Perú, tierra de innumerables tesoros de toda índole, también lo es cuando uno busca a lo más destacado de sus letras. Pues en este lugar han nacido poetas, dramaturgos y literatos cuya grandeza y legado han trascendido en el tiempo, dejando para la posteridad su obra que retrata un momento específico de nuestra historia.
Uno de los más emblemáticos, y no solo por su obra, sino por azarosa que fue su vida, fue José Santos Chocano. Tanto que, a la par que era reconocido por sus poemas, también estuvo implicado en un asesinato. Y como la ley de talión lo dicta, también fue ultimado. Esta es su historia.
El Cantor de América
El poeta peruano José Santos Chocano Gastañodi, nacido el 14 de mayo de 1875 en Lima, dejó una huella imborrable en la literatura hispanoamericana. Conocido como “El Cantor de América”, su vida estuvo marcada por una serie de aventuras y peripecias que lo llevaron a convertirse en uno de los poetas más destacados de su época.
Desde temprana edad, Chocano mostró un talento innato para la poesía. Su obra, caracterizada por un tono grandilocuente y una riqueza de imágenes, lo situó en la vanguardia del movimiento modernista. Sin embargo, su estilo también abarcó la poesía lírica, explorando temas de intimismo y melancolía.
La infancia de vate estuvo marcada por la Guerra del Pacífico, un conflicto que influyó en su visión del mundo y se reflejó en su poesía posterior. Después de cursar sus estudios secundarios, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con el sueño de convertirse en un importante abogado de esa época, aunque no completó su carrera académica.
Chocano periodista
Fue en el periodismo donde Chocano encontró su verdadera vocación. Sus primeros escritos aparecieron en el diario La Tunda, donde expresaba su oposición al gobierno de Andrés A. Cáceres. Sin embargo, su activismo político le valió ser encarcelado por conspiración.
Tras su liberación, Chocano se embarcó en una carrera diplomática que lo llevó por toda América Latina. Desde Centroamérica hasta España, ejerció como cónsul y mediador en conflictos internacionales. Su participación en la Revolución Mexicana y su amistad con varios líderes como el legendario Pancho Villa lo convirtieron en una figura controvertida.
Pero a pesar de sus logros diplomáticos, Chocano nunca abandonó su pasión por la poesía. Sus obras, como “Blasón” y “Los caballos de los conquistadores”, se convirtieron en clásicos de la literatura hispanoamericana, y su influencia perdura hasta nuestros días.
Sobrevino la tragedia
Sin embargo, la vida de Chocano estuvo plagada de tragedias y controversias. En 1925, se vio involucrado en un altercado que terminó con el asesinato del escritor e intelectual Edwin Elmore. Aunque fue condenado por el crimen, su fama y conexiones políticas le valieron una sentencia indulgente y no pasó más de tres años en prisión. Además, nunca se mostró arrepentido de haberle dado fin a la vida de Elmore.
Los últimos años de Chocano estuvieron marcados por la pobreza y la enfermedad. Se estableció en Santiago de Chile, donde intentó sobrevivir escribiendo y participando en recitales. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, y murió trágicamente apuñalado en un tranvía, en 1934, por un sujeto que sufría severos problemas mentales.
A pesar de su trágico final, el legado de José Santos Chocano perdura. Su poesía sigue siendo estudiada y apreciada en todo el mundo, como un testimonio vibrante de la diversidad y la riqueza cultural de América Latina.
Como “El Cantor de América”, su voz continúa resonando en los corazones de quienes buscan la belleza y la profundidad en la palabra escrita, recordándonos que, a pesar de las adversidades, el poder transformador de la poesía nunca muere.