En la tercera semana de marzo de este año, los casos de varicela en el Perú se dispararon y alcanzaron los 748, el pico más alto que ha tenido el país desde hace más cinco años, cuando en el 2018 se llegó a 1.100 personas infectadas a fines de ese mismo mes. La cifra más cercana se registró en el 2022, con 734 pacientes confirmados, y en el 2019, con 689.
De acuerdo con la organización sin fines de lucro Una Vida por Dakota, hasta el 12 de abril de este año, solo se alcanzó el 23.1% de la meta de vacunación contra esta enfermedad. El objetivo real es cubrir a aproximadamente 485 mil niños en todo el país.
“Estas cifras reflejan un esfuerzo insuficiente en la aplicación de la vacuna, evidenciado por una cobertura de solo el 8% en enero y febrero, que incluso se redujo al 7.2% en marzo”, precisó Paloma Pacheco Gatjens, presidenta de la entidad a Infobae Perú.
Otro aumento importante, aunque no tan significativo, se produjo el año pasado. Según los datos del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú), del Ministerio de Salud (Minsa), si se compara la semana epidemiológica 52 del 2022 y el 2023, se puede observar un incremento de 1.262 casos a 1.673, lo que representó un 33% más.
Sin embargo, hubo momentos más críticos. “En el 2016 nos dimos, nos dimos cuenta de que había una gran problemática: estaban muriendo niños de varicela y no deberían morir por ello porque tenemos una vacuna que te protege”, contó la entrevistada.
La influencia del COVID-19 en la vacunación
¿Qué sucedió para llegar a un número tan alto de contagios? Paloma Pacheco sostiene que a raíz de la pandemia por el COVID-19, en el Perú se descuidó la vacunación para otras enfermedades.
Debido a la gran cantidad de personas con coronavirus, una gran cantidad del presupuesto, y personal, de las, se centró en ellos.
Con el paso de los meses, y con las nuevas variantes cada vez menos latentes en el territorio nacional, se pudo recuperar el ritmo de la inoculación contra la varicela. Sin embargo, esto no pudo detener el incremento que se vivió en marzo del 2024, en parte también por la falta de información.
“Muchos papás se descuidan a cierta edad, creen que las vacunas solo se colocan en la primera etapa de vida, pero no es así, en realidad la varicela es una de las que se debe de reforzar a los cuatro años. Si no le pusiste la vacuna a los 4 años, se la puedes poner hasta los seis”, resaltó.
“Ellos creen que solo entre los 12 y 15 se debe de vacunar, pero no es así. Entonces, tenemos que seguir concientizando a la población, tenemos que hacer un trabajo fuerte de campo y educar”, añadió.
En ese sentido, John Cabrera, médico infectólogo y profesor de Medicina de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), resaltó el papel que jugó la ‘Infodemia’, es decir, el fenómeno de la ‘sobreinformación’ a la que las sociedades están sometidas actualmente.
Muchas familias peruanas, en consecuencia, siguen sin poder discernir qué noticias o novedades que encontraban en redes era real o ha sido manipulada.
Esto ha ocasionado, por ejemplo, que muchas personas en el país no conozcan el Esquema Nacional de Vacunación ni confían en las inyecciones del Estado porque creen que no son seguras. “Es totalmente falso. Muchas de ellas son las mismas que pagas en centros privados”, aclaró la presidenta de Una Vida por Dakota.
Además, resaltó que el Perú tiene una de las mejores cartillas de vacunación a nivel regional, ya que esta incluye 18 inoculaciones que te protegen de hasta 28 enfermedades.
“Deben saber que los niños deben de seguir recibiendo vacunas a lo largo de su vida, de hecho, hasta los adolescentes reciben hoy en día la del virus del papiloma humano, que va tanto para niños y niñas, como para mujeres y hombres adultos”, dijo a este medio.
Las consecuencias de subestimar la varicela
El médico infectólogo recordó que la principal señal a la que deben estar alertas los padres y las madres es la aparición de erupciones, que es como normalmente empieza la sintomatología.
“Tienen algunas características que la diferencia, porque normalmente van a aparecer en la cara y el tórax. De esta forma van descendiendo. Suelen estar acompañados de los síntomas virales clásicos como fiebre”, explicó a Infobae Perú.
Sin embargo, advirtió que los riesgos varían de cuerdo a las características del afectado, ya que si el paciente todavía es lactante, es decir, si se encuentra dentro de los primeros seis meses de vida, los síntomas podrían ser severos.
En esa misma línea, Pacheco resalta que la varicela no debe subestimarse, ya que sus consecuencias pueden llegar a ser graves e impredecibles en ciertos individuos vulnerables, como recién nacidos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Entre las complicaciones más comunes destacó las infecciones bacterianas secundarias de las lesiones cutáneas, causadas por bacterias como el Staphylococcus o el Streptococcus, que pueden llevar a hospitalizaciones.
En detalle, mencionó, existen riesgo de neumonía viral o bacteriana, en adultos; neumonía y encefalitis, en personas inmunocomprometidas, como las que han contraído VIH (virus de la inmunodeficiencia humana); varicela grave o fatal, en niños que reciben altas dosis de corticoides; e infección grave, en el caso de los neonatos cuando sus madres están cerca del momento del parto.
En cuanto al tratamiento, John Cabrera comentó que una vez que se ha detectado la enfermedad, la persona debe guardar reposo, tener una correcta higiene y evite tocarse las erupciones. Para ello, puede usar guantes.
También dijo que si los miembros de su entorno, que lo están atendiendo, no están inmunizadas, lo preferible es que usen mascarilla.
También subrayó que es posible presentar los síntomas dos veces en la vida, pero que la segunda ocasión es más focalizada. Además, puntualizó que las vacunas no evitan que una persona enferme, sino que ayudan a mitigar los efectos de la dolencia y evitar complicaciones que pueden llevar, en algunos casos, a la muerte.
Finalmente, Paloma Pacheco pidió que las familias peruanas también tengan en cuenta la inmunización contra el rotavirus, ya que solo se puede proteger a los menores hasta los ocho meses.
“Es una enfermedad que te puede matar, que te puede llevar a la deshidratación. No tiene un tratamiento específico. Se transmite por contagio, digamos, al coger superficies sucias, por una mala higiene, de repente no se lavaron bien las uñas los niños y algunos se mete las manos a la boca”, afirmó.
“Es importante que los padres sepan este que esta vacuna se coloca a los dos meses y el refuerzo a los cuatro meses”, agregó.