El arroz con leche es un deleite gastronómico que congrega a personas de todas las edades alrededor de una experiencia compartida de agrado. Para muchos, este postre evoca recuerdos de la niñez, época en la que la canción “Arroz con leche, me quiero casar” era una constante en los recreos y encuentros familiares. Esta melodía suscita en quienes la escuchan un sentimiento nostálgico, dulce y armonioso.
Aunque la canción “Arroz con leche, me quiero casar” no tiene una conexión directa con el postre, es habitual que muchos la recuerden al saborear esta delicia. La vinculación entre ambos surge de manera espontánea, uniendo el dulce sabor del arroz con leche con los recuerdos de la infancia, una época en la que la felicidad se encontraba en momentos tan simples como disfrutar de este postre.
Pero el arroz con leche no ha sido ―y lo sige siendo― el preferido de los niños. Este postre trasciende las barreras de la edad con su dulzura característica y textura reconfortante. Para muchos jóvenes, adultos y ancianos, disfrutar de este dulce va más allá del simple acto de saborear un postre; es una vía para revivir los días de su infancia, recordando los tiempos en los que la vida era, quizás, un poco más simple y feliz.
Independientemente de tu edad, es posible que te interese conocer el origen del arroz con leche, un tema que sigue captando el interés de personas de diversas partes del mundo. Este plato, consumido en varios continentes, se elabora con arroz, leche, azúcar y se aromatiza tradicionalmente con canela, limón y vainilla.
Origen del arroz con leche, el postre de la infancia
Visto desde un ángulo histórico, el arroz con leche se presenta como un testimonio cautivador de la mezcla cultural a través de los siglos. Este postre, cuyos componentes básicos —arroz, leche y azúcar— se encuentran en la despensa global, parece haber trazado un puente entre civilizaciones, desde el Lejano Oriente hasta la cuenca del Mediterráneo, evolucionando con cada paso.
Las referencias más tempranas nos llevan a la antigua Asia, donde el cultivo de arroz comenzó, para después seguir las rutas comerciales hacia Europa, introducido por los árabes en la península Ibérica. Sobre este tema en cuestión, Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara, sociólogo, escritor e investigador, escribió un artículo titulado La Historia del Arroz con Leche.
“No se conoce la procedencia exacta del arroz con leche, pero según los historiadores se ha podido demostrar que el arroz con leche se originó como platillo en la antigua Asia. (...) De Asia pasó a cultivarse (el arroz) en Grecia, desde donde se llevó más tarde a Roma y Egipto. Con la invasión musulmana, se introdujo en España y se comenzó a sembrar en varias regiones”, indicó Gonzales-Lara.
En otro apartado del artículo, el investigador señala que hay indicios de que las primeras elaboraciones de este postre se realizaron en la zona sur de China.
Se sugiere que en China se preparó el arroz con leche por primera vez debido a la larga historia del cultivo de arroz en esta región, que se remonta a miles de años atrás. El arroz ha sido un alimento básico en la dieta china desde tiempos antiguos, lo que habría propiciado la experimentación y creación de diversas recetas utilizando este grano. Además, la tradición de elaborar platos dulces a base de arroz está bien documentada en la gastronomía china.
Con la llegada del arroz a Europa, gracias principalmente a los árabes que lo introdujeron en la península Ibérica en la Edad Media, este grano comenzó a formar parte esencial de la dieta mediterránea. En este contexto, surge el arroz con leche en este continente como una natural evolución culinaria, resultado de la experimentación con ingredientes locales disponibles, como la leche y el azúcar, que los europeos comenzaron a combinar con el arroz.
Cabe señalar que los árabes no solo introdujeron el arroz a Europa; también hicieron lo propio con el azúcar luego de sus conquistas en el siglo VIII. Ellos difundieron el cultivo de la caña de azúcar en el Mediterráneo.
Ahora bien, el país que se vio culturalmente más afectado por la llegada de los árabes a Europa fue España. La conquista musulmana de la península Ibérica en el año 711 d.C. dio inicio a un período de casi 800 años de presencia musulmana en la región, conocido como Al-Ándalus. Durante este tiempo, se preparó arroz con leche. Prueba de ello es la existencia de una receta del siglo XIII.
En una colección de varios recetarios anónimos del siglo XIII, titulado “En La cocina hispano-magrebí en el periodo almohade”, aparece una fórmula de este postre andalusí endulzado con miel. Siglos después se plasmó otra receta en otro material impreso; de esto da cuenta Gonzales-Lara.
“Por el año 1520 ya se incluían en el “Libro de Guisados, Manjares y Potajes”, de Ruperto Nola, platos dulces parecidos al arroz con leche, pero preparados con harina de arroz, miel, leche, especias. En ese entonces se solía moler el arroz, pero con el tiempo se descubrió que era factible, más rápido y económico cocinarlo con el grano entero”, mencionó.
Es menester señalar que en el “Libro del Arte de Cozina”, de Domingo Hernández de Maceras, se reporta la receta oficial más antigua del arroz con leche. Esta fórmula, que fue plasmada en el material impreso en 1607, es muy parecida a la que conocemos en la actualidad.
El arroz con leche llega al Perú
Con la llegada de los españoles al continente americano durante la época de la conquista y la colonización en el siglo XVI, diversos productos, técnicas culinarias y recetas europeas fueron introducidas en la dieta local. Entre estos, el arroz con leche, que ya era un postre popular en España, gracias a la influencia árabe en la península Ibérica.
En los primeros siglos del virreinato, este postre se preparaba en los conventos. Las órdenes religiosas, especialmente las monjas, se convirtieron en custodias de recetas europeas y en innovadoras de la gastronomía peruana. Precisamente ellas fusionaron ingredientes y técnicas del viejo mundo con productos nativos.
En las cocinas de estos centros religiosos se experimentaba con una abundancia de frutas locales, azúcar, leche y especias, dando origen a una variedad de postres que hoy son considerados patrimonio culinario del país. Había espacio para la innovación, pero también para utilizar recetas españolas, una de ellas era el arroz con leche.
Sobre los conventos, Sandra Plevisani y Teresina Muñoz-Nájar escribieron lo siguiente en su libro “Dulces de convento”: “Estos monasterios, fundados entre los siglos XVI y XVII, además de cobijar a cientos de mujeres con vocación religiosa o sin ella, se fueron convirtiendo, y de un modo muy natural, en una suerte de laboratorios culinarios en los que un crisol de manos (españolas, indígenas, moras, negras, etc.) daba vida y forma a nuestra gastronomía. Es en estos lugares donde se acuna la afamada y refinada dulcería peruana”, indicaron.
Respecto a la popularidad de este postre, las investigadoras citaron a Eduardo Dargent Chamot. “Dargent ha encontrado también las referencias a algunos postres del siglo XVII, entre ellos el frijol dulce, el arroz dulce, la conserva de membrillo, la conserva de berenjena, el camote dulce y el requesón dulce. Afirma igualmente que, en el XVIII, los dos postres más citados son el arroz con leche y los frijoles con dulce”, se puede leer en el libro consultado.
Receta del arroz con leche
Ingredientes:
- 1 taza de arroz
- 2 litros de leche entera
- 1 taza de azúcar
- 1 rama de canela
- Cáscara de 1 limón (solo la parte verde para evitar amargor)
- Clavo de olor (opcional)
- 1 lata de leche condensada (opcional para más cremosidad y dulzor)
- Canela molida para decorar.
Instrucciones:
- Lave el arroz bajo el agua fría hasta que el agua salga clara para remover el exceso de almidón.
- En una olla grande, combine el arroz lavado, 1 litro de leche entera, la rama de canela y la cáscara de limón. Si desea, puede añadir un clavo de olor para dar un aroma adicional.
- Cocine a fuego medio, revolviendo ocasionalmente, hasta que el arroz esté suave y la mezcla haya empezado a espesar. Este proceso puede tomar alrededor de 20 a 25 minutos.
- Una vez que el arroz esté cocido, agregue el azúcar y la leche condensada (si está usando). Revuelva hasta que todo esté bien integrado.
- Añada el litro de leche restante gradualmente, permitiendo que el arroz con leche siga espesando sin dejar de remover, por unos 15 minutos más o hasta alcanzar la consistencia deseada. Algunas personas prefieren su arroz con leche más líquido, mientras que otras lo prefieren más espeso.
- Retire la olla del fuego. Elimine la rama de canela y la cáscara de limón (y el clavo de olor si usó).
- Sirva el arroz con leche caliente o déjelo enfriar a temperatura ambiente y luego refrigérelo. Al momento de servir, espolvoree un poco de canela molida por encima para decorar.