El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Por este motivo, la fecha se ha establecido de manera anual con el fin de concienciar sobre la discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género que se vive a nivel mundial.
Una realidad que se encuentra muy presente en el Perú y que, en los últimos días, ha sido evidenciada con la inclusión de las identidades trans como enfermedades en el Plan Esencial de Aseguramiento de Salud; sin embargo, este no supone el único obstáculo que ha tenido que afrontar comunidad LGBTQIA+ a nivel nacional.
Decreto supremo atenta contra comunidad trans
El Gobierno de Perú, encabezado por la presidenta Dina Boluarte, ha promulgado el Decreto Supremo 009-2024, que incluye categorías relacionadas con identidad de género y orientación sexual en las clasificaciones de trastornos mentales. Esta decisión, adoptada el último viernes 10 de mayo, ha causado un considerable rechazo y ha sido ampliamente condenado por significar un retroceso en los derechos de la comunidad LGBTQIA+ en el país.
El decreto, que también cuenta con la aprobación del ministro de Salud, César Vásquez, y el ministro de Economía y Finanzas, José Arista, se fundamenta en versiones anteriores, la CIE-10, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida ha sido duramente criticada por múltiples organizaciones defensoras de los derechos humanos y colectivos a favor de esta población, quienes argumentan que vincular la diversidad sexual y de género con trastornos mentales perpetúa la estigmatización y discriminación.
Frente a ello, la asociación civil Más Igualdad Perú y más de 590 profesionales y representantes de organizaciones LGBTQIA+ enviaron este lunes 13 una carta al ministro de Salud a fin de solicitar la anulación de la inclusión de la población trans como trastornos mentales y del comportamiento, así como la actualización del país a la CIE-11.
“Resulta peligroso y preocupante utilizar un documento que hace referencia a categorías desactualizadas de diagnóstico que tanto la propia OMS y otros organismos de salud mental internacionales han catalogado como patologizantes, y que no responden a la realidad científica y social de las personas de la diversidad sexual y de género”, resaltó el pronunciamiento.
Falta de atención en salud mental
El 58,5% de la comunidad LGBTQIA+ en Perú no accede a servicios de salud mental, según el informe anual de 2021 de Promsex. Esta realidad destaca la disparidad en la atención para esta población, lo que marca una brecha significativa en su bienestar.
En una conversación previa para Infobae Perú, Alex Hernández, coordinadora del Comité Bisexual y directora de Investigación y Proyectos de Más Igualdad Perú, había señalado que alcanzar un estado de bienestar es particularmente complicado para las poblaciones históricamente excluidas. De esta forma, destacó la necesidad de medidas específicas, enfoques adecuados y capacitaciones para garantizar una atención de calidad.
“Vivimos en un país que no respeta a la comunidad. Lo que hace que sea bastante importante hablar de salud mental es que tiene muchos factores estresores que no pueden contribuir al bienestar de la persona, más allá de que te discriminen directamente, que pasa muchísimo, sino que hay esta necesidad de —por como me identifico— tener que enfrentar muchas barreras, muchas opiniones, muchas cosas que van a pasar en mi vida, y eso lo debería poder hacer con un acompañamiento”, explicó.
En 2019, el Primer Estudio Exploratorio sobre Salud Mental en Personas LGBTQIA+ del Perú, de Más Igualdad, reveló que las personas que se identifican como gays, lesbianas y bisexuales tienen 1,5 veces más probabilidades de sufrir depresión, ansiedad, intentos suicidas y consumo de sustancias que la población heterosexual.
Transfeminicidios en aumento
Una reciente investigación de Ojo Público ha documentado un aumento significativo en la violencia contra las trabajadoras sexuales trans en Perú, con al menos cinco asesinatos registrados entre 2021 y 2023. El reportaje resaltó un incremento en las extorsiones y amenazas de muerte dirigidas a este grupo vulnerable.
El medio indicó que dicho sector, especialmente la comunidad trans, se encuentran en un estado constante de vulnerabilidad. En los últimos años, la violencia en su contra ha escalado, no solo en frecuencia, sino también en gravedad. Este fenómeno refleja una preocupante tendencia de criminalidad en la que se ven involucradas amenazas de alto riesgo, como homicidios.
“Yo sí me atrevería incluso a recoger esta violencia como una forma de violencia particular que sufren las trabajadoras sexuales. Ahora también, cuando se aborde este tema, hay que tener presente un enfoque de diversidad, en el que tenemos a compañeres trans que tienen una mayor vulneración porque, en el caso de ellas, la mayoría ha sido quizás orillada a escoger el trabajo sexual debido a una situación de precarización”, alertó en su momento Cecibel Jiménez, abogada del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, para Infobae Perú.
Baja aprobación al matrimonio igualitario
El 14 de febrero, las tradicionales bodas simbólicas en el distrito de Miraflores (Lima) se vieron obstaculizadas, cuando el alcalde Carlos Canales negó la autorización para la actividad ‘El amor no discrimina’, que celebraba su edición 21. A pesar de la negativa, el evento se realizó sin el montaje de un estrado y como una actividad habitual del Día del Amor y de la Amistad, que busca promover la igualdad.
Sin embargo, esta no fue más que una representación de lo que ocurre en el país a nivel nacional: solo el 21% de los peruanos apoya el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo. Según el último informe del Barómetro de las Américas, el restante 79% desaprueba la medida.
Fuera de Uruguay, Chile y Argentina, ninguna otra nación de América Latina y el Caribe encuestada presenta una mayoría a favor del matrimonio igualitario. Este contraste subraya las diferencias regionales en la aceptación de derechos LGBTQIA+.
No obstante, a pesar de la desaprobación predominante, el apoyo al matrimonio igualitario en Perú ha mostrado una tendencia creciente en los últimos años. En 2023, el nivel de aceptación alcanzó su punto más alto hasta la fecha, lo que evidenciaría un ligero cambio en las opiniones de la población.