Junín: PJ dicta prisión preventiva conta estudiante de 15 años por extorsionar a su compañero de clases

La captura del menor se produjo durante un operativo policial en la institución educativa, momento en el que recibía S/ 1.500 de su compañero extorsionado

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Las amenazas se realizaban a través de llamadas y mensajes de WhatsApp.
Las amenazas se realizaban a través de llamadas y mensajes de WhatsApp.

El Poder Judicial ha impuesto una medida de 50 días de prisión preventiva a un adolescente de 15 años, acusado de extorsionar a un compañero de colegio en La Merced, perteneciente a la provincia de Chanchamayo, en la región de Junín.

El joven supuestamente utilizaba cuentas falsas de WhatsApp para amenazar a su víctima, también menor de edad, exigiéndole dinero a cambio de no perjudicar su integridad física ni la de su familia.

El fiscal adjunto Víctor Aldana, encargado de las investigaciones, relata que el escolar habría logrado acumular S/ 7,000 de su víctima, dinero que posteriormente gastó en celulares, relojes y otros artículos de lujo.

Fue detenido en flagrancia

La captura del menor se produjo durante un operativo policial en la institución educativa, momento en el que recibía S/ 1,500 de su compañero extorsionado. La intervención en flagrancia y los elementos de convicción presentados, como los mensajes de extorsión y el cotejo de billetes, han sido clave para la decisión judicial.

El menor fue detenido recibiendo dinero de la extorsión.
El menor fue detenido recibiendo dinero de la extorsión.

Además, en el proceso se ha destacado la ausencia de supervisión familiar del acusado, quien ahora se encuentra recluido en el Centro Juvenil de Huancayo. Dichos detalles subrayan la complejidad del caso, evidenciando no solo la conducta delictiva sino también las problemáticas sociales que subyacen.

Este caso pone de relieve la importancia de la vigilancia en el uso de redes sociales por parte de los menores y la responsabilidad de las instituciones en detectar y actuar ante señales de violencia escolar y extorsión.

Casi 2 mil adolescentes recluidos

Cabe destacar que en los últimos años, los delitos cometidos por jóvenes menores de 18 años han venido en aumento en nuestro país. Tan solo, a finales de 2023, se informó que había casi 2 mil jóvenes recluidos en los Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación del Ministerio de Justicia.

De ese total, 197 cometieron delitos contra el patrimonio y 198 recluidos, delitos contra la vida, el cuerpo y la salud, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Ahora, el adolescente capturado deberá pasar 50 días de prisión preventiva hasta que se decida cuál será su sentencia.

Interno de ‘Maranguita’ asegura haber sufrido abuso sexual

Un joven de 19 años denunció haber sido objeto de abuso sexual en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, más conocido como ‘Maranguita’, el 19 de abril. Según el testimonio del afectado, el ataque fue perpetrado por tres internos después de que consumiera una bebida que habría sido adulterada con medicamentos para inducirle el sueño.

Alegaciones impactantes surgen del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima después de un presunto abuso a un adolescente. (Willax)

La denuncia, presentada por el joven, detalla que los responsables del abuso fueron A.O.C., de 21 años, quien tiene antecedentes por robo, lesiones y homicidio; J.B.R., también con historial criminal por homicidio y lesiones; y un tercer agresor, quien es menor de edad.

El informe indica que la agresión ocurrió en la habitación del denunciante, en presencia de los acusados, después de haber ingerido la supuesta gaseosa contaminada. El joven relató haber perdido la consciencia y no recuperarla hasta casi un día después del incidente. Tras el ataque, contactó a su madre para narrarle los hechos.

La madre de la víctima declaró que su hijo fue objeto de extorsión dentro del centro, donde se le exigía el pago de entre 300 y 500 soles para garantizar su seguridad. Según su relato, realizó transferencias de cantidades menores a una cuenta a nombre de la hermana de uno de los agresores, identificado como E.B.R., para satisfacer estas demandas.

A pesar de los pagos, describió haber encontrado a su hijo con un ojo morado durante una visita, evidenciando el incumplimiento de las promesas de protección.

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