En la Amazonía norte, los líderes de la Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación de Bajo Puinahua (Aidecobap) han sido amenazados después de intentar crear un consejo de cuenca para gestionar los recursos hídricos del río Puinahua en Loreto.
Según testimonios, las intimidaciones —realizadas mediante mensajes de texto y llamadas telefónicas, incluyendo a las familias de los afectados— aumentaron tras una reunión realizada el 10 de mayo, en la que se buscaba formar el Consejo de Cuenca Integral de Manejo de Recursos Hídricos.
La situación genera preocupación en la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) —organización vocera de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana—, quienes exigen a las autoridades se tomen medidas urgentes para proteger la vida James Pérez, presidente de Aidecobap, así como la de la junta directiva y sus familias, que están en grave peligro.
Comunidades temen por el río Puinahua y su supervivencia
Además de las amenazas, las comunidades que dependen del río Puinahua también se ven afectadas por derrames de petróleo. El último desastre ambiental en dicho ecosistema ocurrió a principios de 2024, contaminando el río y perjudicando a las poblaciones cercanas.
En respuesta, Aidecobap emitió un comunicado advirtiendo que la población impactada no puede pescar ni utilizar el agua del río para sus necesidades diarias.
Contaminación petrolera afecta gravemente al Perú
En el marco de esta probemática, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha identificado que existen 3.452 sitios contaminados por desechos de la explotación petrolera en Perú, incluyendo 3.264 pasivos ambientales y 188 sitios impactados en Loreto, según un reciente informe de Mongabay Latam.
Asimismo, entre 2021 y 2023, el OEFA añadió 326 nuevas áreas con rastros de contaminación petrolera, la mayoría de las cuales no se habían registrado previamente. Al mismo tiempo, se sabe que 43 impactos petroleros se encuentran en 20 comunidades indígenas en Loreto, Amazonas, Ucayali y Pasco, colocando en riesgo tanto al ecosistema como a la salud humana.
No obstante, a pesar de ello, el proyecto de ley para crear un fondo de contingencia ambiental y regular los pasivos derivados de la explotación de hidrocarburos sigue estancado en el Congreso de la República.
Retrasos en planes de remediación
En esa misma línea, la contaminación originada por la industria petrolera no ha sido suficientemente remediada. Pues, hasta 2021 solo se han aprobado 12 planes de remediación y no hay claridad sobre su avance, especialmente porque la dirección del Ministerio de Energía y Minas especializada en el tema carece de un director designado.
Por ejemplo, en el distrito de Trompeteros, Loreto, uno de los 188 sitios impactados, sería el primero en ser resuelto este año. Sin embargo, la falta de transparencia persiste, con 210 pasivos desaparecidos inexplicablemente de la base de datos oficial desde 2021, mientras que 272 pasivos antiguos han sido añadidos recientemente.
Por otro lado, las comunidades indígenas como las achuar, kukama y urarinas cerca del Lote 8 y el Lote 192, afectados por las operaciones de Pluspetrol Norte S.A., que enfrenta múltiples sanciones por derrames y mal manejo ambiental, siguen a la espera de la remediación de sus territorios, de acuerdo al mismo informe de Mongabay Latam.