La madrugada del sábado 11 de mayo usuarios reportaron que en la Estación Naranjal, del Metropolitano, los buses amarillos, con dirección a Puente Piedra, tardaron más de una hora en llegar.
Los pasajeros hicieron largas colas y a modo de protesta tomaron la vía exclusiva del Metropolitano, donde se estacionan los buses alimentadores como Puente Piedra, Ensenada, Trapiche, Puno, entre otros.
Los reclamos continuaron cerca de las 5:50 de la mañana, pues usuarios reportaron en X que más de 100 personas venían esperando por buses alimentadores en la Estación Belaúnde.
“Estación Belaúnde 5,50 de la mañana más de 100 personas esperando un bus que no pasa”, publicó un pasajero. Según su testimonio, este es un problema que ocurre todos los sábados.
El pésimo servicio persiste a pesar de que en abril pasado la presidenta de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), Marybel Vidal Matos, explicó que implementarían cambios para reducir las colas y agilizar los viajes.
En una entrevista con la agencia Andina, la funcionaria anunció la eliminación de las colas de sentados, una práctica que ha generado diversas complicaciones entre los usuarios, incluyendo incidentes y accidentes. Este cambio es parte de una iniciativa más amplia destinada a mejorar la experiencia de viaje.
También se llevará a cabo una campaña integral para diferenciar las filas de embarque y contribuir a la eliminación del acoso sexual en los autobuses, un problema que ha generado un número significativo de denuncias.
Además, como medida inmediata para optimizar el servicio, se había anunciado la fusión de dos rutas específicas esta semana, por lo que Vidal prometió que se ofrecerían 12 viajes adicionales a los ya existentes.
“Desde el primer día de mi gestión hemos implementado un tema de agilización en las acciones que se pueden realizar. Para nadie es desconocido que la flota vehicular ya tiene más de 12 años en la operación de este servicio y en muchos de los casos más de 1 millón de kilómetros de recorrido. Sin embargo, el tema de varamientos es usual en este tipo de servicios por una serie de contingencias”, declaró.
Recordemos que del 1 al 2 de abril los usuarios informaron sobre el colapso del servicio debido a la alta demanda.
En las cuatro estaciones de la ampliación norte, en particular, se registró una gran afluencia de usuarios, quienes debían esperar aproximadamente 30 minutos para poder abordar uno de los autobuses. El problema alcanzó tal magnitud que incluso los ciudadanos tuvieron que formar filas en la misma vía, ya que ya no podían ingresar a los terminales.
Punto Final reveló que el contrato del Metropolitano establecía que los autobuses debían tener una vida útil de doce años o alcanzar un millón de kilómetros recorridos, momento en el cual debían ser reemplazados.
Sin embargo, David Hernández, director de Operaciones de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), afirmó en abril de 2023 que solo un 3.5% de la flota había alcanzado el millón de kilómetros, aunque señaló que el contrato establecía una medida de eficiencia “como un margen”.
Una de las pocas noticias sobre nuevas flotas se produjo en febrero de este año, cuando la ATU anunció la puesta en funcionamiento de un moderno autobús articulado para la red del Metropolitano.
A pesar de esta compra, aún quedan por resolver otros problemas. Aunque el Metropolitano ha estado operativo durante trece años, formalmente aún no ha comenzado la concesión acordada en 2010.
El sistema de transporte sigue funcionando como si estuviera en período de prueba, ya que la estación Chimpu Ocllo (Carabayllo) aún no ha sido entregada.