La madrugada de este viernes una tragedia familiar se suscitó en una vivienda del distrito de Cercado de Lima. Un hombre, quien sufría de una enfermedad mental, asesinó a su propio hijo en presencia de su nieta de 2 años de edad. Este ataque causó también que la esposa y nuera del atacante resultaran heridas.
Según informó Buenos Días Perú, Alfonso Dali Ramos sufre de transtornos mentales los cuales deben ser controlados con medicación. Esta madrugada, el padre de familia habría tenido una discusión con su hijo Willian Pier Ramos. La situación se salió de de control y Alfondo terminó asestándole tres puñaladas mortales a Willian.
La tragedia no solo afectó a la víctima directa; en el intento de defender a su esposo, la nuera de Alfonso y madre de su nieta resultó herida con cortes en la pierna. En medio del caos, la esposa de Alfonso, una mujer de edad avanzada, también intentó detener la disputa y sufrió agresiones.
La situación de emergencia fue reportada al personal de Serenazgo y a la Policía Nacional del Perú, quienes llegaron a la vivienda para detener a Alfonso Dali Ramos. La información preliminar señala que el atacante no habría ingerido su medicamento por lo que al momento de ser reducido, se le oía decir incoherencias.
“Ha matado a su propio hijo”, se le escuchó decir a la nuera de Alfonso cuando era evacuada del lugar en silla de ruedas, con los servicios de emergencia brindándole la asistencia necesaria.
La familia, envuelta en el dolor y la confusión, recibe el apoyo de parientes y amigos cercanos que se han acercado a la vivienda para brindarle el pésame, mientras las autoridades continúan con la investigación para determinar cuál será el futuro de Dali Ramos.
¿Qué es un filicidio?
El filicidio es el acto de matar a un hijo o hija. Este término se utiliza específicamente para describir el asesinato cometido por los padres o tutores legales del menor.
El filicidio puede ser motivado por diversas razones, que van desde trastornos psicológicos, estrés, hasta situaciones de abuso o negligencia prolongados, problemas económicos o crisis familiares intensas. También puede estar relacionado con percepciones culturales o sociales específicas. Este tipo de homicidio representa una de las formas más extremas de violencia familiar y es objeto de profunda preocupación social y estudio criminológico y psicológico.
Casos de parricidios en Perú
Caso Fefer
El caso de Mirian Fefer es uno de los casos de crimen más notorios y mediáticos en Perú, que involucra elementos de drama familiar y misterio. Mirian Fefer fue una empresaria peruana encontrada asesinada en su casa en Lima en agosto de 2006. Su muerte desató una larga investigación que ha involucrado a varios miembros de su familia, acusaciones cruzadas y giros inesperados.
Uno de los elementos más llamativos del caso es la acusación contra su hijo, Ariel Bracamonte, y su hija, Eva Bracamonte. Inicialmente, el foco de la sospecha recayó sobre Eva y su entonces pareja, Liliana Castro Manarelli, quienes fueron acusadas y llevadas a juicio por el asesinato de Mirian Fefer. Durante el proceso, se sugirió que el móvil del crimen pudo haber estado relacionado con la herencia de la empresaria.
En el primer juicio, Eva Bracamonte y Liliana Castro fueron condenadas, pero posteriormente, en apelación, fueron absueltas por falta de pruebas concluyentes que demostraran su participación en el crimen. La absolución no cerró el caso, y nuevas investigaciones se abrieron, sugiriendo otras líneas y motivaciones detrás del asesinato.
Uno de los giros más inesperados fue la implicación de un sicario extranjero, quien afirmó haber sido contratado para cometer el asesinato. Este aspecto internacional complicó aún más el caso, añadiendo capas de dificultad a la ya compleja investigación.
Parricidio en el Carabayllo
Otro de los casos recientes en Perú se dio en los primeros meses del 2024 cuando después de 11 días de intensa búsqueda, los efectivos de la Policía Nacional realizaron el hallazgo del cuerpo de Sabino Quea Ccallo, un comerciante de 64 años extraviado desde el 28 de diciembre, quien había sido asesinado y su cuerpo abandonado en una zona desolada cerca al río Chillón en Carabayllo.
La desaparición, que fue denunciada por su esposa tres días después de su salida a correr desde su hogar en Carmen de la Legua, Callao, levantó sospechas rápidamente. Las investigaciones preliminares indican que el hijo de Sabino, Josimar Sabino Quea, de 36 años, estaría detrás del homicidio, confesando su acto y la ubicación del cadáver, presuntamente debido a un conflicto por una herencia no resuelta. Tras la confesión, se detuvo a la madre y al hijo de la víctima, quienes luego fueron liberados en espera de más avances en el caso.