Un cóndor andino llamado Apusinchi, que se traduce a ‘dios valiente’ desde el quechua, ha sido liberado de nuevo en su hábitat natural en Apurímac, después de un exitoso proceso de recuperación de una intoxicación.
Esta acción ha sido resultado de la colaboración entre el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), la Municipalidad Provincial de Abancay, y la Universidad Nacional de Micaela Bastidas de Apurímac.
Cóndor andino vuelve a surcar los cielos
Según reveló la Agencia Andina, el primer vuelo en libertad del ave, que tiene aproximadamente 6 años, tuvo lugar en el Mirador de Capitán Rumi, en el Cañón de Apurímac, situado a más de 3.040 metros sobre el nivel del mar. Apusinchi será objeto de seguimiento gracias a un transmisor GPS instalado, lo que permitirá estudiar sus patrones de movimiento, áreas de descanso, altitudes de vuelo, y otros hábitos cruciales para su supervivencia y la de su especie.
La liberación de este cóndor viene después de su rescate en un estado preocupante de salud hace tres meses, cuando fue encontrado con signos de envenenamiento cerca de la carretera entre el distrito de Turpay y Oropesa.
El animal mostraba síntomas de intoxicación y deshidratación, además de hallarse en bajo peso, lo cual motivó su pronto rescate y traslado a instalaciones especializadas donde recibió tratamiento médico y cuidados intensivos.
Preservación del cóndor andino
El esfuerzo colaborativo entre las autoridades locales, instituciones educativas y organizaciones de conservación resalta la importancia de la preservación de especies en peligro como el cóndor andino. La monitorización vía GPS de estos animales liberados es una herramienta valiosa para entender mejor sus necesidades de conservación y cómo podemos coexistir de manera sostenible con estas majestuosas aves.
Según el mencionado medio, en un emotivo acto, el animal fue liberado en su hábitat natural luego recibir cuidados de recuperación por parte de un equipo multidisciplinario compuesto por autoridades locales, residentes de la comunidad y representantes de varias instituciones dedicadas a la fauna.
Este suceso representa un esfuerzo conjunto entre organizaciones como MoveBank, Denver Zoo, UPA (Unión por los Animales), Latam Airlines, Veterinaria MasterVet, Veterinaria Tiutis y el personal del Santuario Nacional del Ampay del Sernanp, quienes colaboraron en el proceso de tratamiento del ave.
Apurímac y su diversidad
Durante la liberación, los habitantes de la zona expresaron su alegría y respeto hacia el cóndor con cánticos que reafirmaban el deseo de vida y libertad para este emblemático animal andino.
El departamento de Apurímac se destaca por albergar la tercera población más grande de cóndores en Perú, según revelan los últimos datos censales disponibles. Sin embargo, estas majestuosas aves enfrentan severas amenazas que ponen en riesgo su supervivencia, incluido el envenenamiento por consumir carne contaminada, conflictos con actividades agropecuarias y su captura ilegal.
La coordinación entre las diversas entidades y la comunidad local para la rehabilitación y liberación del cóndor subraya la importancia de implementar medidas efectivas para la protección de estos animales, considerados un símbolo cultural y natural de los Andes.
Cóndor andino en Áncash e Ica
A finales de abril, se reportaron avistamientos del cóndor andino, el ave más grande capaz de volar, en Áncash e Ica, lo que marcó un hito significativo tras un extenso período sin observaciones en estas áreas. Estos encuentros han desatado un renovado entusiasmo entre las comunidades locales y las autoridades, quienes ven en dichos eventos una señal alentadora para reforzar las acciones destinadas a la conservación del ícono de los Andes.
El primer encuentro reciente con esta especie, que se encuentra entre las más emblemáticas de los ecosistemas andinos, ocurrió en Tarapampa, San Luis, en la región de Áncash.
En tanto, un segundo avistamiento fue documentado en la Reserva Nacional de San Fernando, territorio que comprende partes de los distritos de Santiago, Changuillo, Nazca y Marcona en Ica.