En el distrito de San Martín de Porres, en la zona norte de Lima Metropolitana, se encuentran los restos de un asentamiento 3.500 años anterior al Tahuantinsuyo, como se le denominó al imperio inca (1438 - 1533 d. C.). Se trata del sitio arqueológico El Paraíso, cuya antigüedad rivaliza con la de Caral.
El Paraíso se desarrolló en un período conocido como Precerámico Tardío, en el que muchas civilizaciones del territorio peruano dejaban la caza y recolección para dedicarse a la agricultura y la pesca. Asimismo, se erigen las primeras construcciones monumentales con fines rituales.
Ubicación y Descubrimiento
El complejo arqueológico monumental de El Paraíso se sitúa en la margen izquierda del río Chillón, cerca de su desembocadura, a cinco kilómetros del litoral. Construido entre los cerros de Chuquitanta, el sitio está protegido de los vientos y otras inclemencias climáticas. Para llegar a El Paraíso, se toma la carretera Lima-Ventanilla y se entra por un camino de tierra, justo antes del puente sobre el mencionado río.
Fue descubierto y excavado por primera vez por el arqueólogo Frederic Engel en 1965, abarca un área de aproximadamente 50 hectáreas. Las dataciones por carbono 14 indican que El Paraíso fue habitado entre el 2273 a.C. y el 1908 a.C., lo que lo sitúa entre los asentamientos más antiguas del Perú.
Estructuración del Complejo
El Paraíso se define por la presencia de ocho unidades arquitectónicas, de las cuales tres han sido las más estudiadas.
- Unidad I: Esta pirámide escalonada, con un área de 12 x 12 metros y una altura de 6 metros, es la más destacada del complejo. Considerada posiblemente la pirámide más antigua del Perú, la Unidad I tuvo un uso público y ceremonial. Su construcción refleja el esfuerzo colectivo de sus habitantes y quizás de pobladores de valles vecinos. La pirámide presenta una compleja disposición de habitaciones interconectadas por vanos y pasadizos estrechos, lo que sugiere la privacidad de las actividades realizadas. El cuarto más grande, con un patio hundido y pozos en cada esquina, se considera un espacio ceremonial donde se practicaban rituales con ofrendas incineradas.
- Unidades II y VI: Estos largos montículos, de 450 y 300 metros de largo por 110 de ancho respectivamente, tuvieron un uso doméstico. Compuestos por ruinas de grandes congregados de habitaciones, presentan dimensiones más pequeñas y una construcción más simplificada que la Unidad I, con techos de madera cubiertos de paja o estera.
Arquitectura e Ingeniería
El material principal de construcción fue la piedra, obtenida de canteras cercanas. Las piedras eran fracturadas y transportadas, apiladas con mezcla de barro y ripio para formar muros de hasta un metro de espesor, luego cubiertos con una gruesa capa de barro y pintados en colores como rojo, blanco, ocre o negro.
La construcción de la pirámide en la Unidad I implicó rellenar cuartos para ganar volumen y altura, con el sitio soportando entre cinco a seis remodelaciones a lo largo de unos 200 años.
Sociedad y Economía
Engel postuló que El Paraíso pudo albergar entre 1.500 y 3.000 habitantes. La comunidad tenía una economía diversificada basada en la pesca, marisqueo, agricultura, tejido y cestería.
- Pesca y Marisqueo: La proximidad al mar facilitaba la obtención abundante de recursos marinos, los cuales proporcionaban estabilidad económica.
- Agricultura: Cultivaban pallar, frijol, mate y calabaza, junto con el algodón, fundamental para su rica tradición textil.
- Tejido y Cestería: Usaban algodón blanco o marrón en técnicas de tejido llano y fabricaban canastas de paja para transportar y llenar con piedras durante la construcción.
- Caza y Recolección: Complementaban su dieta con la recolección de frutas, raíces, tubérculos y con la caza de animales salvajes.
Significado Cultural
El Paraíso no solo es un testimonio del ingenio arquitectónico de las primeras civilizaciones andinas, sino también un reflejo del desarrollo de las primeras instituciones políticas y sociales en la región. La construcción colectiva de la Unidad I sugiere una sociedad con un gobierno, aunque no está claro si este era autoritario o igualitario.
Este sitio arqueológico destaca como una de las piezas clave en la historia del Perú antiguo. Asimismo, proporciona información importante sobre la organización social, económica y religiosa de las sociedades precerámicas en los Andes.