Las horas pasan y más información sale a la luz sobre el accidente de un bus de transporte de la empresa Civa en una carretera de Ayacucho. En el fatal incidente que dejó varios heridos y 17 fallecidos, hay historias que muestran la burocracia y las pocas facilidades en los procesos documentarios que enfrentan los serumistas.
Entre las víctimas mortales está Oscar Benjamín Llacuachaqui Sánchez, un joven médico cirujano de 30 años de edad que vive en la ciudad de Lima, y requería viajar hasta las instalaciones de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Ayacucho para recoger un documento ya que esta instancia se negó realizar el trámite vía online.
Según informó Walter Llacuachaqui, padre del profesional de salud, su hijo había realizado un año del Servicio Rural y Urbano Marginal de Salud (Sérums) en una posta médica de la Policía Nacional (PNP), en Huanta. Durante ese tiempo viajó de Ayacucho a Lima con sus propios recursos y tras cumplir con su labor y retornar definitivamente a la capital peruana, su nuevo centro de trabajo le pedía un documento para regularizar un contrato.
“Soy el papá del doctor Oscar Benjamín Sánchez, que vino a recoger un simple papel a la Diresa y fue trágico porque ellos le dijeron que tenía que ser en persona, parece que ni siquiera se actualiza. El Serums tiene su Facebook, redes sociales y muy bien podría ser el trámite virtual. Acá dicen lo que quieren, dicen lo que quieren, prometen muchas cosas y cuando se les piden, no cumplen”, lamentó el padre de familia en Latina Noticias.
El padre del médico, señaló que muchos profesionales de la salud realizan ad honorem, ya que es un requisito para realizar su especialización. “En vez de ayudarles, de facilitarles, les ponen obstáculos. En Huanta, la jefa de la Policía le ha pedido una gigantografía, un montón de cosas, y los jóvenes tienen que realizar peligrosos viajes para conseguir todo lo que les piden. Y los señores que firman lo realizan en estado de embriaguez. El enemigo de un peruano es otro peruano, parece que sí se cumple acá”, añadió en medio de lágrimas.
Walter Llacuachaqui viajó desde Lima a Ayacucho junto a su esposa y su hijo mayor tras conocer la noticia de la tragedia en la vía Los Libertadores. Mencionó que no espera nada de la Diresa de Ayacucho, ni siquiera tiene ánimos para conversar con algún representante de esta entidad. Lo único que quiere es recoger los restos de su hijo y retornar con él a la ciudad para darle cristiana sepultura.
Además, indicó que las pertenencias de su hijo, como su laptops, celular y otros objetos de valor no fueron encontrados entre sus pertenencias durante el rescate de cuerpos. “Ya sus cosas se perdieron, qué se va a hacer”, señaló para el citado medio.
Tragedia en Ayacucho
Un accidente de un bus interprovincial de la empresa Civa en la vía Libertadores, Ayacucho, dejó 17 fallecidos y 19 heridos la mañana del pasado 14 de mayo. Entre los pasajeros y víctimas mortales se encontraba también Edgar Alarcón Tejada, excontralor general de la República y excongresista.
La unidad partió desde Lima Metropolitana y se dirigía a la provincia de Huamanga. Según RPP, el accidente ocurrió cerca del puente Ñiñacha, en el sector del canal Cachi. El bus, placa F5D-959, se volcó quedando el segundo nivel totalmente destrozado sobre el pavimento.
Martín Ojeda, abogado de Civa, afirmó que el bus cumplía con todos los requerimientos normativos. Además, pidió no especular sobre las personas afectadas, en respeto a los familiares.
La Dirección Regional de Salud de Ayacucho (Diresa) confirmó el número de fallecidos e indicó que los heridos fueron trasladados al Hospital Regional, al Centro de Salud Vinchos y al Hospital de Apoyo Jesús Nazareno. En el lugar del accidente, seis ambulancias, incluyendo tres del SAMU, y 23 miembros del personal de salud, además de bomberos, brindaron asistencia.
Las primeras pesquisas que intentan descubrir las causas del siniestro revelaron que antes de las 6:00, el conductor ya había perdido el control de la unidad en una curva por presuntamente realizar una maniobra temeraria.
Civa, la empresa dueña del vehículo, ha acumulado gran cantidad de papeletas de tránsito por exceso de velocidad. En el 2019, los conductores contratados por la compañía fueron multados 1.233 veces por exceso de velocidad.