La cumbia peruana, ese género musical cuyas canciones retumban en El Huaralino, Complejo Santa Rosa, explanadas de centros comerciales e incluso estadios, se encuentra en su etapa de esplendor. Prueba de ello es que los lugares mencionados se lucen llenos cada vez que agrupaciones musicales se presentan en el escenario para el deleite del público que está ávido por escuchar canciones que son todo un éxito en las radios locales de Lima y provincias.
En cada festividad del año, es habitual que estos recintos luzcan llenos y que el público cante con emoción las canciones de Armonía 10, Agua Marina, Corazón Serrano, Grupo 5, entre otras orquestas de cumbia. La gente no solo se limita a aplaudir, sino que también baila, ya sea solos o acompañados, al son de este ritmo que trasciende fronteras y combina historia, cultura y sentimiento.
Al asistir a un concierto de cumbia, resulta evidente que la cumbia ha superado ser un género exclusivo de la clase media. Incluso, ciudadanos extranjeros se han rendido ante las melodiosas y potentes voces de los cantantes que abordan temas de amor, desamor, decepción, cuestiones presentes en varias generaciones. Precisamente, adolescentes, jóvenes y adultos se conmueven con emblemáticas canciones que acumulan millones de reproducciones en YouTube.
Sin embargo, la cumbia peruana no siempre disfrutó del reconocimiento y prominencia actuales. Durante la década de los 80, otros géneros dominaban el panorama musical. A esto, se sumaron factores que debilitaron la posición alcanzada por la cumbia.
Ante estas circunstancias desfavorables, emergió una agrupación musical que, desafiando las expectativas, propició el resurgimiento de la cumbia. Esta banda, constituida por músicos visionarios que fusionaron la esencia tradicional de la cumbia con ritmos contemporáneos, revitalizó el interés por este género en personas de diversos estratos sociales.
¿Cuál es la agrupación que hizo renacer la cumbia peruana?
Rossy War y su Banda Kaliente es el nombre de la agrupación musical que hizo renacer a la cumbia peruana. Rosa Guerra Morales, vocalista del grupo, se consolidó como una de las voces más importantes de este género y, sobre todo, de la tecnocumbia. En la década de los 90, este grupo empezó a ganar notoriedad dentro de la escena musical, destacando por su capacidad de fusionar ritmos tradicionales de cumbia con elementos modernos, lo cual les permitió conquistar a una variedad de públicos.
Antes de su irrupción en la escena musical en la década de los 90, la cumbia peruana estaba en declive y había sido opacada por otros géneros. Pero, ¿a qué se debió esto? Jesús Cosamalón, en su libro “Historia de la cumbia peruana. De la música tropical a la chicha”, respondió esta pregunta y contó lo que sucedió después del renacimiento de la cumbia.
“(...) La chicha fue deslegitimada socialmente por su relación con lo popular y porque se la asociaba con comportamientos violentos. Pienso que con el declive de la clase media a partir de la crisis de 1975 desapareció un sector que se identificaba con esa sonoridad y que contribuía con su expansión. Los años ochenta y la grave crisis acabaron con la pequeña clase media que existía, restringiendo el mercado de la chicha a los sectores populares, cada vez más empobrecidos”, señaló.
En el libro consultado, el autor citó a Damiler Díaz Terán y Magno Álvarez Alderete para señalar las razones del declive de la cumbia. El primero señaló que el desprestigio de los términos ‘chicha’ y ‘chichero’ contribuyó al ocaso del género y que la música fue utilizada para estigmatizar y deslegitimar a los provincianos y sus descendientes. Mientras que el segundo indicó que antes del nuevo milenio, los medios de comunicación asociaron la cumbia-chicha con la violencia y los desmanes que había frecuentemente en las polladas.
La crisis de 1975 marcó el inicio del declive de la clase media, un grupo que estaba asociado con el ritmo de este género. Durante los años ochenta y debido a una crisis, la ya reducida clase media disminuyó aún más, limitando así el mercado de la chicha principalmente a los sectores populares.
Otra posible razón de la crisis de la cumbia fue la popularidad y aceptación de otros géneros musicales entre los peruanos. La música peruana vio surgir competidores en el ámbito musical con géneros como la salsa, que ganó popularidad, especialmente la variante conocida como salsa sensual desde la mitad de los años ochenta. Además, el rock y el pop en español se posicionaron como fuerzas significativas dentro del panorama musical.
Esta situación adversa cambió en la década de los 90 cuando Rossy War y su agrupación musical entraron en escena. “La segunda mitad de la década del noventa estuvo dominada por esta variante que rompió las barreras étnicas y fue aceptada por casi todos los peruanos”, sostuvo el investigador Cosamalón.
Según Walter Gonzales, citado en el libro “Historia de la cumbia peruana. De la música tropical a la chicha”, “en 1998 la cumbia retorna con fuerza a la lista de éxitos con Rossy War, y un año después a esa cantante se le suman Agua Marina, Armonia 10, Euforia y Ruth Karina como las voces y grupos más conocidos”.
“En 1997, la canción más popular había sido ‘El arbolito’, del Grupo Nectar, y había aparecido la agrupación femenina Corazón Serrano. En 1999 el tema número uno fue ‘Tu amor fue una mentira’, de Agua Marina, y entre las 20 primeras canciones cinco fueron cumbias”, agregó.
Su expansión a nivel nacional se debió al crecimiento económico y al surgimiento de una nueva clase media, que se convirtió nuevamente en un mercado para este estilo musical. Precisamente, esta clase media era capaz de costear entradas, las cuales no eran económicas ni en ese momento ni lo son ahora.