyecto ha generado preocupación en diversos sectores por diversas razones, incluyendo cuestiones de privacidad y la acumulación de poder en manos privadas. Según Román Ramírez, especialista en ciberseguridad, “todo lo que tenga que ver con biometría tiene un problema gordísimo”, ya que la biometría, como el iris, no puede ser cambiada tan fácilmente. Ramírez también advierte sobre la privacidad y seguridad de los datos almacenados, a pesar de que Tools for Humanity afirma que las imágenes se borran rápidamente y se utilizan “pruebas de conocimiento cero” para encriptar los datos.
El plan de Worldcoin incluye vender las máquinas de escaneo, conocidas como Orb, y su software, proponiendo aplicaciones que van desde votar en elecciones hasta identificar actividad humana en línea. Sin embargo, esta tecnología también se enfrenta a regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de Europa, que otorga especial protección a los datos biométricos.
Carissa Véliz, profesora de Filosofía en la Universidad de Oxford, subrayó que la utilización de tecnologías biométricas puede tener consecuencias significativas para la democracia. “El anonimato es un elemento vital para la democracia”, dijo, alertando sobre los riesgos de un mundo donde todos estaríamos “fichados y trazables”.