En un violento suceso ocurrido dentro del Penal Mixto de Puerto Pizarro, en la región Tumbes, un hombre perdió la vida tras una confrontación entre internos. El incidente, que se desató entre ciudadanos peruanos y venezolanos, llevó a la muerte de Jhony Campos Uriol, de 54 años, quien estaba cumpliendo condena por el delito de tráfico ilícito de drogas.
La pelea, de acuerdo con declaraciones de las autoridades, ocurrió en circunstancias que aún se encuentran bajo investigación. Campos Uriol fue inmediatamente atendido por personal médico del establecimiento penitenciario, sin embargo, pese a los esfuerzos, falleció dentro de las instalaciones.
El conflicto habría involucrado a al menos siete individuos, tanto venezolanos como peruanos, quienes ahora están identificados como los presuntos responsables del fatal desenlace.
Los investigados por este hecho han sido recluidos en una sala de meditación del penal, medida tomada tras considerarse que cometieron una falta disciplinaria grave. Esta disposición precede a una indagación más profunda sobre los hechos que condujeron a la trágica muerte de Campos Uriol.
“En ese momento se escucha bullicio proveniente del segundo piso, por lo que de inmediato nos apersonamos para constatar lo que ocurría, observando una reyerta entre internos peruanos y venezolanos, quienes se encontraban agrediendo físicamente (puñetes, patadas, usando palos de madera y más objetos)”, señala el comunicado del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
La comunidad penitenciaria y las autoridades competentes aguardan los resultados de las investigaciones para esclarecer la dinámica de los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
El personal del INPE pudo reconocier a siete reos, los cuales fueron identificados como: Pedro Guaiculba Guaiculba, Maykel García Castillo, Kelver Domínguez Matos, Richard Gonzales Calle (de nacionalidad venezolana) y Miler Díaz Acevedo, Raul Rodríguez Oropeza y López Mondragón (de nacionalidad peruana).
“Se observó en la celda N° 06 al interno Jhony Campos Uriol ensangrentado con múltiples heridas cortantes, por lo que se dio egreso inmediato hacia el área de tópico para su evaluación médica. Por consiguiente, los siente internos son reducidos y egresados del pabellón hacia el área de tópico para su evaluación médica y posteriormente a los ambientes de meditación por cometer falta disciplinaria grave”, remarca el escrito.
Capturan a agente del INPE con droga en mano y a policías ebrios
En un operativo inesperado dentro del penal El Milagro en Trujillo, Percy Rojas Aguirre, subdirector del recinto, arrestó al alcaide de servicio, Daniel Arroyo Velásquez, por transportar dos paquetes de pasta básica de cocaína (PBC). El acontecimiento, ocurrido este miércoles, pone de manifiesto los desafíos en el combate a la corrupción y el tráfico de sustancias ilícitas dentro de las instituciones penitenciarias de Perú.
La detención del funcionario del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) fue el resultado de un acto de vigilancia rutinaria dentro del penal. Arroyo fue sorprendido por el subdirector mientras llevaba consigo los narcóticos, momento en el que confesó: “Me encargó un interno del pabellón seis. [...] Era para otro sitio. Ayúdame, ayúdame, por favor”, revelación que fue registrada por el portal Investiga, demostrando la implicación de reclusos en las operaciones ilícitas.
Tras el arresto, el Ministerio Público, en colaboración con la División de Estupefacientes de la Policía Nacional (Depandro), fue notificado de inmediato, desplazándose al lugar para proceder con las investigaciones correspondientes. La rápida acción permitió no solo la aprehensión del alcaide sino también la confiscación de los paquetes sospechosos de contener drogas, que ahora quedan en manos de las autoridades para su análisis y evidencia.
El INPE, por medio de un comunicado, resaltó la “acción decidida de sus directivos” frente a este incidente, marcando un precedente importante en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción dentro del sistema penitenciario. La institución aprovechó la ocasión para reiterar su llamado al personal a rechazar la corrupción y el “espíritu de cuerpo” que perpetúa prácticas dañinas, asegurando que mantendrá una vigilancia constante para resguardar la integridad de los penales a nivel nacional.