Una trabajadora sexual reveló la brutalidad que viven las mujeres, en su mayoría de nacionalidad venezolana y ecuatoriana, captadas por las mafias de prostitución para ponerlas a ofrecer sus servicios —en muchos casos contra su voluntad— en las diversas cuadras del jirón Risso, en el distrito Lince. El desgarrador relato es el mismo que el de otras atractivas jóvencitas que son ‘esclavas’ de proxenetas peruanos y extranjeros.
“El primero advierte, después actúa. Si la chica no le da, él viene y les tira balazos por las piernas. La segunda advertencia les pegan y la tercera la matan”, declaró una meretriz al noticiero Buenos Días Perú.
La cruda situación salió a la luz nuevamente, tras un ataque en el cruce de la avenida Petit Thouars y el Jirón Risso, donde un sicario disparó a un grupo de extranjeros, entre ellos un vendedor de arepas, quien sería un presunto proxeneta. Según la Policía Nacional, existiría una disputa de bandos criminales por el poder de esta zona rosa.
“Esa víctima es parte de la mafia del Tren de Aragua, usan fachadas como vendedores de arepas y anticuchos”, señaló la trabajadora sexual.
Guerra de mafias
Después de la caída de los cabecillas conocidos como alias ‘Mamut’ y ‘Armando’, dos bandos luchan por el control del proxenetismo en Risso. Se trata, de acuerdo a informes inteligencia policial, de los Puros Hermanos Sicarios, liderados por Freddy Toro, ‘El Chivo’, y ‘Los Injertos’, conformada por peruanos y remanentes del Tren de Aragua, comandados por Eddy Valencia, ‘El Chavo’..
Los informes precisan que alias ‘El Chivo’ es conocido por haber asesinado violentamente a una trabajadora sexual en Lince, durante el año 2022. En tanto, su rival, ‘El Chavo’, tiene un largo historial de denuncias y se le atribuye el asesinato de otra meretriz cerca al mercado Lobatón.
Las autoridades creen que sanguinario ‘Chavo’ está ganando terreno en Risso, donde el proxenetismo genera jugosas ganancias ilícitas anuales. Este delincuente, según relatos de mujeres explotadas sexualmente, les corta la cara y el cabello, las extorsiona y las mata si alguna no quiere pagar un ‘cupo’ o ‘vacuna’.
“Ya han matado a tres en lo que va del año”, afirmó la trabajadora sexual al noticiero. Aunque estas muertes no son reportadas oficialmente, se estima que el año pasado 79 mujeres fueron asesinadas o desaparecidas, todas ofrecían sus servicios en esta zona rosa.
Camuflan sus crímenes
Estos criminales esconden su delito de proxenetismo bajo falsos servicios de masajes, ofreciendo servicios presenciales y virtuales a través de números de WhatsApp. Engañan a menores extranjeras, principalmente venezolanas, a quienes les cobran deudas impagables. “Ahí ponen a las más jóvenes, de 15 a 16 años, extranjeras para tener bajo control a sus víctimas”, añadió la trabajadora.
Las mafias controlan a las mujeres mediante cámaras de seguridad instaladas en los hoteles de la zona, monitoreando las ganancias que deben entregar. Las autoridades requieren constante apoyo de la Unidad de Inteligencia Financiera para rastrear los flujos de dinero y atacar el patrimonio de estas organizaciones criminales.
El año pasado, más de 250 personas fueron detenidas con el apoyo del Ministerio Público, pero los plazos se cumplen y los líderes siguen comunicándose incluso desde prisión.
A pesar de las actuaciones de las autoridades, los enfrentamientos entre mafias continúan, incrementando la violencia y el miedo en la zona. Para los vecinos de Lince, los esfuerzos por desmantelar estas redes vienen dando ciertos resultados, aunque a veces parece insuficientes frente a la magnitud del problema, que sigue cobrando vidas y perpetuando el terror entre las víctimas.
Las autoridades enfatizan la necesidad de colaboración interinstitucional para frenar el avance de estos grupos criminales. Organizaciones protectoras de la mujer aseguran que la lucha contra el proxenetismo en Risso demanda un enfoque integral que incluya no solo operativos policiales, sino también asistencia social y legal para las víctimas.